23 ene 2017

Villa María: en bici a proteger un algarrobal



El Diario de Villa María (23/01/2017)
En bici a proteger el algarrobal

Ya van cuatro bicicleteadas desde el centro de la ciudad hacia el “montecito” de barrio Malvinas. Preparan un festival cultural para marzo con conferencias y bandas en vivo
“El agua que nos sobra es el monte que nos falta”. Es una de las frases que incluye uno de los tantos videos que circulan en las redes sociales para fomentar la defensa del bosque nativo en nuestra provincia.
En Villa María, el pulmón verde más importante poblado de especies nativas está en barrio Malvinas Argentinas, sobre calle Tucumán al 2800.
El “montecito”, como denominan al último algarrobal de la ciudad, es motivo para realizar distintas actividades educativas y desde hace algunos meses también para promover su preservación y evitar el desmonte.
Ya van cuatro bicicleteadas que organizan ciudadanos autoconvocados desde el centro de la ciudad hasta esa zona. El objetivo es generar charlas, debates y caminatas de reconocimiento de las especies autóctonas que existen en ese espacio.
La absorción del agua de lluvia, la presencia de aves autóctonas y la escasez de especies similares le dan relevancia a la necesidad de preservar estos bosques nativos.

Pocos en Latinoamérica
Una de las ecorregiones que atraviesan a la provincia de Córdoba es la del Espinal. Dentro de esa división se encuentra el distrito del algarrobo.
“Lo que más encontramos son algarrobos negros y blancos, es lo que predomina. Después hay curupí, tala, chañar, cina-cina y espinillo negro. Esta última es una especie que está en peligro de extinción en la provincia de Córdoba y la característica de este monte es que el único espinillo que hay es el negro, no sé por qué razón”, comenta Emilia Sosa, estudiante de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y una de las asistentes a la actividad realizada el pasado sábado por la tarde.
“¿Por qué insistimos tanto con protegerlo? Queda menos del 3% del bosque nativo en la provincia y la ecorregión del espinal a nivel Latinoamérica se considera extinta”, advirtió Sosa, quien durante varios años participó en distintos proyectos que involucraron al algarrobal como tema de estudio y trabajo.
En esta parte del mapa hay muy pocos lugares con fuerte presencia de árboles autóctonos. La Estancia Yucat es sin dudas la más importante, a la cual se suma la estancia La Margarita en Arroyo Cabral. Este es un campo privado que en una parte, de extensión similar al “montecito”, cuenta con plantas nativas.

Una reserva natural
“Lo que se busca hacer con el algarrobal es una reserva urbana”, comentó la estudiante y recordó algunos casos de lugares que se lograron preservar mediante esa figura legal.
En Córdoba capital existe la Reserva Natural San Martín (en cercanías del Estadio Kempes), en Ucacha la laguna La Felipa es reserva provincial. “En Bell Ville hay un parque que está bueno como reserva urbana también”, agregó Emilia Sosa.
Actualmente, la parte protegida por ordenanza municipal es la que incluye a la laguna de contención del agua de lluvia del barrio. El resto de las 26 hectáreas de monte que la rodean es lo que se busca convertir en reserva.
“Puede tener distintos usos. No necesariamente que sea una reserva significa que no puedas entrar, sino todo lo contrario. Lo que se busca en este caso es que sea una de tipo recreativa, que la gente la pueda utilizar y pueda aprender del lugar”, expresó la ecologista.
Si bien aún no se lograron contactar con el dueño de esas tierras, lo que se busca es que desde el municipio se promueva una normativa para que el lugar sea público y esté a salvo de la basura que arrojan algunos vecinos y, sobre todo, de un posible desmonte para loteo.

Se trata de convivir
“Por ahí se cree que cuando se habla de cuidar el ambiente es juntar la basura y plantar un arbolito, y justamente el desarrollo urbano conviviendo con el ambiente no se trata de eso”, remarcó Sosa.
La estudiante remarcó que lo más valioso de esas 26 hectáreas es que los árboles sean nativos. “Más allá de la función ecológica, tiene que ver con algo cultural. Estamos más acostumbrados a ver un fresno o un olmo que un algarrobo”, comentó.
Cabe destacar, como comentó la especialista, que plantas como el siempre verde o el olmo que no son autóctonas invaden e impiden el desarrollo de las que sí lo son. “Son especies exóticas e invasivas porque quitan espacio al crecer a un ritmo mucho más rápido que las especies nativas”, explicó la joven.
“Siempre que se habla de desmontar se dice ‘volvemos a plantar el árbol’. Pero no, vos podés recuperar un paisaje pero la información genética de un lugar no la recuperás más”, finalizó diciendo Sosa y recordó que un equipo de la UNVM planea realizar un proyecto de preservación de semillas.

Un festival cultural
La Comisión del Centro Vecinal del barrio Malvinas está al tanto de las distintas movidas en defensa del “montecito” y junto a distintos ambientalistas preparan un festival cultural para el próximo 12 de marzo.
Esperan contar con bandas locales (aunque se habla de algún artista de renombre), conferencias y feria. El lugar sería el playón del barrio.
“Muchos vecinos se quejan porque dicen que es un aguantadero o un basural, pero cuando les damos información sobre la importancia que tiene para todos muestran mucho interés”, indicó José Sánchez, integrante de la Comisión Directiva de la institución barrial.

Ver Noticia On Line
.

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs