16 feb 2024

Advierten sobre el desagote de líquido cloacal al río

 


El Puntal de Río Cuarto (16/02/2024)
Desagote de líquido cloacal al río: advierten por el impacto ambiental y riesgo sanitario

Según dijo el biólogo y ambientalista Raúl Montenegro, los efluentes representan un grave peligro para el ecosistema y la biodiversidad y una situación crítica en materia de salud por la contaminación bacteriana y viral
La descarga de efluentes cloacales provenientes de Las Higueras casi sin tratamiento al río Cuarto es una problemática que está siendo abordada por la Municipalidad de la localidad y el Ministerio de Ambiente de la Provincia, los cuales evalúan soluciones. No obstante, la afluencia de estos residuos en medio de la Reserva Chocancharava tiene un impacto ambiental negativo tanto en el ecosistema y la biodiversidad como en la salud de la población. Así lo señaló a Puntal el biólogo y presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente, Raúl Montenegro.
 El especialista sostuvo que para conocer el verdadero efecto que tiene este desagote de líquidos en el río hay que tener en cuenta “que, si el caudal baja y se mantiene constante la descarga, entonces el poder de dilución disminuye. O sea, cuanto menos caudal haya, mayor va a ser la concentración de la parte contaminante que aporta el líquido”. “Ese es un punto muy importante porque, de acuerdo a cómo evolucione el caudal de la masa receptora, va a ser el impacto de la masa volcada. Es decir, en los momentos en los que el caudal del río es más bajo, el impacto va a ser mayor”, detalló.
Según ilustró el especialista, “los cursos de agua de la provincia de Córdoba son de régimen monzónico, eso quiere decir que tienen que crecer en verano y bajar en invierno. Es decir que, si el valor de la descarga cloacal se mantiene más o menos durante todo el año, la contaminación más crítica será en invierno y se reduce un poco el impacto cuando el caudal sea mayor, que, de acuerdo con datos históricos, esto sería en el mes de diciembre”.
Al mismo tiempo, estableció otro punto de relevancia y se trata de la presencia de residuos peligrosos en los efluentes. Indicó que, si bien “los líquidos cloacales no entran dentro de lo regulado por la normativa 24051, que es la Ley Nacional de Residuos Peligrosos, técnicamente consideramos que los líquidos cloacales tienen dos cargas en términos de riesgo. Una, residuos peligrosos porque las personas descargan, sobre todo cuando tienen colectora cloacal, tiran restos de solventes, medicamentos usados, la propia materia fecal y la orina. Si la persona está tomando medicamentos, van a estos residuos. Es decir, se utilizan muchísimo los inodoros como si fueran un pequeño vertedero”, explicitó.
A propósito de ello, Montenegro insistió: “En algunas acciones judiciales que hemos hecho nosotros, la Justicia Federal tomó como criterio que los líquidos cloacales podían tener residuos peligrosos”.
En tanto, también el exceso de materia orgánica que tiene este tipo de residuos representa un gran riesgo, según agregó el biólogo, ya que contiene “mucho fósforo y nitrógeno”. “El exceso de estos elementos suele generar la acción de eutrofización cultural (disminución de la concentración de oxígeno en agua). Eso no pasa tanto en los cursos de agua, pero sí pasa en las masas de agua estancada de los lagos. Por ejemplo, el lago de San Roque es un lago eutrófico cultural porque depende de descargas humanas. Un exceso de materia orgánica no es bueno porque la capacidad que tienen los cursos de agua para degradar materia orgánica es limitada”, precisó.

Riesgos para la salud
El ambientalista hizo referencia a los peligros sanitarios y habló sobre el saneamiento que se les debería hacer a los efluentes. “Lo ideal es un tratamiento terciario, que es el que saca el fósforo y el nitrógeno, pero cuando los líquidos están crudos significa que no tenemos ni primario, ni secundario, ni terciario. Es decir que en primer término tenemos residuos peligrosos, variables e impredecibles. Lo segundo, exceso de materia orgánica con una alta carga de fósforo y nitrógeno. Y el tercero, que es lo más crítico en términos de salud, son las poblaciones bacterianas y virales que vienen con el líquido cloacal. En el lugar donde se descarga hay como una especie de pluma de contaminación y en un río, agua abajo, se extiende esta pluma. Cuanto más contaminante se descarga, más larga e intensa será esa pluma. Eso implica que toda el agua, las personas que acceden a esa agua, si la toman sin tratamiento o tiene contacto directo, es crítico porque están sometidas a contaminantes como residuos peligrosos y virus y bacterias que vienen con la descarga”, subrayó.
Finalmente, recalcó que “cada curso de agua es como un ecosistema terrestre y, cuanto más contaminado esté, menos biodiversidad tendrá. O sea que, mientras más se contamine con líquido cloacal, residuos peligrosos, con materia orgánica, con bacterias y virus, menor va a ser la biodiversidad”.
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