16 ene 2007

Línea de la ribera en Villa María

El Puntal de Villa María (16/01/2007)
Polémica por falta de demarcación de la línea de la ribera local

El conflicto se genera ante la dilatación de los permisos para realizar las mediciones correspondientes por parte de la Dipas. La demora afecta a empresarios que quieren invertir en la costanera villamariense
“¿Dipas está o no está, se preguntó el arquitecto Luis Olivo. El profesional que dialogó con PUNTAL VILLA MARIA, representa a un grupo inversor que pretende desarrollar un importante proyecto de condominios sobre la costanera de esta ciudad, pero desde hace 60 días el emprendimiento se encuentra literalmente “parado” por la supuesta indecisión de la Dirección Provincial de Saneamiento (Dipas), en expedirse para la medición de la línea de la ribera en el sector que comprende el tramo que va desde calle Elpidio González hasta Chacabuco. El meollo del asunto esta centrado en la cifra que se tomará para medir el scaudal de agua en base a la máxima crecida del Ctalamochita. “Los propietarios son dueños de su terreno, pero si dicen (Dipas) que el caudal del río es de 2 mil metros cúbicos por segundo, Dipas pasa a ser dueña de todas las zonas bajas del río por toda la extensión del mismo, que no es poca cosa. Porque la línea de ribera la establece el caudal que ellos dan al río, o sea, ellos mismos se otorgan la posibilidad de decir sobre cuanta tierra tienen potestad”, manifestó Olivo.
Por lo que se sabe a raíz del procedimiento hecho en el mes de agosto del pasado año sobre un sector de la costa villanovense, el trabajo que consiste en la demarcación de la línea de ribera no la realiza directamente el estado sino que recae en manos privadas. Estos profesionales realizan la tarea, que después la misma Dipas se encarga de corroborar los datos correspondientes. En el caso de los empresarios locales que planean invertir una suma millonaria en la construcción de condominios de alta calidad, la tarea a sido relevada a una empresa de Córdoba, que es la encargada de gestionar tal estduio. Por el momento se han hechos los “perfiles” del río, que son distintas secciones del curso de agua que son analizados y que la repartición provincial es la encargada de darle la capacidad de agua, lo que significa el cupo máximo que puede alzcanzar el río en esa zona. “El verdadero cuadal de creciente máxima del Ctalamochita es de 600 metros cúbicos por segundo, pero quién se anima a ponerle la firma y se arriesga a decir que esto es así después de lo que ha pasado con el Río Cuarto. Nosotros no hemos tenido ningún contacto con los funcionario de Dipas pero este problema de la demarcación de la línea de la ribera, en ríos y lagos, es algo que existe en toda la provincia. Los lagos tiene una cota máxima y no se la puede superar y es fácil determinar, en tanto que el Río Tercero está muy controlado por los diques y azudes”, sostuvo el profesional.
Olivo indicó además que con la creciente del Ctalamochita registrada hace días atrás, se detectó unos 500 metros cúbicos por segundo, cien menos que lo solicitado por el grupo que integra para comenzar a trabajar.

Regulación obligatoria
La supuesta indefinición denunciada por los empresarios de la Dipas en el tema, genera una inmovilidad de la obra en general ya que amparado por leyes provinciales la repartición estatal inhibe todo accionar de ente menor en el escalafón gubernamental. “La indefinición a nosostros nos provoca no poder hacer la inversión porque la municipalidad no nos da finales de obra para subdivisiones y eso no se puede hacer como tampoco los condominios. Además si se construye, la municipalidad podría detener la obra, ya que tienen órdenes de Dipas de no dejar construir en un terreno donde la línea de ribera lo tome. Entonces el municipio estaría deteniendo una construcción de un inversor, amparada por una ley provincial de Dipas. El secreto de esto es a cuántos metros cúbicos por segundo, le pone la firma Dipas. Esa es la clave que es el caudal de creciente máxima”, explicó el arquitecto.
De esta manera el guarismo indicador de la línea de ribera, se transforma en un hecho detonante no solo en las inversiones que se pueden llegar a producir, sino de las edificaciones ya radicadas a la vera del cuace de agua o en proximidades de ella. “Si le pone la línea a 600 metros cúbicos por segundo la vida continua, si es a 1.200 o más, todos los barrios de esta ciudad que se encuentran en la costa pertenecen a Dipas por ser terrenos no construibles. Ahora, ¿quién quiere ser dueño de un terreno escriturado como no construible?”, agregó Olivo.
Obviamente que si la línea es superior a los 1.200 metros cúbicos por segundo, tanto el Anfiteatro Municipal como el Sport Social, se encontrarían de lleno en esta situación por ocupar un espacio inundable, dentro de lo que se denomina perilago. “No hay más tiempo de espera, hace 60 días que estamos esperando una respuesta y hay otros intermediarios que iniciaron el trámite antes que yo, y hace 150 días que lo hicieron sin obtener ningún resultado hasta el momento. ¿Cuál es la jugada?, no lo entiendo. ¿Por qué no se deciden?, tampoco lo sé. Lo que sí no nos dan la línea de ribera, pero tampoco nos dejan tomarla”, sentenció el profesional.

Ver Nota On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs