15 ene 2008

Tres basurales y ninguna plaza

La Voz del Interior (14/01/2008)
Barrio Rivadavia, con tres basurales y ninguna plaza

En barrio Rivadavia, ubicado al sudeste de la ciudad de Córdoba, se da una situación paradójica: en las 32 manzanas que posee no hay ningún espacio verde, pero el sector norte se encuentra literalmente rodeado por basurales que atentan directamente contra la calidad de vida de los habitantes del sector.
Los lugares donde se emplazan estos basurales son tres: al finalizar la calle Juan José Gorriti, en un profundo cañadón donde se encuentra un desagüe inconcluso colindante a una villa de emergencia; a unos 300 metros de allí, donde debería estar la calle Ameghino donde yace un espeso bosque; y en los predios de las vías del ferrocarril, que constituyen el límite norte del barrio.
Esta situación motivó una serie de reclamos en las dos últimas gestiones municipales, que fueron reflejadas en las páginas de La Voz del Interior. En noviembre de 2002, durante la gestión de Germán Kammerath como intendente, este diario describía la zona del desagüe como “una escena creada para filmar una película”.
En julio de 2006, ya con Luis Juez como intendente, otra nota de este diario decía sobre el predio de la calle Gorriti: “Allí desemboca un desagüe pluvial sin entubar donde la basura no se esconde: está esparcida por todos lados, hasta en la puerta de entrada de las casas más cercanas y de la villa. A las típicas bolsas plásticas se le suman escombros, troncos y todo tipo de residuos en descomposición. De a ratos, un olor fétido, a animal muerto, acompaña el recorrido”.
Ahora, y luego de seis años de reclamos, las descripciones de la zona realizadas en 2002 y 2006 todavía le caben a la perfección: la basura sigue esparcida por doquier, el cañadón de al menos 15 metros de profundidad no tiene señalamiento ni barandas, y con frecuencia los vecinos se ven invadidos por alimañas que viven en el basurero, entre las que se encuentran moscas, ratas y hasta alacranes.
La calle que no es. Al igual que en barrio Escobar, donde la calle Zípoli figura como que desemboca en la avenida Octavio Pinto pero donde debería pasar hay dos terrenos que interrumpen el paso, los mapas de Rivadavia muestran a la calle Ameghino como abierta entre Ambrosio Funes y Juan Rodríguez.
Sin embargo, para poder transitar ese tramo, se necesitarían potentes vehículos todo terreno y un ejército de baqueanos armados con machetes y motosierras, ya que en el lugar se encuentra un frondoso bosque de moreras mezclado con un impenetrable cañaveral, y que también está lleno de basura.
Y lo peor del panorama, es que hay vecinos que tienen el frente de sus casas en esa “calle”. Por lo tanto, para poder ingresar, deben caminar al lado de la frondosa vegetación, exponiéndose además a que sean asaltados por quienes se esconden tras los árboles.

En las vías también
Otro sector del barrio totalmente invadido por la basura son los terrenos colindantes a las vías del ferrocarril Mitre. El lugar es frecuentemente elegidos por carreros para descargar los desechos.
El tema de la basura en el sector toca dos jurisdicciones: la nacional y la municipal. Pero como nadie se hace cargo, son los mismos frentistas los que pagan a personas para que mantengan los terrenos limpios.
Los vecinos piden que en ese sector se construya un parque lineal, ya que no hay espacios verdes en todo el barrio. Sin embargo, todavía no hay señales desde las autoridades para darle una solución definitiva a ese problema.

Calle hundida
Finalmente, otro de los reclamos se centra en el hundimiento que presenta la carpeta asfáltica de calle Juan Rodríguez al 1900. Allí la superficie está hundida, provocando que el agua se acumule en el sector.

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