6 may 2015
Arsénico en el agua de Balnearia
9:00 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Mañana de Córdoba (06/05/2015)
Detectan mayor presencia de arsénico en el agua que consume la población de Balnearia
Un relevamiento realizado en distintos puntos de la localidad arrojó que el nivel de arsénico presente en el agua de consumo para los habitantes aumentó sensiblemente luego de la inundación de fines de febrero.
La presencia del metaloide hace que el vital elemento deje de ser confiable para el consumo humano. A ello se sumó la probable contaminación microbiológica de la napa, lo cual implica un riesgo sanitario importante.
Ante este panorama, desde la Municipalidad se reclamó una urgente solución para esta situación de insospechadas derivaciones en una población que no tiene red domiciliaria de agua potable.
El relevamiento lo realizaron docentes y alumnos del Instituto Juan Bautista Alberdi a partir de un proyecto institucional surgido en el 2006.
El estudio está a cargo de la docente Silvina Guzmán, quien explicó a LA MAÑANA que en los análisis realizados tras la inundación de fines de febrero detectaron valores elevados de arsénico, que duplicaban las mediciones anteriores.
El arsénico es un metaloide tóxico y dañino para la salud al que se le atribuyen propiedades cancerígenas.
El Instituto Juan Bautista Alberdi es un establecimiento educativo con orientación en Ciencias Naturales que cuenta con laboratorios aptos para la realización de análisis del agua extraída de los pozos domiciliarios.
A partir de la semana entrante se estudiarán 200 muestras a lo largo de dos meses para determinar la calidad del agua subterránea. En esa tarea intervendrán los alumnos y profesores del centro educativo.
Repasando los comienzos del proyecto, la ingeniera química a cargo del estudio señaló: “En ese momento tomamos aproximadamente 260 muestras registrando de cada pozo la antigüedad y la profundidad que tenía y si estaba sellado o no. Los pozos hechos hace 60 u 80 años se sellaban con bentonita, los hechos en los últimos 40 años dejaron de sellarse y eso también influye en la calidad del agua”.
Las perforaciones más antiguas llegaban hasta 105 metros de profundidad y actualmente se están haciendo entre los 70 y 72 metros. “Son acuíferos distintos y varía fundamentalmente la concentración de arsénico. Los pozos viejos están sellados y no tienen el metal oide prácticamente”, advirtió la docente.
En los pozos a menor profundidad los registros de arsénico van de 0.020 miligramos por litro hasta 0.05 mg/l, siendo valores que superan ampliamente lo tolerado por el Código Alimentario Argentino que toma 0.01 como máximo permitido para calificar el agua como apta para consumo humano desde su última actualización en 2007.
Se agravó el problema
“Este año tuvimos el punto de inflexión con la inundación del 25 de febrero. Ahí empezó a haber una demanda concreta porque el agua estuvo estancada más o menos 72 horas en el pueblo y después vino una corriente de la zona de Jeanmaire, La Francia, por los canales y se volvió a inundar el pueblo” precisó Guzmán.
El panorama se complicó en aquellas horas dramáticas, ya que a la masa hídrica que bajaba de los campos se sumó el agua proveniente de la zona del cementerio, que invadió tres barrios.
“Lo que empezamos a temer todos no fue solamente por la presencia de arsénico, que era lo que históricamente nos preocupaba sino la calidad microbiológica”, remarcó la profesora.
Esto obligó a reformular el proyecto en marcha y ahora se decidió hacer de común acuerdo con el municipio el estudio físico-químico y el recuento microbiológico de las muestras tomadas en los pozos.
“Hicimos los análisis físico-químicos de las escuelas, el hospital, de los lugares públicos más transitados y nos dimos con que el contenido de arsénico se duplicó. Estuvimos viendo valores de 0.05, 0.06 que son altísimos. Prácticamente, todo el pueblo estuvo utilizando para tomar, para cocinar, lavar los alimentos agua potable que se compra. Entonces venimos desde febrero renegando, padeciendo la carencia del agua potable” reveló la profesional.
Sin red domiciliaria de agua
En este contexto, el intendente Vicente Costamagna recordó que hace varios años que se presentó el proyecto para dotar a la localidad de una red de distribución de agua segura pero todavía no se logró concretar esas gestiones encaradas tanto a nivel provincial como nacional.
