17 ene 2018
Basura: grande residuos y La Cañada
8:00 a.m. | 
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Eco Sitio |
La Voz del Interior (17/01/2018)
Se tiraron y se sacaron de La Cañada 20 camionadas de basura durante 2017
Unos 240 metros cúbicos de basura. Esa fue la cantidad de residuos sólidos que a lo largo del año pasado, en seis intervenciones entre mayo y noviembre, se extrajeron del cauce de La Cañada, la mayoría en el tramo entre la calle Canalejas y la avenida Julio A. Roca. Fueron, durante el año pasado, 20 camiones con bateas para cargar 12 metros cúbicos cada uno, lo que totalizaron esa cantidad de residuos.
Hay, además, una cantidad incontable de basura que es arrojada en el tramo céntrico del arroyo encauzado: sillones, colchones, bolsas con basura domiciliaria, vasos y botellas que dejan la noche cordobesa. Residuos de menor tamaño que cada creciente arrastra hacia el Suquía, sumándole contaminantes al río.
La Cañada no volverá a limpiarse a fondo hasta después de mayo, cuando las intempestivas crecientes dejen de ser un peligro para los trabajadores y puedan volver a ingresar las palas y los camiones del Ente de Servicios y Obras Públicas –Esop–, a cargo de ese trabajo.
Recién entonces, casi 20 operarios, una pala mediana y otra más chica, y dos camiones, cada uno con capacidad para transportar 12 metros cúbicos por viaje, ingresarán por la única rampa asfaltada de acceso que tiene, a la altura de Marcelo T. de Alvear 2400, en barrio Villa Achával, al frente de barrio Bella Vista, en la ribera contraria.
Luego del puente de Julio A. Roca, la contaminación del curso llegará desde las incontables conexiones ilegales de cloacas que utilizan para la evacuación los desagües pluviales que dan a La Cañada hasta su desembocadura en el río.
“Da vergüenza y bronca cómo maltratamos a este ícono de Córdoba. Desde los residuos cloacales de los barrios cerrados hasta las botellas de bebida que se tiran en Güemes y Nueva Córdoba”, dice César Ferreyra, titular de Esop.
En proximidades a esa rampa de acceso libre para los vecinos se concentran los grandes volúmenes de residuos sólidos que se arrojan al arroyo. En noviembre último, por ejemplo, en esa rampa quedó abandonada una carrocería de auto. Desde allí, la zona crítica se prolonga casi 100 metros hacia Julio A. Roca.
Hasta mayo próximo, cada creciente desplazará los escombros, ramas y deshechos hacia el Suquía. Recién entonces se realizará la primera gran limpieza del año, en un operativo que demandará entre seis y ocho días. “La rampa y ese entorno favorecen la descarga ilegal de basura”, reconoce Ferreyra. “El nivel de contaminación es muy grande”, agrega.
“Es incomprensible que la rampa de acceso a La Cañada esté abierta, porque es en las inmediaciones de aquella donde se concentra la mayor parte de los residuos”, apunta el biólogo Federico Kopta, presidente del Foro Ambiental Córdoba.
Los residuos son llevados al predio de enterramiento Piedra Blanca, pero una cantidad no especificada queda en las márgenes del Suquía, arrastrada en cada inundación.
En este punto, tras una discusión de tres años en el Concejo Deliberante, fue aprobada en 2015 la ordenanza 12.451, que establece la medición de la contaminación de los tres cursos de agua de la ciudad. Dos años más tarde, en octubre de 2017, la norma fue reglamentada. El texto establece que, en el caso de La Cañada, se harán mediciones en julio y febrero de cada año en tres puntos. Sus resultados se publicarían de manera trimestral.
Según el portal de datos de la Municipalidad, al 31 de diciembre último aún no se había adquirido el equipo necesario para realizar la medición de la calidad de agua en los tres cursos.
Qué encontraron en el arroyo durante 2017
Cuadros de motos, carrocerías, cillones, colchones y heladeras.
La Municipalidad realiza desde octubre del año pasado obras para refuncionalizar La Cañada en su superficie, en el tramo que va desde Julio A. Roca hasta el río. Se trata de una obra de 26,7 millones de pesos que contempla el cambio del solado y la instalación de 160 lámparas led de 36 vatios en cada lateral. Respecto de las tipas, la Municipalidad informó que hay 388 ejemplares, faltan 31 y 52 necesitan una intervención de especialistas. En ese sentido, se construyen nuevas cazuelas para que la vereda no afecte a las raíces. El criterio es que cada cazuela se adapte a la raíz del ejemplar. También se realizará una poda de las copas para mejorar el equilibrio de las ramas. Las tareas se iniciaron en las veredas que van en el tramo desde Pueyrredón hasta Fructuoso Rivera. Todos los trabajos deberían finalizarse en marzo próximo, según informa el portal de Datos Abiertos de la Municipalidad, que consigna, además, que el contratista encargado de la obra es Diego Martín Benedetti.
