16 may 2020

Debate vitual por el zoo




La Voz del Interior (16/05/2020)
El futuro del Zoológico de Córdoba, a debate

La Municipalidad convocó un foro abierto para discutir qué hacer con el parque. Especialistas coinciden en la necesidad de revalorizarlo y de transformar su rol social.
La aparición repentina del coronavirus y su difusión desenfrenada por el mundo puso en modo pausa el debate de temas de segundo orden en la agenda pública. En esta ciudad, un asunto que asomó con interés a comienzo de este año, pero quedó en espera por la irrupción del germen maldito, es: ¿qué vamos hacer con el Zoo Córdoba?
Algunos no se quedaron de brazos cruzados en el paréntesis y lo aprovecharon para agitar el remanso y llevar agua a su molino. Por caso, a fines de abril, se viralizó un mensaje grabado de manera anónima por una mujer que, en nombre de una tal Asociación Cordobeses contra el Zoo, denuncia que “los animalitos (de la reserva de flora y fauna del parque Sarmiento) están muriendo de hambre, en jaulas inmundas de 2 x 2”, porque “no tienen que comer ni nadie que los atienda”.
Con voz compungida, la irreconocible ciudadana explica en el relato que “esta cosa tan horrenda” es consecuencia de la tormenta perfecta que se desató sobre el paseo centenario, a partir de la pandemia.

Campaña virtual
“La huelga del personal” por la caída de salarios, “la falta de ingresos” genuinos ante la imposibilidad de cobrar entradas al público (el establecimiento está cerrado desde poco antes del inicio de la cuarentena) y la inexistencia de subsidios estatales, entre otros factores, explican la supuesta calamidad, según la propaladora.
La atribulada señora (que se autopercibe como “pesada, molesta y cargosa”) cierra la maniobra con una apelación “a la sociedad para juntar firmas” con el propósito de refrendar una nota que la organización misteriosa “elevará a las autoridades” municipales para que “puedan visibilizar” el espanto y tomar cartas en el asunto.
La campaña virtual se parece demasiado a otras que se ensayaron con idéntico fin desde que la Provincia transfirió el predio al municipio capitalino, en 1994. Todas pedían el cierre definitivo del tradicional feudo animal. Ninguna lo logró, hasta ahora.

Pisar la pelota
Desde 2003, la empresa Consultora Insumos Agropecuarios tiene a su cargo la concesión del establecimiento, inaugurado en la Navidad de 1915.
En las últimas semanas, el actual gobierno de la ciudad avanzó en la creación de una comisión de control y seguimiento del zoológico. En rigor, el espacio existe como “entelequia” desde hace décadas.
También, realizó inspecciones y auditorias que arrojaron resultados satisfactorios sobre el estado sanitario de los 1.200 ejemplares alojados en la reserva (800 pertenecen a la ciudad y 400, a la Provincia). A la vez, no detectaron irregularidades administrativas.
El informe descalza la estructura argumental del experimento novelesco que se esparció a través de las redes sociales.
En la línea de acción proyectada, el secretario de Gestión Ambiental, Jorge Folloni, anunció que se trabaja en un plan para reconvertir al jardín zoológico en un “parque ecológico, educativo y ambiental”. Por ahora, la transformación soñada promete discusiones acaloradas entre defensores y detractores del lugar tradicional.
Folloni puso como ejemplo de lo que se pretende a la exreserva de Palermo, en Buenos Aires, convertida en ecoparque, en 2016. Para el diseño y el desarrollo de esa y otras ideas, el intendente Martín Llaryora anunció el 29 de abril la constitución del Foro de Protección Animal.
“Estamos conformando este espacio de diálogo para que las instituciones aporten propuestas y se sumen a un debate constructivo con acciones que puedan plasmarse en políticas públicas”, resumió el mandatario el sentido de la iniciativa.
Los foristas se reunirán una vez por mes en la Universidad Libre del Ambiente (ULA). “¿Qué vamos a hacer con el Zoo Córdoba?” abrirá el temario provisorio de la tribuna ad hoc.
La Voz reunió a especialistas interesados en participar en ese ámbito de debate y les planteó la misma pregunta. Los consultados coinciden en que la institución debe continuar su destino, aunque con mejoras estructurales y revalorización de su rol.
Aunque se advirtieron matices. De hecho, difieren mucho acerca de qué hacer con la familia de osos pardo, con los grandes felinos y otras bestias exóticas del plantel propio. Pero eso es harina de otro costal

No al cierre, sí a una transformación profunda
Hay opiniones para todos los gustos sobre qué hacer con el Zoo Córdoba. Pareceres determinados por la formación profesional o la experiencia de quienes los formulen.
Sin embargo, casi todas las valoraciones coinciden en una serie de ideas. Que la reserva de flora y fauna del parque Sarmiento debe seguir abierta es una ellas.
Otra, que debe transformarse de manera profunda y ser puesta al servicio de la educación, de la investigación y de la conservación de especies.

El debate está abierto
La Voz reunió a conocedores de la problemática con responsabilidades de gestión o comprometidos con la suerte del establecimiento en cuestión, patrimonio de los vecinos de Córdoba.

Jorge Folloni
Secretario de Gestión Ambiental y Sostenibilidad de Córdoba
“Lo esencial es que el Zoológico de Córdoba se transforme en un parque donde se trabaje en la rehabilitación y la liberación de animales silvestres de fauna autóctona, víctimas del mascotismo o del tráfico ilegal, preservando la biodiversidad, la conservación y la educación ambiental. Nuestra visión es que sus ejes deben ser la conservación, la investigación científica y la educación. La transformación se hará escuchando de manera activa a profesionales, especialistas, organizaciones, activistas y a quienes tienen un largo recorrido en el tema”.

María Ahumada
Médica Veterinaria. Docente en la UCC. Responsable sanitaria del zoológico Tatú Carreta
“No estoy de acuerdo con el eventual cierre del Zoológico de Córdoba; sí con la transformación y con el mejoramiento de su infraestructura. Los zoológicos cumplen un rol muy importante en la conservación. Muchos animales cautivos no pueden regresar a la naturaleza por estar impedidos (física o conductualmente) o porque no hay ambiente natural que pueda contenerlos. La educación y la investigación son dos factores clave para la conservación y los zoos pueden aportar mucho en la materia. Es lo que se está haciendo a nivel mundial”.

Claudio Bertonatti
Asesor científico de la Fundación Azara. Investigador de la Universidad Maimónides
“Cerrar el zoológico sería admitir la incapacidad de gestión para adecuar una institución estancada en el tiempo. En los países mejor desarrollados, el análisis sobre qué hacer con los zoos ya se hizo hace tiempo: hay que adecuarlos a pocos objetivos, bien definidos; ponerlos al servicio de la conservación de la naturaleza, la educación pública, la ciencia y el bienestar de los seres vivos que aloja. Hay personas radicalizadas que apuntan a la ‘eutanasia’ institucional. Las instituciones especializadas y quienes trabajamos en la conservación de la naturaleza impulsamos su rehabilitación”.

Andrea Heredia
Abogada. Profesora de Derecho y Protección Animal en la UNC. Presidente de la Fundación Sin Estribos
“El concepto central es transformar el zoológico de manera profunda, dejando de lado viejos atavismos, designando gente capacitada y perfeccionando el sistema de voluntariado. También, buscar la intervención de sectores interesados en las condiciones en las que viven los animales cautivos, como las ONG. Hay que liberar a las especies que pueden ser trasladadas, modificar sustancialmente las condiciones en que viven las que tengan que quedarse y recuperar las capacidades. Quienes proponen el cierre del Zoo Córdoba están en una posición facilista e infundada”.

Alejandra Juárez
Directora del Centro Argentino de Rescate, Rehabilitación y Conservación de Primates-Proyecto Carayá
“Por la situación de emergencia global, los zoológicos no pueden limitarse solamente a la fauna autóctona. Tienen que abarcar a otras especies. El Zoo Córdoba, como está hoy, no puede seguir más. Hay que transformarlo de manera profunda con la participación de todos los ámbitos. No de la manera que lo hicieron con el de Palermo y el de Mendoza, ahora denominados ecoparques. Para mí, la palabra “ecoparque” implica un ‘zoocidio’. Otra cosa: hay que parar con el traslado de animales al exterior, a lugares inapropiados. Sí se los puede llevar a sitios serios, cosa que no se ha hecho hasta ahora, salvo muy pocas excepciones”.

Fernando Bettoli
Médico veterinario. Docente en la UCC. Titular de la Cátedra de Producciones Alternativas
“El Zoo Córdoba no debe cerrarse; me opongo a cualquier iniciativa con ese fin. Sí debe mejorar en muchos aspectos, pero es imprescindible para la problemática de la fauna silvestre. Tenemos que convertirlo en un centro de rescate y de rehabilitación, de no ser posible la liberación. Además, según la especie, puede ser un centro de reproducción de especies autóctonas y, principalmente, un centro educativo y banco de recursos genéticos”.

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