“Acá no tenemos distribución de agua corriente sino que la obtenemos a partir de perforaciones individuales. Desde el año 2006 que tenemos presentado ante el gobierno de la Provincia y la Nación el pedido de financiamiento para la red de agua corriente y no hemos obtenido respuestas positivas hasta el día de hoy”, expresó el jefe comunal.
El problema fue planteado por el intendente de Balnearia en una reunión que tuvo con el ministro de Gobierno, Walter Saieg, en conjunto con otras localidades que sufrieron graves perjuicios con las inundaciones del verano.
Si bien se atendió la emergencia de las familias cuyas casas quedaron anegadas, Costamagna calificó como “imposible” el hecho de llegar a todos los vecinos con agua segura. En tal sentido, el Ministerio de Educación debió asumir la provisión del líquido para los establecimientos educativos. “Por los primeros tres meses se están haciendo cargo, después veremos cómo seguimos para adelante”, acotó el mandatario.
La provisión de agua de buena calidad se haría desde el acueducto La Para-Marull, que fue inaugurado en 2008, en el marco de un convenio tripartito entre el Estado nacional, el Gobierno de Córdoba y la Municipalidad de Marull.
Allí se estableció que se llevaría el agua desde La Para hasta Altos de Chipión aprovechando el importante caudal de una reserva subterránea entre La Para y Villa Fontana, en el departamento Río Primero.
Esa obra formaba parte de un proyecto general para proveer de agua a las localidades ubicadas al sur de la laguna Mar Chiquita cerrando el circuito con el acueducto San Francisco-Morteros.
El proyecto que se presentó ante las autoridades nacionales estaba referido al pedido de financiamiento necesario a través de un crédito del Enohsa para la extensión de la red domiciliaria de agua potable. Inicialmente se cubriría el 65 por ciento de la localidad de Balnearia. La actualización de ese plan demandaría un aporte de 15 millones de pesos para la planta de tratamiento, el ducto de transporte y la red para cubrir las 2.000 propiedades con que cuenta la localidad de Balnearia.
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Detectan mayor presencia de arsénico en el agua que consume la población de Balnearia
Un relevamiento realizado en distintos puntos de la localidad arrojó que el nivel de arsénico presente en el agua de consumo para los habitantes aumentó sensiblemente luego de la inundación de fines de febrero.
La presencia del metaloide hace que el vital elemento deje de ser confiable para el consumo humano. A ello se sumó la probable contaminación microbiológica de la napa, lo cual implica un riesgo sanitario importante.
Ante este panorama, desde la Municipalidad se reclamó una urgente solución para esta situación de insospechadas derivaciones en una población que no tiene red domiciliaria de agua potable.
El relevamiento lo realizaron docentes y alumnos del Instituto Juan Bautista Alberdi a partir de un proyecto institucional surgido en el 2006.
El estudio está a cargo de la docente Silvina Guzmán, quien explicó a LA MAÑANA que en los análisis realizados tras la inundación de fines de febrero detectaron valores elevados de arsénico, que duplicaban las mediciones anteriores.
El arsénico es un metaloide tóxico y dañino para la salud al que se le atribuyen propiedades cancerígenas.
El Instituto Juan Bautista Alberdi es un establecimiento educativo con orientación en Ciencias Naturales que cuenta con laboratorios aptos para la realización de análisis del agua extraída de los pozos domiciliarios.
A partir de la semana entrante se estudiarán 200 muestras a lo largo de dos meses para determinar la calidad del agua subterránea. En esa tarea intervendrán los alumnos y profesores del centro educativo.
Repasando los comienzos del proyecto, la ingeniera química a cargo del estudio señaló: “En ese momento tomamos aproximadamente 260 muestras registrando de cada pozo la antigüedad y la profundidad que tenía y si estaba sellado o no. Los pozos hechos hace 60 u 80 años se sellaban con bentonita, los hechos en los últimos 40 años dejaron de sellarse y eso también influye en la calidad del agua”.