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Los residuos grandes no son recogidos a tiempo
La Municipalidad, no las empresas de recolección, tiene a su cargo los residuos de gran tamaño en la vía pública. Como el 30 por ciento de Higiene Urbana está de vacaciones, permanecen largos períodos sin destino.
El tratamiento de los residuos en la ciudad de Córdoba, así como en el resto del país, no deja de ser problemático. El drama se acrecienta cuando esa basura tiene grandes dimensiones, como puede ser el producto de una poda de árboles, escombros o artefactos voluminosos de una vivienda.
Para casos de denuncia o pedidos de autorización de poda, el vecino debe solicitar la visita de un inspector de la Municipalidad. Alberto Guzmán, subsecretario de Higiene Urbana, aclaró que estos controles pueden llegar a demorarse, durante enero y febrero, más que lo habitual, ya que el 30 por ciento de la planta se encuentra de vacaciones.
No pasa lo mismo con las empresas privadas de limpieza, ya que contratan agentes para reemplazar las bajas por receso estival. Guzmán cuestionó que la gran mayoría de los cordobeses no sabe cómo manipular correctamente esos inservibles.
“Cada vez que un vecino necesite sacar un árbol, deberá acercarse al CPC más cercano y pedir autorización. Un inspector visitará la vivienda, habilitará la extracción y recomendará con qué especie reemplazará el árbol extraído. El propietario deberá luego contratar un contenedor de una empresa autorizada”, indicó Guzmán, aunque aclaró que este procedimiento rara vez sucede.
Hoy es la comuna la responsable de controlar los residuos de grandes dimensiones. El procedimiento regular debería comenzar con la denuncia o pedido de intervención del vecino y el control de un inspector municipal. Sin embargo, como buena parte de la dependencia se encuentra de vacaciones, ese trámite puede demorarse.
Guzmán indicó que el nuevo pliego de licitación para el tratamiento de la basura contempla algunas modificaciones. Serán las empresas encargadas de la recolección de residuos domiciliarios las que también se hagan cargo de juntar basura de grandes dimensiones, siempre y cuando el volumen por familia no supere los dos metros cúbicos. Tal es el caso de las podas, escombros y los grandes inservibles de las viviendas.
“La gente acostumbra a tirar sillones, colchones y partes de televisores en la calle. Algunos esperan al carrero, y así se termina el asunto. Pero ese no es un procedimiento correcto”, aclaró.
“Seguramente, exigiremos multas más altas para aquellos que incumplan. Y haremos un seguimiento satelital de todos los camiones de limpieza”, agregó.
Llamadas equivocadas
Fuentes de Cotreco aclararon que la empresa sólo se encarga de la recolección de residuos domiciliarios y de su traslado hacia el predio de disposición final. También recoge bolsas con los restos de barrido y realiza la recolección diferenciada. Sin embargo, no se ocupa de los restos de podas ni de raíces, así como tampoco de retirar los animales de gran porte ni los grandes montículos de tierra.
“Todos los días recibimos reclamos de gente que nos pide por cosas que no podemos hacer. Nosotros no nos ocupamos del barrido de las calles, tampoco del alumbrado público”, informó su vocero, quien indicó que sólo en situaciones excepcionales, como en grandes tormentas, la empresa colabora con la Municipalidad en retirar los restos de árboles de las calles. Pero sólo en casos puntuales.
Para las tareas de barrido se ocupa el Ente de Servicios y Obras Públicas (Esop); y de los residuos patógenos, la empresa privada Taym. Ante la aparición de bolsas rojas ilegales, la denuncia se realiza en Higiene Urbana. Para el reciclado, hay distintos centros verdes en la ciudad de Córdoba.
Finalmente, los residuos electrónicos se depositan en los CPC más cercanos, mientras que no sean de gran tamaño, de lunes a viernes, en el horario de 8 a 14.
Tres vías para gestionar un reclamo a la “Muni”
Una es presencial, en el Palacio Municipal o en los CPC.
Vía app. Se puede requerir asistencia a través de la App #CBA147, disponible para Play Store. Para este caso es necesario darse de alta. Se carga el reclamo y se recibe una notificación en la casilla de correo electrónico.
En la web. Ingresar a la página: https://servicios.cordoba.gov.ar/ CBA147/Login.
Empresas. En el caso de los residuos domiciliarios secos y húmedos, el vecino debe llamar a Cotreco (si vive en zona sur) y Lusa (en zona norte). Para grandes cantidades de basura, el vecino deberá contratar un servicio de contenedor habilitado. Y para poda, autorización de la comuna.
