10 may 2017

Carlos Paz reconoce un problema de salud pública



La Voz del Interior (10/05/2017)
Carlos Paz admite que el agua del lago es riesgosa

Por primera vez, el municipio reconoce el tema como un problema de salud pública. Planteó un plan de acciones sanitarias, medidas preventivas y estudios sobre la contaminación.
Villa Carlos Paz. Con recomendaciones tajantes, como la ?de “to­mar precauciones al realizar ac­ti­vidades recreativas” en ?el la­go San Roque y, obviamente, no beber su agua en forma directa, el municipio de Villa Carlos Paz pre­sentó un plan de contingencia que, por primera vez en forma abierta, admite la contaminación del em­balse y sus riesgos sanitarios.
Nunca el municipio de la ciudad asentada sobre el lago, que es su principal postal turística, había asumido esa postura públicamente. La crisis suscitada este otoño por una nueva pero más visible que nunca proliferación de algas dejó esta consecuencia. Si bien la presencia de algas bajó en intensidad respecto de marzo pasado, continúa siendo un problema a la vista.
Las tareas de limpieza se mantienen en la zona donde se generaron los mayores inconvenientes: la desembocadura del río San Antonio, sobre el centro de Carlos Paz, que se transformó en un foco que emanó un olor pestilente durante semanas y “despertó” a los vecinos que salieron a la calle a protestar por esa situación, que lleva décadas sin soluciones.
“El municipio aconseja que, hasta tanto se tenga mayor información, se realice sólo pesca deportiva en la rivera del lago correspondiente a Villa Carlos Paz. Además, solicita tener precaución al realizar actividades recreativas en áreas de floraciones cianobacterianas, hasta tanto se desarrolle un estudio de zonificación para el uso del lago”, señalaron en conferencia de prensa las autoridades de la ciudad, encabezadas por el intendente Esteban Avilés.
El médico Emilio Iosa, coordinador de Políticas Saludables del municipio, en la audiencia pública ambiental realizada para debatir el proyecto provincial de un nuevo puente sobre el San Roque, apuntó a la situación crítica del embalse y sus consecuencias sobre la salud como asunto prioritario. “Las cianobacterias aparecen por el aporte de materia orgánica al lago. Algunas son peligrosas para la salud, como la que se ve ahora: es una bacteria microcistina que produce una toxina. A nivel sanitario, hay que sumar todas las precauciones para prevenir enfermedades en la población”, dijo. “Nosotros las estamos viendo y oliendo, pero para los capitalinos el San Roque es su tanque de agua”, indicó.
En la Capital, el agua es potabilizada con métodos especialmente diseñados para evitar el impacto de las algas. El riesgo es para el consumo, incluso en animales, antes de su potabilización.

Medidas
Como primera medida, el área Salud del municipio comenzó con la capacitación de su personal acerca de los efectos por el contacto de la población con las cianobacterias. Además, se convocó a una mesa de expertos de diferentes áreas científicas, conformada por el director del Instituto Nacional del Agua (INA), Carlos Cattalini; el biólogo investigador del Conicet, César García, y la ingeniera civil Rocío Fernández, experta en saneamiento de lagos con trabajos en varios países.
Otra acción es el monitoreo del agua potable de Carlos Paz: el municipio solicitó a la Cooperativa Integral, prestataria del servicio, que realice y exhiba públicamente, de manera quincenal, análisis del agua que entrega a la red y que puntualmente defina la concentración de cianotoxinas. El agua que se consume en la ciudad no es extraída del lago, sino de una planta potabilizadora sobre el río San Antonio, en Cuesta Blanca.
El intendente Avilés apuntó que el lago estuvo olvidado durante 30 años. “Planteamos un abordaje sanitario con una agenda de trabajo en relación con instituciones y profesionales, pero sobre todo convocando a la ciudadanía para revertir esta situación”, dijo.
La clave: hacer cloacas en toda la cuenca hídrica. El deterioro de las aguas del dique lleva décadas acentuándose. Los investigadores coinciden en que la principal causa es el insuficiente tratamiento de efluentes cloacales en Carlos Paz y en otros 19 pueblos y ciudades de la cuenca hídrica. Un reciente relevamiento realizado por este diario determinó que de los 170 mil habitantes que habitan la zona que impacta sobre el lago, apenas el 21 por ciento cuenta con conexiones a redes.