Las perforaciones más antiguas llegaban hasta 105 metros de profundidad y actualmente se están haciendo entre los 70 y 72 metros. “Son acuíferos distintos y varía fundamentalmente la concentración de arsénico. Los pozos viejos están sellados y no tienen el metal oide prácticamente”, advirtió la docente.
En los pozos a menor profundidad los registros de arsénico van de 0.020 miligramos por litro hasta 0.05 mg/l, siendo valores que superan ampliamente lo tolerado por el Código Alimentario Argentino que toma 0.01 como máximo permitido para calificar el agua como apta para consumo humano desde su última actualización en 2007.
Se agravó el problema
“Este año tuvimos el punto de inflexión con la inundación del 25 de febrero. Ahí empezó a haber una demanda concreta porque el agua estuvo estancada más o menos 72 horas en el pueblo y después vino una corriente de la zona de Jeanmaire, La Francia, por los canales y se volvió a inundar el pueblo” precisó Guzmán.
El panorama se complicó en aquellas horas dramáticas, ya que a la masa hídrica que bajaba de los campos se sumó el agua proveniente de la zona del cementerio, que invadió tres barrios.
“Lo que empezamos a temer todos no fue solamente por la presencia de arsénico, que era lo que históricamente nos preocupaba sino la calidad microbiológica”, remarcó la profesora.
Esto obligó a reformular el proyecto en marcha y ahora se decidió hacer de común acuerdo con el municipio el estudio físico-químico y el recuento microbiológico de las muestras tomadas en los pozos.
“Hicimos los análisis físico-químicos de las escuelas, el hospital, de los lugares públicos más transitados y nos dimos con que el contenido de arsénico se duplicó. Estuvimos viendo valores de 0.05, 0.06 que son altísimos. Prácticamente, todo el pueblo estuvo utilizando para tomar, para cocinar, lavar los alimentos agua potable que se compra. Entonces venimos desde febrero renegando, padeciendo la carencia del agua potable” reveló la profesional.
Sin red domiciliaria de agua
En este contexto, el intendente Vicente Costamagna recordó que hace varios años que se presentó el proyecto para dotar a la localidad de una red de distribución de agua segura pero todavía no se logró concretar esas gestiones encaradas tanto a nivel provincial como nacional.
“Acá no tenemos distribución de agua corriente sino que la obtenemos a partir de perforaciones individuales. Desde el año 2006 que tenemos presentado ante el gobierno de la Provincia y la Nación el pedido de financiamiento para la red de agua corriente y no hemos obtenido respuestas positivas hasta el día de hoy”, expresó el jefe comunal.
El problema fue planteado por el intendente de Balnearia en una reunión que tuvo con el ministro de Gobierno, Walter Saieg, en conjunto con otras localidades que sufrieron graves perjuicios con las inundaciones del verano.
Si bien se atendió la emergencia de las familias cuyas casas quedaron anegadas, Costamagna calificó como “imposible” el hecho de llegar a todos los vecinos con agua segura. En tal sentido, el Ministerio de Educación debió asumir la provisión del líquido para los establecimientos educativos. “Por los primeros tres meses se están haciendo cargo, después veremos cómo seguimos para adelante”, acotó el mandatario.
La provisión de agua de buena calidad se haría desde el acueducto La Para-Marull, que fue inaugurado en 2008, en el marco de un convenio tripartito entre el Estado nacional, el Gobierno de Córdoba y la Municipalidad de Marull.
Allí se estableció que se llevaría el agua desde La Para hasta Altos de Chipión aprovechando el importante caudal de una reserva subterránea entre La Para y Villa Fontana, en el departamento Río Primero.
Esa obra formaba parte de un proyecto general para proveer de agua a las localidades ubicadas al sur de la laguna Mar Chiquita cerrando el circuito con el acueducto San Francisco-Morteros.
El proyecto que se presentó ante las autoridades nacionales estaba referido al pedido de financiamiento necesario a través de un crédito del Enohsa para la extensión de la red domiciliaria de agua potable. Inicialmente se cubriría el 65 por ciento de la localidad de Balnearia. La actualización de ese plan demandaría un aporte de 15 millones de pesos para la planta de tratamiento, el ducto de transporte y la red para cubrir las 2.000 propiedades con que cuenta la localidad de Balnearia.
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