4 jul 2006

Campeones de la basura

La Voz del Interior (02/07/2006)
Campeones de la basura

En muy pocos rubros los cordobeses mostramos una capacidad de producción tan notable y regular como en el de la basura. Y, al parecer, los ciclos económicos de crecimiento o retracción inciden poco en los niveles de generación de desperdicios.Para muestra, sobra un botón: de cumplirse mínimamente las previsiones del último diagnóstico provincial de los sistemas de gestión de residuos sólidos urbanos, en 2009 cada cordobés producirá tres kilos de basura por día. O, lo que es lo mismo, más de una tonelada por año; casi el doble del volumen de hace un lustro. El informe fue elaborado por técnicos y profesionales expertos en la materia, tomando como referencia el censo de 2001 y proyectando una población de 3.317.931 habitantes, en función del comportamiento de la tasa anual de crecimiento demográfico de la provincia. El cruce de variables arrojó como resultado una generación global de basura del orden de 3.750.000 toneladas anuales para 2009.La relación producción de residuos/habitante indicada es considerada razonable para sociedades con características demográficas, económicas y sociales similares a las de Córdoba, pero que cuentan con sistemas de gestión eficaces, instituciones ambientales modernas con respaldo político, presupuesto suficiente, capacidad fiscalizadora y poder sancionador. Lo que no ocurre en la provincia, por cierto, aunque existan unas pocas excepciones a la regla. Entre ellas, algunas localidades de Unión, Marcos Juárez y San Justo, en donde hace tiempo se desarrollan proyectos impulsados con ayuda de entidades ambientales.Esta semana, el Gobierno Provincial le “ofreció” su ayuda al municipio de Córdoba para erradicar los basurales. Sin embargo, en el interior la situación no es tan distinta.La realidad explica la aflicción creciente de quienes son conscientes de la gravedad del problema y saben de la vinculación que existe entre el tratamiento inadecuado de la basura, la degradación del ambiente y los riesgos para la salud humana. Por caso, se sabe que unas 20 enfermedades –desde patologías gastrointestinales hasta el cáncer– están asociadas de modo directo o indirecto con la acumulación de los desperdicios en basurales a cielo abierto y la contaminación del aire, el agua y el suelo que provoca esa modalidad de disposición.Sin embargo, se calcula que en toda la Provincia hay entre 600 y 650 basurales a cielo abierto, de los cuales 15 por ciento se encuentra en la ciudad de Córdoba, departamento que genera aproximadamente el 70 por ciento de los residuos sólidos urbanos de todo el mapa cordobés.

Un monstruo pestilente
El robustecimiento progresivo de este “monstruo” pestilente llevó a las autoridades provinciales del área a imponerse la necesidad de definir una estrategia para abordar este problema de higiene y sanidad que comprende a todos los cordobeses, independientemente de su condición personal y lugar de residencia.De las ideas analizadas surgió, en 1999, el Programa Córdoba Limpia. La iniciativa fue presentada con bombos y platillos en una serie de actos oficiales desarrollados en la Capital y el interior provincial.Pero la pulcritud de las puestas en escenas no tuvo correlato con el tiempo establecido para el proceso de migración desde los basurales a cielo abierto a los vertederos regionales controlados, que constituyen el sustento del sistema pergeñado por los expertos de Córdoba Ambiente. Córdoba Limpia se había plateado los siguientes propósitos:
  • Construir una red de vertederos regionales controlados y estaciones de transferencia.
  • Asesorar de manera integral a los municipios con el fin de transferir los distintos tipos de tecnología para aumentar las tasas de desvío.
  • Elaborar una norma que garantice la ejecución, operación y control de gestión de los residuos sólidos urbanos.
Clausurar los basurales a cielo abierto
La realidad muestra de manera evidente que la red de vertederos regionales se encuentra en los primeros puntos del tejido, que el asesoramiento integral a los municipios se realiza por goteo y que la erradicación de basurales a cielo abierto no superó el umbral del deseo. Córdoba Ambiente no quiso hablar del tema ante la consulta de este diario.En lo que se avanzó en concreto es en el marco normativo, aunque quedan baches importantes para cubrir.En ese sentido, en febrero de 2003 la Legislatura provincial sancionó la ley de gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) y residuos asimilables a los RSU.Uno de los objetivos es “alentar la formación de sistemas cooperativos o asociativos con la finalidad de intervenir en el proceso de recolección, clasificación, reutilización, transporte y destino transitorio o final de los residuos”. La ley impuso a los municipios y comunas de la provincia un año de plazo a partir de su publicación para “realizar las adecuaciones necesarias en sus actuales sistemas de gestión” de la basura. A la luz de los resultados, quizá por culpas concurrente entre el Gobierno provincial y la mayoría de las administraciones de municipios y comunas, se avanzó poco y nada en acciones concretas para impedir que el problema de los desperdicios siga agravándose día a día.

Por Héctor Brondo
Informes: especial y corresponsalías

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