16 ene 2015
Opinión de como evitar inundaciones en el Ctalamochita
8:44 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Diario de Villa María (16/01/2015)
¿Cómo evitar que el río se lleve nuestros sueños?
Francisco Márquez cuestiona la utilidad de las obras en el río y propone mejoras urgentes y otras a largo plazo
“Creo que corresponde diferenciar la creciente del martes, producto de la lluvia de Río Tercero y Corralito, estimada en unos 200 mm, con la inundación ocurrida en el mes de febrero de 2014.
En esa oportunidad se dio una lluvia extraordinaria en la cuenca alta del embalse del Río Tercero. Este dique, que tiene una superficie de 5.426 hectáreas, un paredón de 50 metros. de altura y un volumen de 560 hectómetros cúbicos, tiene una cuenca inmensa que va desde el cerro Champaquí hasta prácticamente la ruta que une Los Cóndores con Berrotarán; allíllovieron en los días previos al 17 de febrero una enormidad de agua, que hizo que el lago creciera tres metros en pocas horas, tal como lo afirman Chalita, Vázquez, Piazza y otros vecinos de Villa María que estaban en sus viviendas de Embalse, Embalsina y Villa Rumipal.
A partir de allí y por varios días, según los informes de las ONG y los oficiales, que se pueden obtener de Internet, el caudal pasó de 27 metros cúbicos por segundo, que es la media anual; a 600 metros cúbicos por segundo.
Ahora bien, es importante aquí comparar la capacidad para contener volúmenes de agua de los diques Piedras Moras y Embalse de Río Tercero. Este último es capaz de contener, como ya le dije, 560 hm3, mientras que Piedras Moras lleno al labio de vertedero solamente 47 hm3.
Teniendo en cuenta eso, si en febrero, durante esos días, tuvo un caudal de 600 metros cúbicos por segundo y si a esta cifra la multiplicamos por 60 minutos, obtenemos 36.000 m3 por hora y esto, lo multiplicamos por 24 horas, nos da la suma de 51.840.000 por día. Esto quiere decir 518 hectómetros cúbicos por día, o lo que es lo mismo, al Dique Piedras Moras le entraba un 10% más de su capacidad de contencion. ¿Qué representa este dato numérico? Que si el Dique Piedras Moras hubiese estado vacío, la inundación sólo hubiese durado un día menos, pero habría sido igual de catastrófica.
En una palabra, en ese momento ocurrió un fenómeno natural, que salvo intencionalidad política, no se le puede hechar la culpa ni al Gobierno provincial ni a los gobiernos municipales.
La catástrofe ha quedado en la memoria de los afectados como un shock por estrés postraumático, la mayoría hemos sufrido la pérdida de muebles, fotografías, cloacas, cimientos; es decir, ha habido una pérdida de esas pequeñas cosas, como las fotos de los hijos cuando eran niños, de los muebles de la abuela y un tremendo daño económico para reparar las viviendas, más la intimidad ultrajada de muchos vecinos que debimos abandonar las viviendas y entregárselas a albañiles, plomeros, electricistas, con el daño psicológico y económico que eso significó.
Lo ocurrido hoy es muy diferente, pero sirve como ensayo de la eficacia del trabajo realizado desde que bajó el agua en febrero, hasta hoy. Y el resultado, lamentablemente es reprobado.
Las autoridades de Hidráulica de la Provincia concertaron con las municipalidades de Villa María y Villa Nueva la extracción de áridos, supresión de islas, etcétera, a fin de facilitar el ensanche del río, lo que dicho de manera gráfica, se trata de acciones para que el agua, en lugar de ir por una ruta, vaya por una autopista.
Para los vecinos de Vista Verde, Mariano Moreno y Villa Oeste, esta obra es insuficiente hasta ahora. Me explico, el río a su paso por Villa María sufrió dos intervenciones propias de la ingeniería civil, que han causado un efecto colateral seguramente impensado.
Esas dos obras son el Balneario, construido durante la intervención-Intendencia de (Adolfo) Jaca y el relleno y angostamiento del cauce, a la altura de la Casa de la Familia, realizado durante la Intendencia de (Miguel Angel) Veglia.
Estas dos obras, que embellecen la ciudad de Villa María, produjeron una disminución de la velocidad del río y con ello, un aminoramiento en la capacidad de arrastre de sedimentos, y por tanto hace que el cauce no se mantenga en la profundidad.
