4 jul 2010

Innviron: sigue la polémica

Día a Día (04/07/2010)
La UTN se anota para controlar a Innviron

Firmó un convenio marco con la empresa para monitorear su actividad.
Mientras no se sabe aún en qué lugar podrá radicar la norteamericana Innviron el complejo en el que tratará los residuos de Córdoba y 16 localidades, sigue la polémica en torno a un punto clave: cuál es el real impacto ambiental de la tecnología que propone traer, y quién va a determinarlo.
El jueves, directivos de la compañía firmaron un convenio marco con la sede Córdoba de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para que la casa de estudios fiscalice la actividad que quiere desarrollar en Córdoba. "En este primer acuerdo se expresa que la UTN considera viable realizar un monitoreo, aunque no se detalló aún la nómina de elementos o procesos concretos a fiscalizar", señaló Héctor Aiassa, decano de la UTN.
El funcionario dijo que la idea de la institución es participar de un sistema de vigilancia general, que no dependa en forma exclusiva de la empresa sino de varios actores involucrados en el proyecto.
Aiassa remarcó que aunque el método de gasificación para generar energía de los residuos que Innviron promueve será novedoso en el país, "el sistema de monitoreo es absolutamente conocido". Y agregó: "En Córdoba hay recursos humanos para abordar la tarea, y la mayoría de los equipos están. El resto, se pueden conseguir". Para la detección de elementos químicos peligrosos como dioxinas y furanos, Aiassa señaló que existen análisis que hoy se realizan mediante convenios con laboratorios en otros países, pero que para a futuro es factible armar una estructura local de análisis.
La tarea de la UTN está por definirse en detalle, pero podría incluir participar en la evaluación de impacto ambiental previa, explorando la llamada "línea cero": una vez determinado el sitio de radicación, se evalúa el lugar (suelo, aire, etc.) para tener referencias a partir de las cuáles vigilar, más tarde, si los parámetros de arranque cambian en forma negativa. Luego, la institución podría participar de la vigilancia del funcionamiento de la planta: el monitoreo de la emisiones gaseosas para determinar si respetan los parámetros establecidos por ley.
Reclaman más información. A los cuestionamientos disparados sobre Innviron y su tecnología por organizaciones ambientalistas (Greenpeace y la Alianza Global por Alternativas a la Incineración) y concejales de Río Cuarto (donde la empresa propuso hacer una planta similar a la de Córdoba), se suman ahora una serie de "dudas" expuestas por el Foro Ambiental Córdoba. Esta organización reclamó a las autoridades municipales más información y precisiones sobre el proyecto. "¿Solicitaron pruebas concretas sobre las bondades de la tecnología ofrecida por Innviron? ¿En qué lugares específicamente se ha usado este mismo diseño? ¿Qué parámetros físicos y químicos se monitorearán, con qué frecuencia?", son algunas de las preguntas hechas por el Foro.

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El Diario de Villa María (04/07/2010)
Diferentes partidos coincidieron en cuestionar a Innviron

Convocados por el ARI, varios partidos políticos analizaron el arribo de Innviron. Sostuvieron un rechazo unánime y analizarán acciones comunes. Aclaran que no se trata de una alianza
Acudieron a la convocatoria del ARI dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR), Frente Cívico, Socialismo y PRO. El convite del jueves último era para sentarse a hablar de temas de la ciudad en los que pudiera coincidir ese grupo de partidos políticos opositores al justicialismo. Y la conversación giró en torno a un tema: Innviron, con su proyecto -ya aprobado- de convertir en energía la basura que se genere en la ciudad y en ciudades vecinas, mediante un proceso que llaman de gasificación.
“En general, todos coincidimos en rechazar esa iniciativa, por lo que nos volveremos a reunir el lunes, para evaluar cómo seguimos”, indicó Luis Caronni, del radicalismo.
“Nos preocupa que el proyecto consista en tratar más basura que la que genera la ciudad. Estamos convencidos de que eso va a acarrear un problema ambiental”, agregó.
“Además, si estaban trabajando en una iniciativa de Basura Cero con EcoSitio, ahora resultan que necesitan más deperdicios”, agregó.
Por el Frente Cívico participó, entre otros, Alejandro Roganti, quien destacó la iniciativa y señaló que lo importante es que van a surgir acciones para llevar adelante y así promover el cuidado ambiental.
A su turno, desde el ARI, Juan José Salgado dijo que con la gente de su agrupación política venían trabajando con la idea de reunir a los que, “más allá de las diferencias partidarias, tuvieran visiones comunes de los problemas de la ciudad”.
“Invitamos a todos. En esta primera reunión faltaron algunos, pero lo importante es empezar a hablar. Hay una agenda de temas que preocupa a los villamarienses y de esos nos ocuparemos”, agregó.

Alianzas, aún no
Todos los consultados aclararon que la reunión no se hizo con miras a conformar una alianza.
“Por ahora, vamos a trabajar con los temas comunes. Veremos después qué es lo que pasa”, coincidieron en señalar.
Sin embargo, algunos estaban seguros de que con determinadas agrupaciones no irían en una misma lista, ni ahora ni en el futuro, por lo que rechazaron de plano esa posibilidad.

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La Voz del Interior (04/07/2010)
Furanos y menganos

Las autoridades estudian medidas imaginativas para neutralizar el rechazo a una planta procesadora de basura. Luis Heredia.
¿Qué hacemos con nuestra basura? Si ya fue difícil encontrar un lugar donde enterrarla sin que nadie protestara, ahora la idea de convertirla en energía a través de un escasamente difundido proceso industrial genera verdaderos amotinamientos poblacionales. Sucede que los habitantes cercanos a los sitios elegidos para establecer la planta de tratamiento, como el caso de Toledo, se arremolinan y rechazan de plano la iniciativa, espantados por la posibilidad de sufrir algún tipo de mutación al aspirar los supuestos gases tóxicos que derivarían de su combustión.
"Hay una negación sistemática de la gente a la aspiración de furanos, y mientras no logremos revertir esa tendencia cultural va a ser muy difícil ubicar la planta de Innviron en algún lugar relativamente habitado", aseguró preocupado un funcionario municipal, mientras proseguía en la búsqueda de un predio en el mapa de Córdoba lo suficientemente solitario como para levantar la planta.
Pero cambiar esta tendencia va a ser muy difícil, ya que a partir de las corrientes ecológicas en boga y las campañas para prohibir fumar en lugares públicos impulsadas desde la propia Municipalidad, está muy instalada la creencia de que respirar aire puro es muy saludable. "La gente está muy quisquillosa con la cuestión del aire", agrega, contrariado, el mismo funcionario.
Frente a este panorama, se estudian formas de convencer a la gente de que se puede convivir con la planta de procesamiento de basura de Innviron sin correr mayores riesgos.
"El principal problema es la desinformación y, consecuentemente, los rumores que existen en torno de esta planta. En primer lugar, queremos desmentir terminantemente que el dueño de Innviron sea el multimillonario señor Burns, como asegura una versión antojadiza que fue echada a correr", aseguraron fuentes cercanas a la comuna de Toledo.
Aclarar este tema no es una cuestión menor, ya que Montgomery Burns no resulta una persona muy confiable para la opinión pública cordobesa a partir de la gestión de la central nuclear de Springfield, de su propiedad. "No queremos que Toledo sea la Springfield argentina", señalaba José Gnomo, activista de una de las organizaciones ambientalistas que se opone a la instalación de la planta, mientras se acomodaba su gorrito rojo.
Pero junto con la campaña informativa, también se están analizando cuestiones prácticas que refuercen la confianza en el emprendimiento.
Una posibilidad en carpeta es la de proveer de máscaras antigás a los pobladores cercanos a la planta una vez que esté emplazada.
"La experiencia de la Primera Guerra Mundial demuestra que fueron muy efectivas en los ataques químicos. Regimientos enteros sobrevivieron al fosgeno y al gas mostaza, lo que las revela altamente eficaces frente a las emanaciones de furano. Aun así vamos a probarlas con cobayos o con algún mono", indicaron los impulsores de esta idea.
Sin embargo, aparecen algunos problemas, entre ellos que estas máscaras impiden identificar a la gente ya que cubren completamente los rostros, por lo que los vecinos de una futura central de Innviron deberán colgar de sus cuellos portarretratos con sus fotos actualizadas para poder identificarse y saludarse.
También se impulsaría la distribución de aire de las sierras envasado en damajuanas, para que los habitantes cercanos a la planta puedan respirar aire de máxima pureza durante algunos segundos. "La idea es distribuir en forma absolutamente gratuita dos damajuanas por semana por grupo familiar. Van a contener aire de Nono envasado en origen y si se siguen las instrucciones de sacarles el corcho en un ambiente cerrado, el aire olerá a poleo, a suave menta y tomillo", sostienen entusiasmados los mentores de esta iniciativa.
Todo está por verse. La conversión de basura de Córdoba está en veremos. Si no se concreta una solución definitiva y ambientalmente limpia, echaremos mano a una ancestral costumbre: la fabricación de una gran alfombra de 70 kilómetros cuadrados para meter la basura abajo. Eso sí habrá que ver dónde se la coloca, y todo vuelve a empezar.

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Energía limpia, en pañales y aprendiendo a caminar

Usar residuos para generar gas o electricidad es una experiencia avanzada en el mundo, pero recién en sus inicios en Argentina.
Los conflictos por la instalación de la planta de Innviron, que promete producir electricidad a través de la basura, muestran las dificultades para avanzar en sistemas de producción de energía limpia -sin utilizar recursos renovables- y dar un mejor destino a los residuos.
La idea es producir energía utilizando lo que se llama la biomasa, o sea la materia orgánica renovable de origen vegetal, animal o de la transformación natural o artificial. Sus componentes químicos le otorgan un poder calorífico que se aprovecha para producir energía (gas y electricidad) sin generar el efecto invernadero.
Esto no es nuevo. La biomasa fue el primer combustible, utilizado por el hombre hasta el siglo XVIII, después reemplazado por el carbón y luego por los combustibles fósiles. El problema es que estos últimos son recursos no renovables.
El uso de residuos domiciliarios, industriales o de la actividad agropecuaria o maderera está liderado por Japón, Canadá, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Noruega y Suecia. Francia -bajo el sistema "termólisis"-, tiene seis plantas en ese país que demandaron, cada una, inversiones en torno a los mil millones de dólares.
Con todo esto, el consumo de energías renovables en el mundo representa entre el siete y ocho por ciento del consumo mundial y el uso de biomasa es el de menor participación.

Los primeros pasos
Argentina está dando sus primeros pasos en la producción de energía limpia y las experiencias iniciales no han sido sencillas. En esta carrera, Córdoba es una de las más retrasadas, en gran medida por sus dificultades estructurales.
Mediante la ley 26.190, Argentina fijó como meta para 2016 cubrir el ocho por ciento del consumo eléctrico nacional con recursos renovables.
La semana pasada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con la licitación del programa Generación de Energía a partir de Fuentes Renovable (Genren), adjudicó la compra a través de Enarsa, desde 2012 y por 15 años, de 895 megavatios a un precio mayor que la energía común. La electricidad la producirán 32 plantas en el país que invertirán dos mil millones de dólares y crearán siete mil puestos de trabajo. Este volumen cubrirá sólo el tres por ciento de la demanda nacional, pero con este "subsidio" se busca dar el primer paso.
Al respecto, Carlos James, titular de la Cámara Argentina de Energía Renovable (Cader), que reúne a la mayoría de estas empresas, explica que la mayor parte se generará con proyectos eólicos que utilizan molinos de viento.
"El uso de biomasa en Argentina para energía está en pañales. En el conurbano bonaerense la oferta de residuos es infinita. El problema es que nadie sabe cómo hacer de esto un proyecto rentable", indica James.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), Argentina tiene 148 millones de toneladas de biomasa, de la cual puede tener uso comercial 124 millones de toneladas.
Las principales plantas que la utilizan están en Misiones, Entre Ríos, Corrientes y Mendoza, las provincias con mayor oferta de biomasa (ver gráfico), que producen de dos a 26 MW.
Córdoba, poco y nada. En la licitación del Genren, Córdoba presentó sólo un proyecto que finalmente no calificó, una pequeña muestra del poco avance que tienen estos emprendimientos en la provincia.
La provincia tiene residuos de maní, algodón y de la industria maderera. Pero su oferta de biomasa es muy poca comparada con otras provincias: 191 mil toneladas (ver gráfico).
Días atrás, la municipalidad de Villa María firmó un convenio con Enarsa para crear una planta capaz de producir 70 megavatios, alimentada a aceite vegetal, en la que invertirán 80 millones de dólares.
Pero el proyecto más consolidado es el de Aceitera General Deheza (AGD), una planta para producir electricidad para su propio predio utilizando cáscara de maní y girasol.
La planta implicó una inversión de siete millones de dólares, consume 180 mil toneladas anuales de biomasa y tiene capacidad para producir 10 MW.
Su objetivo no es sólo producir electricidad, sino también reducir la emisión de dioxinas y furanos, componentes altamente tóxicos que se producen con la quema, hasta ahora el único destino que se le daba a estos residuos.
"El proyecto se inició en 2007 y al poco tiempo llegó la crisis del campo, que frenó la provisión de cáscara. Esto complicó un poco la puesta en marcha, porque los primeros años siempre son de aprendizaje. El objetivo era lograr 31 mil toneladas de óxido de carbono (CO2) anuales evitados y se llegó a 22 mil; de todas maneras, el resultado ha sido positivo", explica Mariela Beljansky, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que actúa como consultora.
La planta será inspeccionada a fines de julio por la ONU, luego de lo cual podrá obtener los denominados "bonos de carbono", que son comprados en el mundo por empresas y organismos interesados en apoyar proyectos ecológicos y que cotizan cerca de 13 euros la tonelada de óxido de carbono evitada.

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