15 ene 2012
Falta de agua en Sierras Chicas y el norte
6:24 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (15/01/2012)
Preocupa la falta de agua en Sierras Chicas y el norte provincial
Salsipuedes, Mendiolaza y La Granja son algunos de los lugares más perjudicados. En tanto, en Chancaní la lluvia hizo posible que los pobladores conservaran sus animales. Alivio en Punilla
La crisis hídrica en la provincia se siente más allá del fenómeno de la sequía y sus efectos en los cultivos. Como ocurre desde hace varios años, muchos habitantes de la provincia padecen el problema del agua aun en pleno siglo ventiuno y la situación parece agravarse año a año.
Días atrás desde el recientemente creado Ministerio de Agua, Ambiente y Energía, informaron lo que ocurrió con los diques tras la copiosa lluvia que cayó sobre parte del territorio. El más favorecido fue el San Roque, que alcanzó los 33 metros, al haber registrado una suba de un metro. El dique Cruz del Eje pasó de 30,60 a 31,45 metros; por su parte, La Quebrada que provee a localidades de las Sierras Chicas repuntó 55 centímetros.
El Cajón en el departamento Punilla aumentó 45 centímetros y Embalse fue el que menos ascendió, con sólo 4 centímetros. Pero más allá de la bendición de las lluvias, la falta de obras en casi todo el territorio provincial hace que la crisis hídrica cada vez más sea un problema instalado.
Las más complicadas
Cada año, las localidades de las sierras chicas son las que más padecen la falta de agua. Abastecidas por el dique La Quebrada y con un crecimiento poblacional que supera cualquier estimación, los vecinos de esta región ya están acostumbrados a que la única provisión sea la que llega en camiones cisterna.
La postal más emblemática se vio durante la semana pasada, cuando el Ascochinga Golf Club, un tradicional hotel de la zona, debió cerrar sus puertas y derivar a los pasajeros debido a que la falta de agua les impedía garantizar condiciones mínimas de salubridad. Pero, esta situación que les tocó vivir durante un día a los visitantes es moneda corriente para lo pobladores, según lo manifiesta el propio intendente de La Granja, Carlos Ambrosich.
En Salsipuedes más del 80 por ciento de los pobladores debe arreglarse con la provisión de camiones que llegan cada 8 o 10 días. Para ellos, la situación es desesperante. Días atrás se vivieron momentos de tensión cuando llegaron hasta la municipalidad a exigirle al intendente Sergio Cornejo una solución. El jefe comunal admitió estar “desbordados” y señaló que se debe impedir que los vecinos se enfrente entre sí por el agua.
Río Ceballos no es la excepción. Allí siguen los cortes programados, aunque intentan no dejar sin servicio al sector turístico al menos durante la temporada. Además hay problemas en Cabana, Saldán, La Calera y Mendiolaza.
Al norte también hay problemas
Chancaní es una localidad del departamento Pocho que se encuentra a 70 kilómetros de Villa Dolores y posee algo más de 1.400 pobladores. Para ellos, la lluvia de la semana pasada fue verdaderamente un milagro.
Su intendente, Antonio Bolibó ya les había pedido a los pobladores que vendieran, trasladaran o abandonaran a sus animales, porque la poca agua que se repartiría sería para el consumo humano. Bolibó además señaló que desde diciembre asisten a los vecinos casa por casa con agua.
El pueblo cuenta con dos perforaciones para la extracción, una de las bombas está rota y la otra funciona cuando hay electricidad. Esperan con ansia que desde el gobierno les den otro camión cisterna, y, por supuesto, las obras que no llegan y les permitirían una mejor calidad de vida.
La situación en Punilla
En plena época turística la lluvia también trajo alivio a Carlos Paz. Si bien la situación no es tan complicada como el año pasado, desde la cooperativa manifiestan que se debe cuidar el consumo.
"Se redujo bastante el consumo, la lluvia siempre produce ese efecto. Estábamos complicados con el abastecimiento, porque en la zona donde tenemos la toma, el río San Antonio apenas si tenía 9 centímetros por sobre el caño. Al bajar el consumo excesivo, producto de las altas temperaturas que estuvimos sufriendo, la red se normalizó y se pudo llevar agua para todos”, señaló el vocero de la Coopi, Jorge Boido.
