15 mar 2012

Las areneras aceptaron la tregua

El Puntal de Río Cuarto (15/03/2012)
Las areneras aceptaron la tregua con la Provincia y finalmente no se movilizarán

Desde la cámara que las agrupa esperan un nuevo encuentro con el Gobierno de De la Sota para llegar a una solución. Realizan una evaluación sobre las pérdidas por la paralización de las tareas en el río
La Cámara de Areneras resolvió suspender la medida de fuerza que contemplaba una movilización a partir de un llamado que se concretó desde la Provincia.
Según informaron, la protesta que estaban por poner en marcha para reclamar que las dejen trabajar en el río con la extracción de áridos quedó sin efecto al aguardo de un nuevo encuentro con las autoridades de la Secretaría de Recursos Hídricos de Córdoba.
Eduardo Giachino, titular de la cámara en cuestión, dijo que si bien el problema no se ha solucionado, recibieron “un llamado desde Córdoba” para volverse a encontrar y buscar así una salida. “Fue una comunicación totalmente informal, nosotros en primera instancia hemos decidido suspender la movilización y abrimos una tregua en este tire y afloje. Nosotros siempre estamos dispuestos a dialogar para evitar causar perjuicios a terceros”, aseguró Giachino.
A partir de ahora, se abre un compás de espera de aproximadamente una semana para ver si efectivamente se concreta la reunión con la Provincia. Cabe destacar que la última información que dieron desde el Gobierno de Córdoba indica que “todas aquellas firmas que estén extrayendo áridos deberán cesar la actividad y presentar un nuevo pedido para poder reempadronarse, hasta tanto no se realice la evaluación técnica de cada caso”.
De acuerdo con lo expresado por las areneras, dos son los puntos que hoy les impiden llegar a un acuerdo con la Provincia: “Qué hacer mientras se espera la resolución de los informes técnicos y la amplia extensión del ejido urbano municipal como perímetro para la prohibición de la extracción”.
En ese sentido, Giachino aseguró a PUNTAL: “Quizás si la Provincia cede en alguno de esos puntos, podemos llegar a un entendimiento. Lo ideal sería que se tengan en cuenta los dos pedidos, pero de todas maneras puede que sólo con uno de esos planteos podamos acordar”.
Respecto de cuál es la situación actual de las areneras Giachino fue contundente al afirmar: “Estamos asfixiados porque no podemos trabajar, pero vamos a esperar a ver qué pasa con la nueva reunión. Si no pasa nada, vamos a movilizarnos, porque si no hubiera aparecido esta llamada, seguramente se habría decidido marchar”.

-¿Tienen expectativas con esta nueva convocatoria o creen que es una maniobra dilatoria?
-La expectativa siempre está. Nosotros no perdemos la fe y la esperanza de que todo se pueda resolver. De todas maneras no ha sido un llamado político, sino una propuesta de gente del área que se ocupa de las areneras.

Puestos de trabajo
El titular de la Cámara de Areneros aseguró que la situación de los empleados es complicada porque hay muchos que han sido cesanteados. También hay personal que recibió vacaciones por anticipado y hay suspensiones. “El tema es crítico tanto para nosotros como para la gente que trabaja en las empresas que está con mucha incertidumbre sobre lo que pueda pasar con su fuente laboral, no es fácil porque es un parate muy grande”, dijo.

Pérdidas económicas
Si bien todavía no se ha culminado con la evaluación de las pérdidas por los días de inactividad de las empresas areneras, desde la cámara afirmaron que se trata de “mucha plata”.
Giachino confirmó que hay personas abocadas en el análisis de lo que se dejó de comercializar y dijo: “La pérdida es muy significativa porque se dejó de vender tanto en la ciudad como en la región; de todas maneras, todavía no se terminó de hacer el estudio pormenorizado”.
La Cámara de Areneras estima que, diariamente, cada empresa extrae 100 metros cúbicos de áridos. En total hay cerca de 20 areneras, con lo cual por día se sacan 2 mil metros de arena que se venden cada uno a $ 50. De esta manera, se estima cerca de 100 mil pesos por día en cuanto a las ventas totales de todas las empresas. Multiplicando esta última cifra por los 10 días de inactividad se llega a la suma de 1 millón de pesos que, por esta suspensión de actividades, se habrían dejado de comercializar.

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