23 ago 2011

Flora y fauna nativa en la UNRC

El Puntal de Río Cuarto (23/08/2011)
Cada vez más niños y jóvenes aprenden sobre flora y fauna nativa en la UNRC

A través del bosque “El Espinal”, compuesto por casi 200 especies vegetales, la universidad trabaja con instituciones educativas y organizaciones sociales para educar sobre el ambiente de nuestra región. Ahora incorporarán juegos didácticos diseñados especialmente para visitas de jardines
Desde el bosque “El Espinal” la universidad local percibe una creciente demanda de las instituciones locales para brindar educación sobre la flora y la fauna autóctona, objetivo que este espacio persigue desde hace 25 años.
La reserva natural urbana ubicada en el campus de la UNRC cuenta con alrededor de 200 especies de plantas y recibe diariamente la visita de niños y jóvenes de todas las edades. Además, los docentes y voluntarios que integran este espacio están brindando capacitaciones y desarrollando recursos didácticos para jardines, centros de discapacitados, bibliotecas populares y vecinos de la región.
Este mes, en el bosque se incorporarán 20 juegos didácticos diseñados especialmente por alumnos del Instituto Cervantes para enseñarle a los niños de nivel inicial las características del ambiente de nuestra región.
“Esto es una continuidad de actividades que se vienen dando desde hace 25 años, que es cuando se organizó el bosque como reserva y como lugar intangible”, expresó la bióloga Antonia Oggero, directora del bosque autóctono “El Espinal”.
Y relató que la reserva comenzó desarrollando proyectos más simples de extensión y luego fue avanzando en iniciativas que recibieron subsidios del exterior, así como proyectos de voluntariado universitario que permiten que actualmente un grupo de alumnos de la carrera de biología esté recibiendo a las escuelas que visitan el bosque.
“Es un nexo, tratando de que la universidad siga cumpliendo con el rol social que se pretende”, sintetizó Oggero.

Más visitas
Desde sus orígenes, la reserva de la UNRC tuvo como objetivo recibir a instituciones educativas de distintos niveles para difundir la importancia del respeto al medio ambiente.
La vicedirectora del espacio Evangelina Natale, quien además integra la Fundación ConyDes, comentó: “Hay algunas escuelas que desde que comenzó el bosque vienen todos los años. Ahora hubo un aumento de pedidos. Las maestras nos llaman y nos piden la visita y se va haciendo un cronograma”.
Y agregó que actualmente se está realizando una visita por la mañana y otra por la tarde durante los días de semana.
¿A qué creen que se debe esta mayor demanda por parte de las escuelas?
N: Creo que se debe a que el bosque está brindando un área donde se trabaja un tema que está en auge, que es la conservación de los bosques y el deterioro del ambiente y las maestras han decidido incorporarlo desde muy temprana edad y lo mantienen a lo largo de todo el ciclo lectivo. Es una demanda que viene desde afuera y que el bosque también desde su apertura en tratar de mostrar el mensaje de otra forma y de abrirse un poco más al público con más publicidad y el boca en boca de las maestras ha llevado a que haya una mayor demanda, que era uno de los objetivos del bosque.

Por los senderos
Natale relató que generalmente la articulación con las escuelas consiste en visitas guiadas en las que los alumnos recorren los senderos del bosque y se les va mostrando sus diferentes componentes al tiempo que se les explican conceptos relacionados con la conservación, la diferencia entre la flora nativa y la exótica, entre otros aspectos.
De cualquier manera, a partir del año 2008 el equipo a cargo de la reserva comenzó a trabajar en la necesidad de diferenciar los públicos que recibían: “No era lo mismo trabajar con un chico de secundaria que con un chico de primaria o un adulto del Peam. Entonces presentamos un proyecto al Fondo para las Américas con la idea de poder trabajar y diseñar materiales que nos permitieran abordar el mensaje pero diferenciado”, explicó la vicedirectora.
Y continuó: “Eso nos permitió construir un aulita que oficia como un centro de visitantes dentro del bosque y que esta en un área que era la parte más degradada del bosque”.
A su vez, mediante este proyecto el espacio verde de la universidad comenzó a desarrollar nuevas propuestas destinadas especialmente a educar a estudiantes de primaria y secundaria.
“Se generó un DVD interactivo con actividades y juegos que se trabajan en el aula y la visita dentro del bosque se hizo con menos paradas también interactivas. Para eso contamos con voluntarios que se capacitaron como intérpretes ambientales y que son los que llevan a cabo las visitas”, contó Natale.
Estos recursos, sumado a la conformación de grupos reducidos de aproximadamente 15 niños o jóvenes, fueron permitiendo que el recorrido por los senderos del bosque fuera más participativo. “Más que una charla o un relato del guía hacia los chicos, es al revés: se les da elementos e intentamos que ellos se pregunten cosas para llegar al concepto”, describen las integrantes del proyecto.
Así, chicos de diversas edades recorren los senderos del espacio verde conformado por aproximadamente 200 especies de plantas, en su mayoría autóctonas, reconociendo aquellas más representativas y detectando también las aves que habitan el lugar.
De cualquier modo, Natale aclara que entre los árboles que integran el lugar también existen algunas especies exóticas: “Tienen que ver con que estamos dentro de una matriz urbana y que la forestación del campus es netamente exótica así que hay una dispersión dentro del área y se trabaja para controlarlas y que no reemplacen a las nativas”.

