3 nov 2010

Bajó el consumo de agua, pero aún falta

La Voz del Interior (03/11/2010)
Bajó el consumo de agua, pero aún falta



El mes pasado se usaron 328 litros diarios por persona, casi 14% menos que en octubre de 2009, cuando cada cordobés utilizó 382 litros.
¿Somos más conscientes los cordobeses de la necesidad de cuidar un recurso cada vez más escaso como el agua? Aunque todavía falta mucho para reducir y equiparar el nivel de consumo al de otros países, las últimas cifras muestran que la situación mejoró respecto de los últimos años: el mes pasado, en la ciudad de Córdoba se usaron 328 litros diarios por persona, casi 14 por ciento menos que en octubre de 2009, cuando se consumieron 382 litros por día.
Precisamente, el año pasado toda la provincia sufrió una de las peores sequías en décadas, que motivó un crecimiento desproporcionado del consumo. Sin embargo, los 328 litros promedio de este octubre también son menores a los del mismo mes de 2008, cuando la sequía no era tan grave: en ese período se consumieron 351 litros por persona.
¿Estamos aprendiendo a cuidar el agua en Córdoba? Es probable que ver los lagos varios metros por debajo de sus vertederos haya sido un impacto. Pero el principal factor que explica esta disminución del consumo está relacionado con las recientes lluvias –que el año pasado no existieron– y la falta de días de calor seguidos.
Desde Aguas Cordobesas señalan que la instalación de medidores también influyó, aunque ésta se circunscribió casi sólo a las construcciones nuevas y no varió significativamente el porcentaje de usuarios que los tienen: 14 por ciento del total y casi 25 por ciento entre los residenciales (casas particulares).
Tal como publicó este diario en diciembre de 2009, un relevamiento mostró que en las localidades donde la mayoría de los usuarios tienen medidor, el consumo de agua se redujo a la mitad (ver En las ciudades... ).
Por otra parte, hay que recordar que aún continúa vigente en la provincia la declaración de emergencia hídrica, y nada indica que esta situación vaya a ser modificada en el corto plazo por la Subsecretaría de Recursos Hídricos.
¿Conciencia? “La sensación es que la gente tomó bastante conciencia. También ayudó el clima. Hay escasez de un recurso que pensábamos que teníamos para siempre. Se notó que la gente disminuyó el perfil de consumo y de derroche”, señala Agustín Peroni, gerente de Agua del Ersep (Ente Regulador de Servicios Públicos). Si bien no hay cifras exactas para comparar, desde este organismo señalan que no hubo tantas multas en la ciudad como el año pasado.
“El nivel de consumo todavía es alto. Hay que seguir mejorando. Estamos en región de estrés hídrico, tenemos baja disponibilidad de agua per cápita, clima con bajo regimen de lluvias, y sólo en el verano. También una larga temporada seca”, señalan desde Aguas Cordobesas. Y ponen como ejemplo a España; en donde el promedio de consumo en zonas áridas es de 190 litros/día por persona. Y recuerdan el principal consejo: no regar con agua potable.
No tanta lluvia. ¿Por qué todavía falta mucho? Los especialistas advierten que se debe insistir en disminuir el consumo de agua en la ciudad de Córdoba, a través de diferentes medidas. Y advierten que las lluvias de hace algunas semanas no auguran una temporada húmeda. Al contrario, estaremos bajo la influencia de la corriente de La Niña, que produce menos cantidad de lluvias.
Para Carlos Eschoyez, director de InfoClima, “se darán lluvias fuertes cuando la temperatura sea demasiado elevada y la humedad suficiente. Pero no serán generalizadas y beneficiarán a lugares puntuales, no a la zona en conjunto. Lo más coherente es que las lluvias sean inferiores a las normales, por lo que tenemos que manejarnos con mucho cuidado para que, si tenemos problemas en el verano, no sean tan graves”.

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En las ciudades con medidores se usa la mitad

En verano, en la Capital se usan hasta 500 litros diarios por persona. En lugares donde se cobra por consumo, no pasan de 250.
El 5 de diciembre de 2009, La Voz del Interior publicó un relevamiento propio que arrojaba un dato concluyente: en aquellas localidades en donde todos tienen medidores de agua se consume hasta la mitad de lo que usan otros lugares.
En Bell Ville, por ejemplo, el consumo promedio ronda los 400 litros diarios por persona, mientras que en sus vecinas Leones y Marcos Juárez llega apenas a la mitad. La gran diferencia es que una, sin medidores, no cobra según los consumos como sí hacen las otras dos. Córdoba capital tiene muy pocos medidores (14 por ciento del total) y no importan los consumos de cada usuario a la hora de facturar el servicio. Río Cuarto tampoco, y allí también el promedio anual es de 386 litros diarios.
Por contrapartida, en Río Tercero –donde no hay propiedad sin medidor– el consumo promedio es de 175 litros diarios (con una máxima este año de 200 litros en enero y una mínima de 163 en octubre). En Río Tercero, desde que en 2001 se empezó a cobrar según los consumos, la demanda bajó de 32 mil litros mensuales por familia a los actuales 19 mil.
Villa María también es una muestra: allí se gastan en promedio 250 litros diarios por persona, pero la mitad de los usuarios que tiene medidores demanda unos 150 litros, mientras que los otros llegan a los 300. Todo esto evidencia que el derroche es evitable. Y que el control pasa, en buena medida, por el bolsillo.
En muchas ciudades y pueblos, el nivel de consumo es muy superior al de 200 litros por persona por día, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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