13 oct 2015
Río Cuarto descarta más de 2 millones de bolsas por mes
9:00 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (13/10/2015)
En Río Cuarto se descartan más de 2 millones de bolsas plásticas por mes
Otras ciudades, como Córdoba y Buenos Aires, tienen ordenanzas para desalentar y reducir su uso. En el plano local, la única normativa vigente reemplazó los materiales pero aseguran que no resuelve nada
La cantidad parece descomunal, exagerada, pero esa impresión se disipa ni bien se hace un mero cálculo hogareño. Todos los meses, en Río Cuarto, se descartan más de 2 millones de bolsas plásticas que, en el mejor de los casos, van a parar al enterramiento sanitario, pero que en gran medida ni siquiera tienen ese destino y son tiradas en cualquier parte. La ciudad tiene una ordenanza que obliga al comercio a entregar envases que en teoría son biodegradables pero que para las organizaciones ambientalistas no lo son. De cualquier forma, las estimaciones arrojan que cada persona desecha aproximadamente 15 bolsas plásticas por mes, y esa cuenta es incluso mayor en países desarrollados. Otro de los aspectos importantes es que, a diferencia de otras jurisdicciones, nuestra ciudad no tiene regulaciones para disminuir los volúmenes de este tipo de materiales contaminantes para los cuales no hay tratamiento de reciclado. Vale recordar que el plástico tarda aproximadamente 150 años en desintegrarse completamente.
El próximo 6 de noviembre, en la ciudad de Córdoba, los supermercados comenzarán a cobrar entre 30 y 40 centavos por las bolsas plásticas que hasta ahora entregan gratis. Serán recipientes de mayor tamaño y durabilidad que los actuales, y tendrán dos variantes: una verde para colocar la basura seca, y la otra negra, para los residuos húmedos.
La experiencia cordobesa
Benjamín Blanch, presidente de la Cámara de Supermercadistas de Córdoba, participó en la elaboración de la ordenanza que fijó esta nueva disposición, y asegura que la ambiciosa meta es “reducir el 75 por ciento de las bolsas que se vienen usando, tal como ha ocurrido en la ciudad de Buenos Aires, donde este sistema ya lleva varios años”.
Según registros de la Cámara de Supermercadistas, en la ciudad de Córdoba se entregan 20 millones de bolsas plásticas todos los meses. Un dato que, teniendo en cuenta su población -1.330.000 habitantes según el último censo nacional de 2010- significa que el consumo es de 15 unidades al mes por persona.
De acuerdo a este parámetro, Río Cuarto, con sus 157.000 habitantes declarados por el mismo censo, genera un volumen mensual de aproximadamente 2.360.000 bolsas de plástico, que tarde o temprano son liberadas al medioambiente, donde permanecerán inalteradas por un siglo y medio.
Residuo no reciclable
Para Evangelina Natale, uno de los problemas centrales es que, a diferencia de otros envases plásticos, el nylon “es uno de los residuos no reciclables en este momento en la Argentina, porque no es redituable y sólo hay unas pocas plantas en el mudo que lo hacen”.
Natale es miembro de la Fundación Conydes, una ONG riocuartense integrada mayormente por biólogos, preocupados por una variada gama de problemáticas ambientales, que el año pasado le presentó al Municipio un proyecto para volver a las viejas bolsas de tela para hacer las compras.
En contrapartida, hay centros de reciclado para botellas PET y cartón, con un pequeño mercado, aunque se trata de esfuerzos independientes.
“El Estado tiene que trabajar en la reducción de basura. En el caso del nylon, hay que apuntar a que no se use más. En realidad, nosotros proponemos un modelo integral, porque la prohibición de la bolsa genera resistencia”, señaló la bióloga.
Normativa obsoleta
Por ahora, la única regulación local en la materia es una ordenanza que obliga a los híper, súper y minimercados a utilizar bolsas oxibiodegradables. Con la normativa, los comercios debieron reemplazar los envases de polietileno común, pero la norma, sancionada el 4 de junio de 2008 y promulgada el catorce días más tarde, rápidamente quedó anticuada.
Pronto, varias ONG y especialistas cuestionaron los nuevos materiales porque han demostrado que el único cambio es que las bolsas oxibiodegradables se despedazan pero su duración en el ambiente sigue siendo de cientos de años.
Federico Kopta, del Foro Ambiental Córdoba, sostuvo que el material de estos envases “no es biodegradable y agrava el problema, porque obliga a utilizar más cantidad porque se rompen fácilmente”, dijo.
Kopta, uno de los impulsores de la ordenanza para desalentar la utilización de bolsas plásticas en la ciudad de Córdoba, sostiene sin rodeos que la nueva normativa es “un aporte muy modesto”. Rescató, no obstante, que es preferible a la prohibición, porque “una parte va a circular de todos modos para embolsar la basura”.
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En Río Cuarto se descartan más de 2 millones de bolsas plásticas por mes
Otras ciudades, como Córdoba y Buenos Aires, tienen ordenanzas para desalentar y reducir su uso. En el plano local, la única normativa vigente reemplazó los materiales pero aseguran que no resuelve nada
La cantidad parece descomunal, exagerada, pero esa impresión se disipa ni bien se hace un mero cálculo hogareño. Todos los meses, en Río Cuarto, se descartan más de 2 millones de bolsas plásticas que, en el mejor de los casos, van a parar al enterramiento sanitario, pero que en gran medida ni siquiera tienen ese destino y son tiradas en cualquier parte. La ciudad tiene una ordenanza que obliga al comercio a entregar envases que en teoría son biodegradables pero que para las organizaciones ambientalistas no lo son. De cualquier forma, las estimaciones arrojan que cada persona desecha aproximadamente 15 bolsas plásticas por mes, y esa cuenta es incluso mayor en países desarrollados. Otro de los aspectos importantes es que, a diferencia de otras jurisdicciones, nuestra ciudad no tiene regulaciones para disminuir los volúmenes de este tipo de materiales contaminantes para los cuales no hay tratamiento de reciclado. Vale recordar que el plástico tarda aproximadamente 150 años en desintegrarse completamente.
El próximo 6 de noviembre, en la ciudad de Córdoba, los supermercados comenzarán a cobrar entre 30 y 40 centavos por las bolsas plásticas que hasta ahora entregan gratis. Serán recipientes de mayor tamaño y durabilidad que los actuales, y tendrán dos variantes: una verde para colocar la basura seca, y la otra negra, para los residuos húmedos.
La experiencia cordobesa
Benjamín Blanch, presidente de la Cámara de Supermercadistas de Córdoba, participó en la elaboración de la ordenanza que fijó esta nueva disposición, y asegura que la ambiciosa meta es “reducir el 75 por ciento de las bolsas que se vienen usando, tal como ha ocurrido en la ciudad de Buenos Aires, donde este sistema ya lleva varios años”.
Según registros de la Cámara de Supermercadistas, en la ciudad de Córdoba se entregan 20 millones de bolsas plásticas todos los meses. Un dato que, teniendo en cuenta su población -1.330.000 habitantes según el último censo nacional de 2010- significa que el consumo es de 15 unidades al mes por persona.
De acuerdo a este parámetro, Río Cuarto, con sus 157.000 habitantes declarados por el mismo censo, genera un volumen mensual de aproximadamente 2.360.000 bolsas de plástico, que tarde o temprano son liberadas al medioambiente, donde permanecerán inalteradas por un siglo y medio.
Residuo no reciclable
Para Evangelina Natale, uno de los problemas centrales es que, a diferencia de otros envases plásticos, el nylon “es uno de los residuos no reciclables en este momento en la Argentina, porque no es redituable y sólo hay unas pocas plantas en el mudo que lo hacen”.
Natale es miembro de la Fundación Conydes, una ONG riocuartense integrada mayormente por biólogos, preocupados por una variada gama de problemáticas ambientales, que el año pasado le presentó al Municipio un proyecto para volver a las viejas bolsas de tela para hacer las compras.
En contrapartida, hay centros de reciclado para botellas PET y cartón, con un pequeño mercado, aunque se trata de esfuerzos independientes.
“El Estado tiene que trabajar en la reducción de basura. En el caso del nylon, hay que apuntar a que no se use más. En realidad, nosotros proponemos un modelo integral, porque la prohibición de la bolsa genera resistencia”, señaló la bióloga.
Normativa obsoleta
Por ahora, la única regulación local en la materia es una ordenanza que obliga a los híper, súper y minimercados a utilizar bolsas oxibiodegradables. Con la normativa, los comercios debieron reemplazar los envases de polietileno común, pero la norma, sancionada el 4 de junio de 2008 y promulgada el catorce días más tarde, rápidamente quedó anticuada.
Pronto, varias ONG y especialistas cuestionaron los nuevos materiales porque han demostrado que el único cambio es que las bolsas oxibiodegradables se despedazan pero su duración en el ambiente sigue siendo de cientos de años.
Federico Kopta, del Foro Ambiental Córdoba, sostuvo que el material de estos envases “no es biodegradable y agrava el problema, porque obliga a utilizar más cantidad porque se rompen fácilmente”, dijo.
Kopta, uno de los impulsores de la ordenanza para desalentar la utilización de bolsas plásticas en la ciudad de Córdoba, sostiene sin rodeos que la nueva normativa es “un aporte muy modesto”. Rescató, no obstante, que es preferible a la prohibición, porque “una parte va a circular de todos modos para embolsar la basura”.
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