6 sept 2007
Cultivaron 2.000 árboles
1:17 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (06/09/2007)
Cultivaron 2.000 árboles autóctonos pero ahora no tienen dónde plantarlos
Un grupo de chicos del Agrotécnico Pizzurno de Sampacho cuidaron durante un año de las plantas que tenían como destino recuperar especies perdidas en incendios forestales. Pero ahora nadie los quiere
El proyecto ecológico del año pasado que impulsaron jóvenes del Agrotécnico del Instituto Pablo A. Pizzurno de esta localidad parece haber ingresado en un callejón sin salida. A los fines de atenuar los devastadores resultados de los incendios en las sierras y como una manera de contribuir a la reposición de la fauna autóctona que fuera devorada por las llamas en esas regiones naturales, el año anterior profesores y alumnos comenzaron a criar la mayor cantidad de plantas posibles y se ofrecieron ellos mismos para ir a los sitios afectados a trasplantarlas.
Pero la ilusión de los alumnos tuvo un giro inesperado: todo hace indicar que de las zonas afectadas por el fuego hoy nadie les quiere recibir las plantas y con evasivas en varios sitios de la provincia de Córdoba les hacen entender que no las necesitan, que las plantas no hacen falta.
Algunos de los alumnos perciben que algo extraño sucede con las respuestas de los mayores y ya comienzan a sentirse desorientados y desilusionados porque vislumbran que el esfuerzo ha sido en vano.
El profesor Carlos Formica brindó pormenores al respecto. Dijo que al momento en que PUNTAL dio a conocer la iniciativa, recibieron muestras de adhesión de muchos establecimientos educacionales de la provincia e incluso de órganos ambientalistas.
“Recibimos las felicitaciones porque la idea generó muestras de adhesión. Se trataba de reponer las plantas que se devoró el fuego, pero ahora chocamos con la indiferencia de sectores donde sabemos hubo incendios y nos dicen que eran plantaciones privadas, y con ciertos términos nos dan a entender que no es necesario plantarlas en esas regiones. Se imaginan ustedes como pueden llegar a sentirse los alumnos”, reflexionó muy preocupado.
Corroborando tales dichos realizaron contactos en las regiones próximas a Yacanto, Santa Rosa de Calamuchita, regiones de Achiras y Alpa Corral, pero las respuestas con evasivas ya son una constante.
Una tarea sin descanso
Para cultivar las plantas los alumnos del Agrotécnico debieron trabajar durante las vacaciones. Así se las ingeniaron para que no les falte el agua cuando hubo sequía, limpiar los canteros de malezas y evitar las grandes tormentas con sus granizadas. “En el verano nos turnamos para venir y no descuidarlas”, contaron los chicos.
Los alumnos recordaron que la nevada de julio les generó todo un problema al igual que las heladas, pero el proceso fue sorteado por el gran amor que ellos pusieron en el proyecto.
Hoy hay especies de algarrobos, acacias, caldenes, chañares, molles y espinillos listos para trasplantar por mencionar algunos. “Para nosotros sería muy fácil: hacemos una plantación en nuestra zona y listo, pero ese no era el objetivo del proyecto inicial”, dijo el profesor Formica.
Sin respuestas
“Los mayores muchas veces solemos cuestionar a los jóvenes en distintos aspectos, pero en este caso y como docentes, quiero revalorizar el trabajo que ellos (sus alumnos) han realizado”, dijo Elsa Beatriz Ghigo la directora del establecimiento.
Recordó que de una u otra forma fueron cerca de un centenar de alumnos quienes se entusiasmaron con la idea de recuperar una parte minúscula de la flora silvestre perdida por los incendios y por eso lo hicieron con tanta responsabilidad.
“Nuestro instituto se muestra un tanto preocupado ante la escasa repercusión que tiene el proyecto que por extraña paradoja recibiera muestras de agrado generalizada cuando lo dimos a conocer”, reflexionó no sin cierta pena la directora Elsa Ghigo quien sostuvo que por lo menos se intentó y que se pudo rescatar la inquietud de alumnos y profesores que tomaron parte de esta iniciativa ecológica.
