28 ene 2008
Limpieza urbana y orden social
12:21 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (28/01/2008)
Limpieza urbana y orden social
La iniciativa municipal de erradicar los basurales más grandes de la ciudad es un paso importante para empezar a poner a Córdoba a la altura de su potencial capacidad de crecimiento.
El principio de disciplina es fundamental para el ordenamiento social. Entre nosotros hace tiempo que esa presuposición, indispensable para el funcionamiento orgánico de nuestra ciudad, por ejemplo, entró en crisis. No se sabe si como consecuencia de una reacción al ordenancismo arbitrario y autoritario de la época de la dictadura o por mero descuido, pereza o abandono –es posible que por una combinación de todas esas cosas–, pero ya se ha hecho evidente que si Córdoba quiere ponerse a la altura que le consiente su población y su potencial productivo, deben ajustarse muchas de las pautas que, teórica más que efectivamente, regulan la actividad colectiva.
Y eso va desde el comportamiento de las barras bravas que destrozan no sólo a los vecindarios sino al fútbol (como quedó demostrado en los incidentes protagonizados por los vándalos que el pasado miércoles destruyeron las instalaciones del Club Racing en barrio Talleres), como por la casi intolerable situación a que se ha llegado en la ciudad en materia de basurales, de funcionamiento de la empresa encargada de la limpieza urbana y de comportamiento de los mismos ciudadanos.
Las nuevas autoridades de la intendencia parecen haber comprendido la gravedad de este último problema y han lanzado un programa dirigido a poner orden en la materia, cosa que permitirá a Córdoba mejorar mucho en lo referido a su estatus ambiental y la educación ciudadana, que también es precisa para que las mejoras que puedan obtenerse se mantengan a lo largo del tiempo.
El programa anunciado por el intendente Daniel Giacomino prevé erradicar 21 de los 70 basurales a cielo abierto que existen en la ciudad, con una inversión de tres millones de pesos, financiada por la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación. Esto se complementará con un programa social y educativo sobre el manejo de los residuos y –cosa esencial– con un drástico incremento de las multas por infracciones vinculadas a la basura y a la salubridad del medio ambiente.
Las modificaciones al nuevo Código de Faltas incluyen subas de entre el 500 y el 1.000 por ciento en los máximos de las multas vinculadas con la disposición de la basura, la higiene de los terrenos baldíos, el arrojo de agua a la vía pública y las contravenciones en los referido al transporte de líquidos cloacales y sustancias peligrosas.
El tema de los cartoneros, a su vez, será abordado con criterios que se aparten de la tendencia discriminatoria que se ha insinuado en Buenos Aires y que apunten a la regularización de quienes encuentran en esa tarea una opción laboral que les permite seguir viviendo. Los mismos trabajadores del ramo –que se han organizado en un Movimiento Nacional de Cartoneros y Recicladores (Mocar)– han solicitado que se concreten las plantas de reciclado y que se implementen uniformes y carnés para regular su actividad. Todos estos aspectos están contemplados por la comisión especial del Concejo Deliberante que estudia el nuevo pliego de recolección de residuos.
Poner empalizadas en los baldíos, transformar los que se encuentran en predios fiscales en espacios verdes y eventualmente en lugares de esparcimiento para los niños y, en la medida de lo posible, cerrarlos durante la noche; forestar sin pausa y crear una escombrera donde se volcarán y triturarán los residuos que genera la brusca expansión inmobiliaria que experimenta Córdoba, a fin de utilizarlos como relleno, son expedientes contemplados en el proyecto o que convendrá incluir en él, para hacer de esta ciudad un lugar menos azaroso y más proclive al disfrute y armonía psíquica de sus habitantes.
Córdoba es la segunda ciudad del país y fue su más importante polo de desarrollo en el interior durante muchos años. Para devolverle esta categoría y armonizarla mejor, iniciativas como la prohijada por la intendencia vienen muy al caso. Pero sólo con una acción concertada, consistente y continuada se podrá asegurar su éxito.
