15 may 2017
Ucacha: una escuela rural aislada por el agua
8:00 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (15/05/2017)
Ucacha: en una escuela rural aislada, 12 niños deben ser cruzados en andas
A 20 kilómetros de la localidad se encuentra el colegio Ravera. Lleva meses rodeado de agua. Para llegar, los alumnos caminan 3 kilómetros. En la calle, un padre los espera para trasladarlos en brazos al otro lado
Ucacha.- La escuela Luis Ravera está ubicada a 25 kilómetros al sur de Ucacha. Para llegar hasta allí los alumnos deben cruzar casi 3 kilómetros caminando entre el pasto de lotes y al llegar a la calle, tienen que cruzar en brazos de algún papá que los espera para que puedan concurrir a clases.
En el aula los espera la docente y directora Silvana Acuña, quien a diario llega en un vehículo, del cual se baja y deja a unos 4 kilómetros antes del colegio, para luego seguir caminando. “Antes hacía dedo, pero cuando se inundó el camino ya no pasó nadie más. Tuve que invertir en un autito, pero sólo puedo llegar hasta un sector. Ahí lo dejo y sigo caminando”, relató.
Es que el agua acecha por todos lados y a pesar de los pedidos, las obras para evitar que la gran masa hídrica que desemboca justo al frente del colegio no se hacen.
El año pasado durante 3 meses no pudieron dictarse clases, puesto que era imposible llegar. Este año, y con el esfuerzo de los padres, alumnos y la docente, se sigue trabajando. “La situación es bastante complicada. En el 2016 se rompió la laguna Las Piedritas, que colapsó y nos inundó toda la calle que pasa enfrente. Ahora está siempre inundada, y si llueven 5 milímetros, parece que fueran más”, contó a PUNTAL la maestra Silvana Acuña. Además el camino que comunicaba con Alejandro está intransitable.
Son doce los alumnos de nivel inicial a 6º grado que concurren a esta escuela. Todos provenientes de campos de la zona. “Los chicos caminan más o menos tres kilómetros por la gramilla hasta que bajan a la calle que está inundada. Ahí los espera un papá que los pasa. A veces hay chicos que llegan antes y todos mojados”, señaló la docente.
Bolsas de nylon en los pies
Silvana Acuña relató que muchos de estos pequeños no tienen botas de goma y cubren sus calzados con bolsas de nylon. “Pero no alcanza”, dijo. “Me ha tocado sacarle la ropa a algún niño y ponerla a secar en el calefactor. Una mamá de un campo cercano nos prestó ropa”, lamentó la docente.
Con el comienzo de los días de frío, la preocupación crece porque también la falta de caminos impide el paso del camión que debe llevar el gas para el zepelin. “Tengo un 30% de gas y si no llega, no sé qué haremos”, precisó Acuña.
Tras conocerse la situación del colegio y sus chicos en la radio FMVox 103.3 de Ucacha, inmediatamente apareció la solidaridad de vecinos que ofrecieron ropa y botas para los niños. “Yo expuse el tema pensando en mis chicos, no quiero que nadie se enoje”, indicó la maestra.
“La necesidad más urgente son las botas porque los chicos las necesitan. También una solución de infraestructura para que se haga un camino u otro canal por donde salga todo el agua que ahora desagua frente al colegio”, insistió la mujer.
Y otra preocupación que embarga a la docente es que el viento de los últimos días provocó que tres pinos perdieran firmeza y hoy estén a punto de caer sobre la escuela. “La Municipalidad preparaba una cuadrilla para ir a sacarlos”, expresó.
A la espera de obras
El secretario del Consorcio Caminero de Ucacha, ingeniero Edgardo Vassia, recordó que ya el año pasado esta calle que llega al colegio se inundó e indicó que han entregado informes a los organismos correspondientes y están al aguardo de una respuesta por parte de la Provincia.
"Ya nos dijeron que hay que hacer un camino nuevo ante el agua que desborda de los sectores de Las Piedritas y de Los Troncos; no están aislados pero sí muy limitados", precisó Vassia. El dirigente consorcista sostuvo que no está la obra de sistematización de las lagunas, lo cual complica aún más el panorama. “Hace un año de todo esto y no se pudo corregir la situación, lamentamos muchísimo lo que está pasando, especialmente por la maestra y los chicos de la escuela".
Mientras las soluciones se demoran, son los chicos quienes sufren las consecuencias de caminar por medio del agua.
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Ucacha: en una escuela rural aislada, 12 niños deben ser cruzados en andas
A 20 kilómetros de la localidad se encuentra el colegio Ravera. Lleva meses rodeado de agua. Para llegar, los alumnos caminan 3 kilómetros. En la calle, un padre los espera para trasladarlos en brazos al otro lado
Ucacha.- La escuela Luis Ravera está ubicada a 25 kilómetros al sur de Ucacha. Para llegar hasta allí los alumnos deben cruzar casi 3 kilómetros caminando entre el pasto de lotes y al llegar a la calle, tienen que cruzar en brazos de algún papá que los espera para que puedan concurrir a clases.
En el aula los espera la docente y directora Silvana Acuña, quien a diario llega en un vehículo, del cual se baja y deja a unos 4 kilómetros antes del colegio, para luego seguir caminando. “Antes hacía dedo, pero cuando se inundó el camino ya no pasó nadie más. Tuve que invertir en un autito, pero sólo puedo llegar hasta un sector. Ahí lo dejo y sigo caminando”, relató.
Es que el agua acecha por todos lados y a pesar de los pedidos, las obras para evitar que la gran masa hídrica que desemboca justo al frente del colegio no se hacen.
El año pasado durante 3 meses no pudieron dictarse clases, puesto que era imposible llegar. Este año, y con el esfuerzo de los padres, alumnos y la docente, se sigue trabajando. “La situación es bastante complicada. En el 2016 se rompió la laguna Las Piedritas, que colapsó y nos inundó toda la calle que pasa enfrente. Ahora está siempre inundada, y si llueven 5 milímetros, parece que fueran más”, contó a PUNTAL la maestra Silvana Acuña. Además el camino que comunicaba con Alejandro está intransitable.
Son doce los alumnos de nivel inicial a 6º grado que concurren a esta escuela. Todos provenientes de campos de la zona. “Los chicos caminan más o menos tres kilómetros por la gramilla hasta que bajan a la calle que está inundada. Ahí los espera un papá que los pasa. A veces hay chicos que llegan antes y todos mojados”, señaló la docente.
Bolsas de nylon en los pies
Silvana Acuña relató que muchos de estos pequeños no tienen botas de goma y cubren sus calzados con bolsas de nylon. “Pero no alcanza”, dijo. “Me ha tocado sacarle la ropa a algún niño y ponerla a secar en el calefactor. Una mamá de un campo cercano nos prestó ropa”, lamentó la docente.
Con el comienzo de los días de frío, la preocupación crece porque también la falta de caminos impide el paso del camión que debe llevar el gas para el zepelin. “Tengo un 30% de gas y si no llega, no sé qué haremos”, precisó Acuña.
Tras conocerse la situación del colegio y sus chicos en la radio FMVox 103.3 de Ucacha, inmediatamente apareció la solidaridad de vecinos que ofrecieron ropa y botas para los niños. “Yo expuse el tema pensando en mis chicos, no quiero que nadie se enoje”, indicó la maestra.
“La necesidad más urgente son las botas porque los chicos las necesitan. También una solución de infraestructura para que se haga un camino u otro canal por donde salga todo el agua que ahora desagua frente al colegio”, insistió la mujer.
Y otra preocupación que embarga a la docente es que el viento de los últimos días provocó que tres pinos perdieran firmeza y hoy estén a punto de caer sobre la escuela. “La Municipalidad preparaba una cuadrilla para ir a sacarlos”, expresó.
A la espera de obras
El secretario del Consorcio Caminero de Ucacha, ingeniero Edgardo Vassia, recordó que ya el año pasado esta calle que llega al colegio se inundó e indicó que han entregado informes a los organismos correspondientes y están al aguardo de una respuesta por parte de la Provincia.
"Ya nos dijeron que hay que hacer un camino nuevo ante el agua que desborda de los sectores de Las Piedritas y de Los Troncos; no están aislados pero sí muy limitados", precisó Vassia. El dirigente consorcista sostuvo que no está la obra de sistematización de las lagunas, lo cual complica aún más el panorama. “Hace un año de todo esto y no se pudo corregir la situación, lamentamos muchísimo lo que está pasando, especialmente por la maestra y los chicos de la escuela".
Mientras las soluciones se demoran, son los chicos quienes sufren las consecuencias de caminar por medio del agua.
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