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Se tiraron y se sacaron de La Cañada 20 camionadas de basura durante 2017
Unos 240 metros cúbicos de basura. Esa fue la cantidad de residuos sólidos que a lo largo del año pasado, en seis intervenciones entre mayo y noviembre, se extrajeron del cauce de La Cañada, la mayoría en el tramo entre la calle Canalejas y la avenida Julio A. Roca. Fueron, durante el año pasado, 20 camiones con bateas para cargar 12 metros cúbicos cada uno, lo que totalizaron esa cantidad de residuos.
Hay, además, una cantidad incontable de basura que es arrojada en el tramo céntrico del arroyo encauzado: sillones, colchones, bolsas con basura domiciliaria, vasos y botellas que dejan la noche cordobesa. Residuos de menor tamaño que cada creciente arrastra hacia el Suquía, sumándole contaminantes al río.
La Cañada no volverá a limpiarse a fondo hasta después de mayo, cuando las intempestivas crecientes dejen de ser un peligro para los trabajadores y puedan volver a ingresar las palas y los camiones del Ente de Servicios y Obras Públicas –Esop–, a cargo de ese trabajo.
Recién entonces, casi 20 operarios, una pala mediana y otra más chica, y dos camiones, cada uno con capacidad para transportar 12 metros cúbicos por viaje, ingresarán por la única rampa asfaltada de acceso que tiene, a la altura de Marcelo T. de Alvear 2400, en barrio Villa Achával, al frente de barrio Bella Vista, en la ribera contraria.
Luego del puente de Julio A. Roca, la contaminación del curso llegará desde las incontables conexiones ilegales de cloacas que utilizan para la evacuación los desagües pluviales que dan a La Cañada hasta su desembocadura en el río.
“Da vergüenza y bronca cómo maltratamos a este ícono de Córdoba. Desde los residuos cloacales de los barrios cerrados hasta las botellas de bebida que se tiran en Güemes y Nueva Córdoba”, dice César Ferreyra, titular de Esop.
En proximidades a esa rampa de acceso libre para los vecinos se concentran los grandes volúmenes de residuos sólidos que se arrojan al arroyo. En noviembre último, por ejemplo, en esa rampa quedó abandonada una carrocería de auto. Desde allí, la zona crítica se prolonga casi 100 metros hacia Julio A. Roca.
Hasta mayo próximo, cada creciente desplazará los escombros, ramas y deshechos hacia el Suquía. Recién entonces se realizará la primera gran limpieza del año, en un operativo que demandará entre seis y ocho días. “La rampa y ese entorno favorecen la descarga ilegal de basura”, reconoce Ferreyra. “El nivel de contaminación es muy grande”, agrega.
“Es incomprensible que la rampa de acceso a La Cañada esté abierta, porque es en las inmediaciones de aquella donde se concentra la mayor parte de los residuos”, apunta el biólogo Federico Kopta, presidente del Foro Ambiental Córdoba.
Los residuos son llevados al predio de enterramiento Piedra Blanca, pero una cantidad no especificada queda en las márgenes del Suquía, arrastrada en cada inundación.
En este punto, tras una discusión de tres años en el Concejo Deliberante, fue aprobada en 2015 la ordenanza 12.451, que establece la medición de la contaminación de los tres cursos de agua de la ciudad. Dos años más tarde, en octubre de 2017, la norma fue reglamentada. El texto establece que, en el caso de La Cañada, se harán mediciones en julio y febrero de cada año en tres puntos. Sus resultados se publicarían de manera trimestral.
Según el portal de datos de la Municipalidad, al 31 de diciembre último aún no se había adquirido el equipo necesario para realizar la medición de la calidad de agua en los tres cursos.
Qué encontraron en el arroyo durante 2017
Cuadros de motos, carrocerías, cillones, colchones y heladeras.
La Municipalidad realiza desde octubre del año pasado obras para refuncionalizar La Cañada en su superficie, en el tramo que va desde Julio A. Roca hasta el río. Se trata de una obra de 26,7 millones de pesos que contempla el cambio del solado y la instalación de 160 lámparas led de 36 vatios en cada lateral. Respecto de las tipas, la Municipalidad informó que hay 388 ejemplares, faltan 31 y 52 necesitan una intervención de especialistas. En ese sentido, se construyen nuevas cazuelas para que la vereda no afecte a las raíces. El criterio es que cada cazuela se adapte a la raíz del ejemplar. También se realizará una poda de las copas para mejorar el equilibrio de las ramas. Las tareas se iniciaron en las veredas que van en el tramo desde Pueyrredón hasta Fructuoso Rivera. Todos los trabajos deberían finalizarse en marzo próximo, según informa el portal de Datos Abiertos de la Municipalidad, que consigna, además, que el contratista encargado de la obra es Diego Martín Benedetti.