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Cultivaron 2.000 árboles autóctonos pero ahora no tienen dónde plantarlos
Un grupo de chicos del Agrotécnico Pizzurno de Sampacho cuidaron durante un año de las plantas que tenían como destino recuperar especies perdidas en incendios forestales. Pero ahora nadie los quiere
El proyecto ecológico del año pasado que impulsaron jóvenes del Agrotécnico del Instituto Pablo A. Pizzurno de esta localidad parece haber ingresado en un callejón sin salida. A los fines de atenuar los devastadores resultados de los incendios en las sierras y como una manera de contribuir a la reposición de la fauna autóctona que fuera devorada por las llamas en esas regiones naturales, el año anterior profesores y alumnos comenzaron a criar la mayor cantidad de plantas posibles y se ofrecieron ellos mismos para ir a los sitios afectados a trasplantarlas.
Pero la ilusión de los alumnos tuvo un giro inesperado: todo hace indicar que de las zonas afectadas por el fuego hoy nadie les quiere recibir las plantas y con evasivas en varios sitios de la provincia de Córdoba les hacen entender que no las necesitan, que las plantas no hacen falta.
Algunos de los alumnos perciben que algo extraño sucede con las respuestas de los mayores y ya comienzan a sentirse desorientados y desilusionados porque vislumbran que el esfuerzo ha sido en vano.
El profesor Carlos Formica brindó pormenores al respecto. Dijo que al momento en que PUNTAL dio a conocer la iniciativa, recibieron muestras de adhesión de muchos establecimientos educacionales de la provincia e incluso de órganos ambientalistas.
“Recibimos las felicitaciones porque la idea generó muestras de adhesión. Se trataba de reponer las plantas que se devoró el fuego, pero ahora chocamos con la indiferencia de sectores donde sabemos hubo incendios y nos dicen que eran plantaciones privadas, y con ciertos términos nos dan a entender que no es necesario plantarlas en esas regiones. Se imaginan ustedes como pueden llegar a sentirse los alumnos”, reflexionó muy preocupado.
Corroborando tales dichos realizaron contactos en las regiones próximas a Yacanto, Santa Rosa de Calamuchita, regiones de Achiras y Alpa Corral, pero las respuestas con evasivas ya son una constante.
Una tarea sin descanso
Para cultivar las plantas los alumnos del Agrotécnico debieron trabajar durante las vacaciones. Así se las ingeniaron para que no les falte el agua cuando hubo sequía, limpiar los canteros de malezas y evitar las grandes tormentas con sus granizadas. “En el verano nos turnamos para venir y no descuidarlas”, contaron los chicos.
Los alumnos recordaron que la nevada de julio les generó todo un problema al igual que las heladas, pero el proceso fue sorteado por el gran amor que ellos pusieron en el proyecto.
Hoy hay especies de algarrobos, acacias, caldenes, chañares, molles y espinillos listos para trasplantar por mencionar algunos. “Para nosotros sería muy fácil: hacemos una plantación en nuestra zona y listo, pero ese no era el objetivo del proyecto inicial”, dijo el profesor Formica.
Sin respuestas
“Los mayores muchas veces solemos cuestionar a los jóvenes en distintos aspectos, pero en este caso y como docentes, quiero revalorizar el trabajo que ellos (sus alumnos) han realizado”, dijo Elsa Beatriz Ghigo la directora del establecimiento.
Recordó que de una u otra forma fueron cerca de un centenar de alumnos quienes se entusiasmaron con la idea de recuperar una parte minúscula de la flora silvestre perdida por los incendios y por eso lo hicieron con tanta responsabilidad.
“Nuestro instituto se muestra un tanto preocupado ante la escasa repercusión que tiene el proyecto que por extraña paradoja recibiera muestras de agrado generalizada cuando lo dimos a conocer”, reflexionó no sin cierta pena la directora Elsa Ghigo quien sostuvo que por lo menos se intentó y que se pudo rescatar la inquietud de alumnos y profesores que tomaron parte de esta iniciativa ecológica.
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