El Gobierno provincial facultó a los municipios para que extrajeran áridos de manera de ensanchar el río, y eso se ha hecho, supongo yo, donde era más fácil o rentable, ya que los áridos extraídos seguramente han servido para que las empresas privadas que hicieron el trabajo o las propias municipalidades utilicen dicho material, dado que, por ejemplo, una camionada de arena, ronda los $1.000.
El problema es en la isla que ha quedado al frente de la Casa de la Familia. Allí hay gran cantidad de árboles y entonces la obra anterior de nada sirve, ya que el cauce sigue siendo igual de ancho y profundo que en febrero y por tanto sirve de represa.
Conclusión; esta mañana (por el miércoles) el río en la parte más profunda de donde termina el pavimento de la costanera, alcanzó aproximadamente 2,20 metros, la misma altura que en el puente Alberdi, donde la miden los bomberos, pero siendo éste más angosto, como ya no estaba el freno del Balneario y la curva de “Veglia-Casa de la Familia” el caudal tiene mayor velocidad, mientras que en la zona que divide Vista Verde con Villa Oeste, sigue a la misma velocidad, entonces a pesar de ser mucho más ancho, se inunda igual.
El importante albardón construido por el intendente (Eduardo) Accastello, quizás, quizás, quizás, pueda contener otra creciente extraordinaria, pero a Villa Oeste, que es más alta, y probablemente a Villa Nueva, toda el agua se la va a llevar puesta.
Conclusiones finales
¿Qué alternativas nos quedan a los villanovenses? La primera, la urgente, exigir que se ensanche el cauce a la altura de la curva de “Veglia-Casa de Familia” y que cuando el río viene “bravo”, se abran las compuertas del Balneario.
La de fondo, soñar, discutir y construir un azud nivelador a la altura del puente Andino, con un canal de sangría hacia Arroyo Cabral que vaya entre la ruta 158 y las vías del Andino, hasta el camino paralelo a la ruta 2 que va hacia el cañadón de los orquetones.
Costo, no sé, habría que ver; pero quizás sea menos de lo que se gasta en un par de campañas publicitarias para ser presidente, gobernador e intendente.
¿Para qué serviría? Para crear un nuevo reservorio de agua, para utilizar ésta para el riego y hacer de Villa Nueva un verdadero polo hortícola y para evitar que el río se lleve nuestros sueños.
Ver Noticia On Line
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¿Cómo evitar que el río se lleve nuestros sueños?
Francisco Márquez cuestiona la utilidad de las obras en el río y propone mejoras urgentes y otras a largo plazo
“Creo que corresponde diferenciar la creciente del martes, producto de la lluvia de Río Tercero y Corralito, estimada en unos 200 mm, con la inundación ocurrida en el mes de febrero de 2014.
En esa oportunidad se dio una lluvia extraordinaria en la cuenca alta del embalse del Río Tercero. Este dique, que tiene una superficie de 5.426 hectáreas, un paredón de 50 metros. de altura y un volumen de 560 hectómetros cúbicos, tiene una cuenca inmensa que va desde el cerro Champaquí hasta prácticamente la ruta que une Los Cóndores con Berrotarán; allíllovieron en los días previos al 17 de febrero una enormidad de agua, que hizo que el lago creciera tres metros en pocas horas, tal como lo afirman Chalita, Vázquez, Piazza y otros vecinos de Villa María que estaban en sus viviendas de Embalse, Embalsina y Villa Rumipal.
A partir de allí y por varios días, según los informes de las ONG y los oficiales, que se pueden obtener de Internet, el caudal pasó de 27 metros cúbicos por segundo, que es la media anual; a 600 metros cúbicos por segundo.
Ahora bien, es importante aquí comparar la capacidad para contener volúmenes de agua de los diques Piedras Moras y Embalse de Río Tercero. Este último es capaz de contener, como ya le dije, 560 hm3, mientras que Piedras Moras lleno al labio de vertedero solamente 47 hm3.
Teniendo en cuenta eso, si en febrero, durante esos días, tuvo un caudal de 600 metros cúbicos por segundo y si a esta cifra la multiplicamos por 60 minutos, obtenemos 36.000 m3 por hora y esto, lo multiplicamos por 24 horas, nos da la suma de 51.840.000 por día. Esto quiere decir 518 hectómetros cúbicos por día, o lo que es lo mismo, al Dique Piedras Moras le entraba un 10% más de su capacidad de contencion. ¿Qué representa este dato numérico? Que si el Dique Piedras Moras hubiese estado vacío, la inundación sólo hubiese durado un día menos, pero habría sido igual de catastrófica.