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Los residuos grandes no son recogidos a tiempo
La Municipalidad, no las empresas de recolección, tiene a su cargo los residuos de gran tamaño en la vía pública. Como el 30 por ciento de Higiene Urbana está de vacaciones, permanecen largos períodos sin destino.
El tratamiento de los residuos en la ciudad de Córdoba, así como en el resto del país, no deja de ser problemático. El drama se acrecienta cuando esa basura tiene grandes dimensiones, como puede ser el producto de una poda de árboles, escombros o artefactos voluminosos de una vivienda.
Para casos de denuncia o pedidos de autorización de poda, el vecino debe solicitar la visita de un inspector de la Municipalidad. Alberto Guzmán, subsecretario de Higiene Urbana, aclaró que estos controles pueden llegar a demorarse, durante enero y febrero, más que lo habitual, ya que el 30 por ciento de la planta se encuentra de vacaciones.
No pasa lo mismo con las empresas privadas de limpieza, ya que contratan agentes para reemplazar las bajas por receso estival. Guzmán cuestionó que la gran mayoría de los cordobeses no sabe cómo manipular correctamente esos inservibles.
“Cada vez que un vecino necesite sacar un árbol, deberá acercarse al CPC más cercano y pedir autorización. Un inspector visitará la vivienda, habilitará la extracción y recomendará con qué especie reemplazará el árbol extraído. El propietario deberá luego contratar un contenedor de una empresa autorizada”, indicó Guzmán, aunque aclaró que este procedimiento rara vez sucede.
Hoy es la comuna la responsable de controlar los residuos de grandes dimensiones. El procedimiento regular debería comenzar con la denuncia o pedido de intervención del vecino y el control de un inspector municipal. Sin embargo, como buena parte de la dependencia se encuentra de vacaciones, ese trámite puede demorarse.
Guzmán indicó que el nuevo pliego de licitación para el tratamiento de la basura contempla algunas modificaciones. Serán las empresas encargadas de la recolección de residuos domiciliarios las que también se hagan cargo de juntar basura de grandes dimensiones, siempre y cuando el volumen por familia no supere los dos metros cúbicos. Tal es el caso de las podas, escombros y los grandes inservibles de las viviendas.
“La gente acostumbra a tirar sillones, colchones y partes de televisores en la calle. Algunos esperan al carrero, y así se termina el asunto. Pero ese no es un procedimiento correcto”, aclaró.
“Seguramente, exigiremos multas más altas para aquellos que incumplan. Y haremos un seguimiento satelital de todos los camiones de limpieza”, agregó.
Llamadas equivocadas
Fuentes de Cotreco aclararon que la empresa sólo se encarga de la recolección de residuos domiciliarios y de su traslado hacia el predio de disposición final. También recoge bolsas con los restos de barrido y realiza la recolección diferenciada. Sin embargo, no se ocupa de los restos de podas ni de raíces, así como tampoco de retirar los animales de gran porte ni los grandes montículos de tierra.
“Todos los días recibimos reclamos de gente que nos pide por cosas que no podemos hacer. Nosotros no nos ocupamos del barrido de las calles, tampoco del alumbrado público”, informó su vocero, quien indicó que sólo en situaciones excepcionales, como en grandes tormentas, la empresa colabora con la Municipalidad en retirar los restos de árboles de las calles. Pero sólo en casos puntuales.
Para las tareas de barrido se ocupa el Ente de Servicios y Obras Públicas (Esop); y de los residuos patógenos, la empresa privada Taym. Ante la aparición de bolsas rojas ilegales, la denuncia se realiza en Higiene Urbana. Para el reciclado, hay distintos centros verdes en la ciudad de Córdoba.
Finalmente, los residuos electrónicos se depositan en los CPC más cercanos, mientras que no sean de gran tamaño, de lunes a viernes, en el horario de 8 a 14.
Tres vías para gestionar un reclamo a la “Muni”
Una es presencial, en el Palacio Municipal o en los CPC.
Vía app. Se puede requerir asistencia a través de la App #CBA147, disponible para Play Store. Para este caso es necesario darse de alta. Se carga el reclamo y se recibe una notificación en la casilla de correo electrónico.
En la web. Ingresar a la página: https://servicios.cordoba.gov.ar/ CBA147/Login.
Empresas. En el caso de los residuos domiciliarios secos y húmedos, el vecino debe llamar a Cotreco (si vive en zona sur) y Lusa (en zona norte). Para grandes cantidades de basura, el vecino deberá contratar un servicio de contenedor habilitado. Y para poda, autorización de la comuna.
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