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El Puntal de Río Cuarto (10/05/2017)
Dos cabrerenses encararon el duro desafío de sanear el lago San Roque

Javier Mana y Guillermo Rivera son representantes en Córdoba de la firma rosarina contratada por el Gobierno para limpiar el sector contaminado próximo a Carlos Paz. Apuntan a los desechos cloacales
General Cabrera.- Dos cabrerenses que representan en Córdoba a una firma rosarina dedicada al saneamiento hídrico tienen bajo su responsabilidad la coordinación de las tareas orientadas a recuperar el esplendor del lago San Roque y el río San Antonio que, en inmediaciones de la turística Villa Carlos Paz, fue epicentro de innumerables quejas en los últimos meses por el olor nauseabundo que emanaban.
Se trata de Javier Mana y Guillermo Rivera, representantes desde hace seis años de la empresa DH y SH SRL que el gobierno provincial contrató para hacer frente al problema ambiental suscitado en ese espejo de agua.
En diálogo con PUNTAL, confirmaron ayer que el pasado viernes se dio por concluida la primera etapa de saneamiento y que se encuentran a la espera de las directivas de la Provincia para saber si deben avanzar en una limpieza más profunda del lago de Villa Carlos Paz.
“Se sacaron 40 camionadas de botellas plásticas en 20 días y se trataron 250.000 litros de agua por cada jornada de trabajo, que incluyeron tareas nocturnas”, explicaron.
Por su parte, Mana dijo estar conforme con lo realizado, pese a que en un principio hubo quienes descreían de la posibilidad de un sustancial mejoramiento ante un escenario tan crítico.
Explicó que unas 20 personas a bordo de cuatro botes se abocaron a la tarea de juntar todo tipo de basura y no solamente algas, como en principio se señalaba como la única problemática. “Cuando llegamos a Villa Carlos Paz había un problema gravísimo y hoy por hoy, ese problema no está. Si bien sigue habiendo algas y el agua muestra un color verde, el olor nauseabundo que casi impedía respirar, ya no se percibe”, explicó Javier Mana.

El impacto de las cloacas
“Ante tanto que se ha hablado, podemos decir que el problema de las algas existe, pero que no es solamente eso. En el comienzo del saneamiento sacábamos basura generada por el humano, entre otras cosas, neumáticos, botellas, conos viejos, sillas plásticas, mesas, animales muertos, gran cantidad de ramas y troncos. Hacía mucho tiempo que el lago no se limpiaba y eso complicó nuestra tarea, que en principio era sacar las algas del lago”, dijo Mana.
Y agregó: “También sabemos y hemos visto que hay propiedades que vierten sus líquidos cloacales al lago y hemos visto gran cantidad de desechos humanos que van a parar allí. Muchos medios de comunicación han hecho referencia a materia de color azul sobre las algas, y eso es materia fecal, y es lo que larga el olor. En realidad, el alga muerta no es la que genera el olor, es la materia fecal”. Asimismo, el encargado de coordinar las tareas de saneamiento se excusó de señalar a responsables directos de la situación y dijo que su rol fue “abordar un problema que ya estaba”.
“Lo que sí podemos decir es que el problema es la gente de la ciudad que tira lo que te imagines al lago. Sacamos 40 camiones llenos de botellas plásticas. La cantidad de basura que va al lago es impresionante”, aseveró Mana.

“El olor desapareció”
“El olor desapareció. Puede que en un día de calor haya un poco de olor mínimo por las altas temperatura y la existencia de algunos restos, pero en general, la situación mejoró mucho”, celebró Mana.
Relató que durante los primeros días de trabajo, cuando el personal entraba en bote a la zona contaminada, “casi no podía sumergir el remo”.
“Había un espesor de 10 centímetros de suciedad. Eso es muy feo, por el olor y el paisaje que había”, señaló.
La firma rosarina que representa tiene en su haber tareas como el saneamiento del cauce del río Paraná en donde se registró tiempo atrás un importante derrame de aceite.
“De iniciarse otra etapa entraríamos en un trabajo más fino, pero es necesario, para poder avanzar, que la gente no tire más basura al lago. Porque eso es lo que encarece y dificulta nuestra actividad”, reflexionó Mana.
En caso de aprobarse la continuidad del proceso, el próximo paso se orientará a quitarle el color verdoso al agua. Asimismo, para Mana es preponderante trabajar en la concientización de vecinos y turistas para evitar nuevas contaminaciones.
“Para nosotros es una alegría inmensa haber podido llevar a cabo esta limpieza y que el gobierno haya quedado satisfecho con la labor”, finalizó.

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