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Limpieza urbana y orden social
La iniciativa municipal de erradicar los basurales más grandes de la ciudad es un paso importante para empezar a poner a Córdoba a la altura de su potencial capacidad de crecimiento.
El principio de disciplina es fundamental para el ordenamiento social. Entre nosotros hace tiempo que esa presuposición, indispensable para el funcionamiento orgánico de nuestra ciudad, por ejemplo, entró en crisis. No se sabe si como consecuencia de una reacción al ordenancismo arbitrario y autoritario de la época de la dictadura o por mero descuido, pereza o abandono –es posible que por una combinación de todas esas cosas–, pero ya se ha hecho evidente que si Córdoba quiere ponerse a la altura que le consiente su población y su potencial productivo, deben ajustarse muchas de las pautas que, teórica más que efectivamente, regulan la actividad colectiva.
Y eso va desde el comportamiento de las barras bravas que destrozan no sólo a los vecindarios sino al fútbol (como quedó demostrado en los incidentes protagonizados por los vándalos que el pasado miércoles destruyeron las instalaciones del Club Racing en barrio Talleres), como por la casi intolerable situación a que se ha llegado en la ciudad en materia de basurales, de funcionamiento de la empresa encargada de la limpieza urbana y de comportamiento de los mismos ciudadanos.
Las nuevas autoridades de la intendencia parecen haber comprendido la gravedad de este último problema y han lanzado un programa dirigido a poner orden en la materia, cosa que permitirá a Córdoba mejorar mucho en lo referido a su estatus ambiental y la educación ciudadana, que también es precisa para que las mejoras que puedan obtenerse se mantengan a lo largo del tiempo.
El programa anunciado por el intendente Daniel Giacomino prevé erradicar 21 de los 70 basurales a cielo abierto que existen en la ciudad, con una inversión de tres millones de pesos, financiada por la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación. Esto se complementará con un programa social y educativo sobre el manejo de los residuos y –cosa esencial– con un drástico incremento de las multas por infracciones vinculadas a la basura y a la salubridad del medio ambiente.
Las modificaciones al nuevo Código de Faltas incluyen subas de entre el 500 y el 1.000 por ciento en los máximos de las multas vinculadas con la disposición de la basura, la higiene de los terrenos baldíos, el arrojo de agua a la vía pública y las contravenciones en los referido al transporte de líquidos cloacales y sustancias peligrosas.
El tema de los cartoneros, a su vez, será abordado con criterios que se aparten de la tendencia discriminatoria que se ha insinuado en Buenos Aires y que apunten a la regularización de quienes encuentran en esa tarea una opción laboral que les permite seguir viviendo. Los mismos trabajadores del ramo –que se han organizado en un Movimiento Nacional de Cartoneros y Recicladores (Mocar)– han solicitado que se concreten las plantas de reciclado y que se implementen uniformes y carnés para regular su actividad. Todos estos aspectos están contemplados por la comisión especial del Concejo Deliberante que estudia el nuevo pliego de recolección de residuos.
Poner empalizadas en los baldíos, transformar los que se encuentran en predios fiscales en espacios verdes y eventualmente en lugares de esparcimiento para los niños y, en la medida de lo posible, cerrarlos durante la noche; forestar sin pausa y crear una escombrera donde se volcarán y triturarán los residuos que genera la brusca expansión inmobiliaria que experimenta Córdoba, a fin de utilizarlos como relleno, son expedientes contemplados en el proyecto o que convendrá incluir en él, para hacer de esta ciudad un lugar menos azaroso y más proclive al disfrute y armonía psíquica de sus habitantes.
Córdoba es la segunda ciudad del país y fue su más importante polo de desarrollo en el interior durante muchos años. Para devolverle esta categoría y armonizarla mejor, iniciativas como la prohijada por la intendencia vienen muy al caso. Pero sólo con una acción concertada, consistente y continuada se podrá asegurar su éxito.
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