En una palabra, en ese momento ocurrió un fenómeno natural, que salvo intencionalidad política, no se le puede hechar la culpa ni al Gobierno provincial ni a los gobiernos municipales.
La catástrofe ha quedado en la memoria de los afectados como un shock por estrés postraumático, la mayoría hemos sufrido la pérdida de muebles, fotografías, cloacas, cimientos; es decir, ha habido una pérdida de esas pequeñas cosas, como las fotos de los hijos cuando eran niños, de los muebles de la abuela y un tremendo daño económico para reparar las viviendas, más la intimidad ultrajada de muchos vecinos que debimos abandonar las viviendas y entregárselas a albañiles, plomeros, electricistas, con el daño psicológico y económico que eso significó.
Lo ocurrido hoy es muy diferente, pero sirve como ensayo de la eficacia del trabajo realizado desde que bajó el agua en febrero, hasta hoy. Y el resultado, lamentablemente es reprobado.
Las autoridades de Hidráulica de la Provincia concertaron con las municipalidades de Villa María y Villa Nueva la extracción de áridos, supresión de islas, etcétera, a fin de facilitar el ensanche del río, lo que dicho de manera gráfica, se trata de acciones para que el agua, en lugar de ir por una ruta, vaya por una autopista.
Para los vecinos de Vista Verde, Mariano Moreno y Villa Oeste, esta obra es insuficiente hasta ahora. Me explico, el río a su paso por Villa María sufrió dos intervenciones propias de la ingeniería civil, que han causado un efecto colateral seguramente impensado.
Esas dos obras son el Balneario, construido durante la intervención-Intendencia de (Adolfo) Jaca y el relleno y angostamiento del cauce, a la altura de la Casa de la Familia, realizado durante la Intendencia de (Miguel Angel) Veglia.
Estas dos obras, que embellecen la ciudad de Villa María, produjeron una disminución de la velocidad del río y con ello, un aminoramiento en la capacidad de arrastre de sedimentos, y por tanto hace que el cauce no se mantenga en la profundidad.
El Gobierno provincial facultó a los municipios para que extrajeran áridos de manera de ensanchar el río, y eso se ha hecho, supongo yo, donde era más fácil o rentable, ya que los áridos extraídos seguramente han servido para que las empresas privadas que hicieron el trabajo o las propias municipalidades utilicen dicho material, dado que, por ejemplo, una camionada de arena, ronda los $1.000.
El problema es en la isla que ha quedado al frente de la Casa de la Familia. Allí hay gran cantidad de árboles y entonces la obra anterior de nada sirve, ya que el cauce sigue siendo igual de ancho y profundo que en febrero y por tanto sirve de represa.
Conclusión; esta mañana (por el miércoles) el río en la parte más profunda de donde termina el pavimento de la costanera, alcanzó aproximadamente 2,20 metros, la misma altura que en el puente Alberdi, donde la miden los bomberos, pero siendo éste más angosto, como ya no estaba el freno del Balneario y la curva de “Veglia-Casa de la Familia” el caudal tiene mayor velocidad, mientras que en la zona que divide Vista Verde con Villa Oeste, sigue a la misma velocidad, entonces a pesar de ser mucho más ancho, se inunda igual.
El importante albardón construido por el intendente (Eduardo) Accastello, quizás, quizás, quizás, pueda contener otra creciente extraordinaria, pero a Villa Oeste, que es más alta, y probablemente a Villa Nueva, toda el agua se la va a llevar puesta.
Conclusiones finales
¿Qué alternativas nos quedan a los villanovenses? La primera, la urgente, exigir que se ensanche el cauce a la altura de la curva de “Veglia-Casa de Familia” y que cuando el río viene “bravo”, se abran las compuertas del Balneario.
La de fondo, soñar, discutir y construir un azud nivelador a la altura del puente Andino, con un canal de sangría hacia Arroyo Cabral que vaya entre la ruta 158 y las vías del Andino, hasta el camino paralelo a la ruta 2 que va hacia el cañadón de los orquetones.
Costo, no sé, habría que ver; pero quizás sea menos de lo que se gasta en un par de campañas publicitarias para ser presidente, gobernador e intendente.
¿Para qué serviría? Para crear un nuevo reservorio de agua, para utilizar ésta para el riego y hacer de Villa Nueva un verdadero polo hortícola y para evitar que el río se lleve nuestros sueños.
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