Juguemos en el bosque
“Juguemos en el bosque mientras el bosque esté” es el nombre del nuevo proyecto que la reserva de la universidad local está llevando adelante junto con la Fundación ConyDes, el Jardín Maternal Rayito de Sol de la UNRC, el colegio Santa Eufrasia y el Instituto Cervantes.
La iniciativa surgió a partir de la creciente demanda de jardines que querían asistir al bosque “El Espinal”. A partir de ello, se buscó generar materiales didácticos que permitieran trabajar con niños del nivel inicial.
Así, alumnos de segundo año de la carrera de Diseño de Cervantes desarrollaron 20 juegos como parte de la evaluación de una de sus materias.
Para ello, los estudiantes analizaron los contenidos y especies que se vienen abordando en las visitas al espacio verde del campus y también asistieron a un jardín para determinar el nivel intelectual de los niños y el modo en que trabajan.
Finalmente, en grupos diseñaron y crearon recursos didácticos centrados específicamente en las características de las especies autóctonas en base a tres ejes: flora, fauna y factores bióticos y abióticos.
“Usan el juego con conceptos que venimos trabajando en el bosque. Son como 20 juegos fantásticos, realmente han hecho un buen trabajo”, dijo Natale al respecto. Y agregó que el resultado surge de una adecuada interacción entre los contenidos, el nivel del público al que está destinado el proyecto y la incorporación de conocimientos propios de la disciplina de Diseño. “Hay una interacción muy específica y completa”, expresó.
El 28 de agosto, durante la celebración del Día del Árbol, se va a realizar un acto en el que Cervantes donará los juegos desarrollados por los alumnos al bosque de la universidad. Luego, se “va a empezar a trabajar con el Santa Eufrasia más profundamente para ver bien cómo manejarlos con los niños. Y después van a quedar disponible como otro elemento para trabajar con el nivel inicial”, cuenta la vicedirectora de la reserva.

Dentro y fuera del aula
El bosque “El Espinal” también viene desarrollando proyectos que buscan ir más allá de las visitas al lugar, extendiendo la educación sobre la importancia de nuestro ambiente a otros espacios.
En ese marco llevan adelante “un proyecto de diseño de material didáctico que sea fácilmente replicable y de distribución masiva”, indicó Oggero. Y precisó que la intención es desarrollar recursos como libros o cds relacionados con la flora y la fauna nativa.
Además, Natale señala que estos elementos permiten complementar las visitas que realizan las escuelas para que los docentes trabajen los contenidos antes y después de asistir al bosque con sus alumnos.
En el mismo sentido, la directora de la reserva natural explicó que se han desarrollado convenios con “institutos de formación docente como el Menéndez Pidal o el Normal Justo José de Urquiza apuntando a los futuros docentes”.
Pero la intención es que la difusión de contenidos que promuevan el respeto al ambiente no se reduzcan sólo al aula. Por ello, desde la UNRC también articulan con la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento, donde han brindado talleres de regeneración de flora nativa para tres escuelas de barrio Alberdi “tratando de transferir nuestros conocimientos y actividades y reivindicar el espacio público que es la biblioteca”, precisó Oggero.
Y añadió: “Tratamos de brindar otro espacio a los educadores que no sea precisamente el aula común”.
Por último, la directora del bosque concluyó: “Lo que hemos ido pretendiendo en todos los años es ir relacionando distintos proyectos que nos den continuidad y que cada vez vayamos profundizando y mejorando nuestra actividad”.

Crearán un paseo temático para discapacitados auditivos
Los integrantes del bosque de la universidad local junto a la Fundación ConyDes crearán un paseo temático destinado a personas con discapacidad auditiva.
Al respecto, Oggero relató que desde la reserva de la UNRC vienen trabajando con distintas escuelas y asociaciones de personas con discapacidad.
De hecho, desde hace dos años están realizando talleres con el Centro de Atención para el Discapacitado Auditivo. En ese marco, “El Espinal” junto a la Fundación ConyDes refuncionalizarán un espacio ubicado en un nuevo predio de la escuela del mencionado centro.
“Vamos a diseñar un paseo temático para uso de la escuela”, precisó la directora del bosque.
Al respecto, Natale expresó que esta demanda se suma a los pedidos de visita que han recibido de otras instituciones a las que asisten personas con discapacidad.
Y agregó que para ello se requiere adecuar el mensaje relacionado con la defensa del ambiente a un nuevo público, tal como ya se hizo para el nivel inicial, primario y medio, a niños con capacidades diferentes. A esto se suma que el proceso educativo presenta particularidades según cada discapacidad.
“A veces cuesta adaptarlo y ese es nuestro proximo desafio: generar algo específico para poder trabajar con ellos”, advirtió.

El espacio verde, una herramienta para la educación
Las integrantes del bosque “El Espinal” consideraron que el principal aporte que esta iniciativa brinda a la sociedad riocuartense es que constituye una muestra de cómo puede transformarse un espacio verde urbanizado en una herramienta educativa.
Natale aclaró que la iniciativa no puede considerarse como un proyecto de conservación. “Nosotros sabemos que si al bosque lo dejamos solo no va a poder trabajar como sistema natural porque es reducido”, dijo.
Pero destacó que el eje central de la reserva se basa en mostrar como esa pequeña parcela de tierra “puede generar un mensaje o cambiar una actitud en un niño para que cuando se encuentre en un espacio natural tenga una actitud diferente y no aquella que lleva a la degradación del ambiente”.
En este sentido, destacó los talleres itinerantes que vienen realizando en la región con la intención de reproducir esta experiencia.
El equipo de la UNRC estuvo en Gigena y próximamente se dirigirá a Chucul para “mostrarles la experiencia y ver cómo pueden trasladarla a algún espacio verde que ellos tengan en sus municipios”, explicó Natale.
“La intención es valorar y refuncionalizar espacios naturales importantes que hay en lugares cercanos a la ciudad”, agregó Oggero al respecto.

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