23 ene 2012

Río IV: las bolsas en el río

El Puntal de Río Cuarto (23/01/2012)
Por mes retiran más de 2 mil bolsas de basura de las costas del río

Los fines de semana, la ribera queda repleta de desechos y equipamiento roto. Por el aumento de bañistas se multiplicó el retiro de residuos. Advierten sobre negligencia y falta de conciencia ambiental
Los integrantes de la cooperativa de trabajo “Amigos de Oncativo” deben retirar más de 2 mil bolsas de basura por mes, arrojada en forma negligente sobre la costa del río Cuarto y en el interior del lecho de agua.
Las jornadas de mayor trabajo se desarrollan los lunes, cuando, en promedio, recolectan 400 bolsas de residuos que producen una contaminación visual y ambiental en el principal espacio natural de la ciudad.
Para el retiro de los desechos, la cooperativa debe realizar entre 4 y 5 viajes por día hacia el contenedor de la firma Cotreco.
Cada fin de semana visitan el río entre 15 mil y 30 mil personas, un número que fue en marcado incremento durante los últimos años y multiplicó el hallazgo de basura.
Según señaló Viviana Olivares, una de las coordinadoras del programa de limpieza del río, la problemática muestra “una creciente negligencia de quienes utilizan la ribera sin cuidar del espacio que es de todos”.
Los días hábiles, cuando se reduce la presencia de visitantes al sector, los trabajadores de la cooperativa aprovechan para reconstruir y mejorar el lugar. Sin embargo, en jornadas de calor se acumulan entre 80 y 100 bolsas de residuos.

Nuevos espacios
La ciudad ha ganado espacios sobre el río Cuarto y el aprovechamiento recreativo se extiende desde el puente colgante hasta el nuevo nexo vial entre Alberdi y Banda Norte, próximo al Centro Cívico. Son kilómetros de costas expuestas al uso de riocuartenses y veraneantes de otros lugares.
“La gente observa que el río es un lugar mejorado, con más limpieza y seguridad. Pero, los espacios que se ganan están condicionados por el pésimo uso de quienes tiran la basura”, indicó Olivares.
La representante municipal afirmó que se multiplicó la presencia de tachos, pintados de un color rojo fuerte, para que los visitantes puedan mantener la higiene de la zona. De todos modos, los cestos permanecen vacíos y el entorno repleto de contaminantes.
“La cooperativa cuenta con una estructura de 25 personas, 20 motoguadañas, un tractor con carro y desmalezadoras. Comienzan a trabajar a las 7 de la mañana y continúan su tarea hasta realizar la totalidad de la limpieza. La actividad que impulsan es constante pero desgastante porque la gente no toma conciencia sobre el impacto de la suciedad”, opinó.
Olivares negó que la situación se reduzca a “un dilema cultural o de clases sociales”, al señalar que “todos son responsables por la falta de compromiso con el espacio público”.
“Hemos observado hasta la presencia de bolsas con desechos domiciliarios que la gente viene a tirar al río, un total despropósito”, formuló.
Viviana Olivares resaltó que los riocuartenses que pasan las vacaciones en la ciudad encuentran en el río un sitio indicado para tomar mate, disfrutar de un asado y del baño sobre el azud. “Hay zonas que antes aparecían vacías, como la costa sobre Banda Norte, y hoy se llenan. No sólo se ocupan los lugares clásicos, sino que la gente utiliza las costas hasta el puente colgante. Esto obligo a llevar infraestructura de asadores y cestos y ampliar los mecanismos de limpieza”, describió.

Roturas
Pese al esfuerzo económico y humano, desde el arribo de la primavera el uso del río Cuarto va acompañado por la proliferación de basura acumulada, la rotura de la estructura básica y el robo de sanitarios.
Desde la cooperativa “Amigos de Oncativo” realizan cada semana un relevamiento de las roturas y faltantes, en el que se manifiesta un preocupante contexto.
“Los mayores daños se producen en los baños. Allí rompen las estructuras internas y roban los sanitarios. Hasta nos sustraen los inodoros para discapacitados que son difíciles de conseguir en el mercado. El año pasado sustrajeron un tanque de agua que funciona al lado del baño”, describió.
La coordinadora de las cooperativas sostuvo que “en otras ciudades del país la conciencia ambiental es mucho más eficiente” y apuntó a “un cambio educativo desde las escuelas”.
Resaltó que “muchos se enojan cuando se les reprocha la conducta y es imposible controlar a 30 mil personas en un espacio tan extenso”.

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