11 nov 2010

Al final de La Cañada, algo huele muy mal

Día a Día (11/11/2010)
Al final de La Cañada, algo huele muy mal



En la desembocadura del arroyo, la gran cantidad de basura acumulada genera olores muy fuertes.
Los vecinos del centro, precisamente quienes están en la desembocadura de La Cañada, casi no pueden respirar. Es que la cantidad de desechos que se han acumulado en esa zona por el tiempo que lleva sin limpiarse le ha sacado a los alrededores todo el glamour que impuso en la zona la construcción de modernas torres con sus espacios verdes.
Los vecinos aseguran que los fuertes olores provenientes del cauce de La Cañada se intensifican los días de calor, sobre todo en la siesta, creando un ambiente nauseabundo que espanta a todos los transeúntes que pasan por esa zona clave en el centro de la ciudad.
La empresa Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese) es la encargada de mantener limpio este sector y todo el cauce de La Cañada. Desde la firma aseguraron que están trabajando en la limpieza del arroyo y que en las próximas semanas ingresarán al Río Suquía para limpiar la superficie del curso de agua y luego retirar todos los residuos que están en el fondo de La Cañada
“El problema que tenemos para limpiar la desembocadura es que es una zona complicada por arenas, a la que no se puede ingresar con maquinaria pesada para limpiarla desde La Cañada, como lo hacemos para higienizar el resto del arroyo, por lo que debemos entrar por el cauce del río, limpiar la superficie con personal en botes y después entrar con palas mecánicas y retroexcavadoras para sacar todo lo que está en la zona”, explicó Fernando Cámara, presidente Crese a Día a Día.
Según el titular de la empresa municipal, estas tareas están demoradas porque dependen de una autorización y el apoyo de Defensa Civil para poder ingresar al cauce de La Cañada por el Río Suquía para comenzar con las tareas.
Por otro lado, el presidente de Crese confió que esta época del año es “la más conflictiva” para realizar las tareas de mantenimiento en La Cañada por las precipitaciones y las crecidas que aumentan el nivel de agua en el arroyo.
“Desde hace cuatro días estamos trabajando en la limpieza del cauce con el personal destinado a La Cañada, que son ocho trabajadores. La tormenta nos complicó las tareas de limpieza, pero creo que dentro de poco vamos a terminar llegando a la desembocadura”, apuntó el funcionario.
Crese ha recolectado gran cantidad y variedad de residuos: desde colchones y cubiertas hasta bolsas de basura desparramadas. “El problema con las lluvias y los vientos es que muchos residuos van a parar a las bocas de tormenta, muchas desembocan en La Cañada y eso nos genera una gran acumulación de basura”, explicó el funcionario.
Por otro lado, Cámara resaltó: “El problema es histórico porque la gente tira basura a La Cañada y no podemos controlar eso. El mayor problema lo tenemos en la parte de arriba, por los barrios Bella Vista y Güemes”.

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