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Preocupa la falta de agua en Sierras Chicas y el norte provincial
Salsipuedes, Mendiolaza y La Granja son algunos de los lugares más perjudicados. En tanto, en Chancaní la lluvia hizo posible que los pobladores conservaran sus animales. Alivio en Punilla
La crisis hídrica en la provincia se siente más allá del fenómeno de la sequía y sus efectos en los cultivos. Como ocurre desde hace varios años, muchos habitantes de la provincia padecen el problema del agua aun en pleno siglo ventiuno y la situación parece agravarse año a año.
Días atrás desde el recientemente creado Ministerio de Agua, Ambiente y Energía, informaron lo que ocurrió con los diques tras la copiosa lluvia que cayó sobre parte del territorio. El más favorecido fue el San Roque, que alcanzó los 33 metros, al haber registrado una suba de un metro. El dique Cruz del Eje pasó de 30,60 a 31,45 metros; por su parte, La Quebrada que provee a localidades de las Sierras Chicas repuntó 55 centímetros.
El Cajón en el departamento Punilla aumentó 45 centímetros y Embalse fue el que menos ascendió, con sólo 4 centímetros. Pero más allá de la bendición de las lluvias, la falta de obras en casi todo el territorio provincial hace que la crisis hídrica cada vez más sea un problema instalado.
Las más complicadas
Cada año, las localidades de las sierras chicas son las que más padecen la falta de agua. Abastecidas por el dique La Quebrada y con un crecimiento poblacional que supera cualquier estimación, los vecinos de esta región ya están acostumbrados a que la única provisión sea la que llega en camiones cisterna.
La postal más emblemática se vio durante la semana pasada, cuando el Ascochinga Golf Club, un tradicional hotel de la zona, debió cerrar sus puertas y derivar a los pasajeros debido a que la falta de agua les impedía garantizar condiciones mínimas de salubridad. Pero, esta situación que les tocó vivir durante un día a los visitantes es moneda corriente para lo pobladores, según lo manifiesta el propio intendente de La Granja, Carlos Ambrosich.
En Salsipuedes más del 80 por ciento de los pobladores debe arreglarse con la provisión de camiones que llegan cada 8 o 10 días. Para ellos, la situación es desesperante. Días atrás se vivieron momentos de tensión cuando llegaron hasta la municipalidad a exigirle al intendente Sergio Cornejo una solución. El jefe comunal admitió estar “desbordados” y señaló que se debe impedir que los vecinos se enfrente entre sí por el agua.
Río Ceballos no es la excepción. Allí siguen los cortes programados, aunque intentan no dejar sin servicio al sector turístico al menos durante la temporada. Además hay problemas en Cabana, Saldán, La Calera y Mendiolaza.
Al norte también hay problemas
Chancaní es una localidad del departamento Pocho que se encuentra a 70 kilómetros de Villa Dolores y posee algo más de 1.400 pobladores. Para ellos, la lluvia de la semana pasada fue verdaderamente un milagro.
Su intendente, Antonio Bolibó ya les había pedido a los pobladores que vendieran, trasladaran o abandonaran a sus animales, porque la poca agua que se repartiría sería para el consumo humano. Bolibó además señaló que desde diciembre asisten a los vecinos casa por casa con agua.
El pueblo cuenta con dos perforaciones para la extracción, una de las bombas está rota y la otra funciona cuando hay electricidad. Esperan con ansia que desde el gobierno les den otro camión cisterna, y, por supuesto, las obras que no llegan y les permitirían una mejor calidad de vida.
La situación en Punilla
En plena época turística la lluvia también trajo alivio a Carlos Paz. Si bien la situación no es tan complicada como el año pasado, desde la cooperativa manifiestan que se debe cuidar el consumo.
"Se redujo bastante el consumo, la lluvia siempre produce ese efecto. Estábamos complicados con el abastecimiento, porque en la zona donde tenemos la toma, el río San Antonio apenas si tenía 9 centímetros por sobre el caño. Al bajar el consumo excesivo, producto de las altas temperaturas que estuvimos sufriendo, la red se normalizó y se pudo llevar agua para todos”, señaló el vocero de la Coopi, Jorge Boido.
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