16 ene 2009

Los microbasurales de Río IV

El Puntal de Río Cuarto (16/01/2009)
No se puede frenar el avance de los microbasurales en la ciudad

Gamsur admitió que son incontrolables por la falta de conciencia ambiental. A su proliferación también contribuye el boom edilicio. En los últimos años se han duplicado. Lanzarán un plan de erradicación.
En la ciudad, los microbasurales crecen y, por la falta de conducta de la gente, se tornan incontrolables. Lo admitió ayer la empresa mixta Gamsur, encargada de la recolección de residuos y también de la erradicación de estos focos de contaminación.
La estadística oficial indica que en cuatro años los microbasurales se duplicaron. Entre las causales figuran la falta de conciencia ambiental y el boom de la construcción.
Por ejemplo, las costas del río Cuarto suelen ser un lugar de depósito de estos materiales. PUNTAL lo reflejó en su edición de ayer tras una recorrida que hizo por el sector ubicado detrás del azud del puente ferroviario.
Allí se ha formado un megabasural que contiene no sólo residuos orgánicos sino también escombros, hierros y trozos de pavimento procedentes de distintas obras en construcción.
La Subsecretaría de Servicios trabaja en forma conjunta con Gamsur para eliminar los distintos microbasurales que están diseminados por diversos puntos de la ciudad.
El trabajo resulta arduo, porque se limpian esos lugares pero al tiempo los microbasurales vuelven a aparecer.
En rigor, éstos son focos de contaminación que atentan contra la calidad de vida de los vecinos que viven cerca de ellos.
Durante el 2008, el Municipio destinaba $ 100 mil por mes, es decir $ 1,2 millón por año, para combatirlos. Sin embargo, la problemática subsiste.
Son dos los lugares habilitados para arrojar la basura inerte. Uno está situado en Tucumán al 1.800 y el otro en el sector llamado La Cava, en cercanías del puente Islas Malvinas.
“Nosotros limpiamos los lugares donde hay microbasurales, pero después éstos vuelven a aparecer. Además, a los residuos orgánicos se les suman escombros procedentes de la construcción”, dijo ayer el gerente de Nuevos Negocios de Gamsur, Eduardo Raffo, en diálogo con PUNTAL.
Y acotó: “Hay lugares especialmente acondicionados para tirar los desechos de las obras en construcción. Uno de ellos es La Cava”.
-Por lo que dice se trata de un problema crónico.
-Exacto. Los microbasurales se tornan incontrolables. Por eso necesitamos de la colaboración de la gente.
Raffo señaló además que “vamos a colaborar con el Municipio en la confección de una base de datos para detectar los nuevos y evitar que éstos se agranden”.
Sugirió que “se refuerce el sistema de multas para quienes arrojan basura en cualquier punto de la ciudad” tanto para particulares como para empresas constructoras.
Antiguamente, se utilizaban las riberas del río para depositar allí la basura. Pero con el tiempo se avanzó en la implementación de enterramientos sanitarios.
El primero fue el creado camino a El Tropezón, detrás del Seminario. Pero tras su saturación, se debió hacer otro y el lugar elegido fue el sureste de la ciudad.
Allí se deposita la basura no sólo de Río Cuarto sino también de distintos municipios de la región.
Sin embargo, los areneros de la margen norte del río denunciaron que el Municipio de Las Higueras arroja la basura cerca de su lugar de trabajo.
Las políticas oficiales buscan hoy ponerle fin a los basurales a cielo abierto para dar lugar a los vertederos regionales.
Pese al avance de los microbasurales, el Municipio trabaja en un plan que consiste en duplicar el número actual de depósitos para escombros y ramas, que serán distribuidos en puntos estratégicos. Para ello se habilitarán horarios de atención de cierta amplitud y se contará con el aporte de palas mecánicas para remover lo que se tira.
El sistema en cuestión prevé incorporar a las empresas de la construcción y también a los cirujas mediante la implementación de incentivos económicos. También a las asociaciones vecinales de la ciudad que se encargarán de los pequeños lotes.
La preservación del medio ambiente y el cuidado de la salud son dos razones más que suficientes para borrar del mapa los microbasurales. Pero para ello se necesita de la colaboración de todos.

100 por ciento
La estadística oficial indica que en cuatro años los microbasurales se duplicaron. Entre las causales figuran la falta de conciencia ambiental y el boom edilicio.

1,2 millón
Durante el 2008, el Municipio destinaba $ 100 mil por mes, es decir $ 1,2 millón por año, para combatirlos. Sin embargo, la problemática subsiste.

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