25 oct 2017

Todavía no preocupa la crisis hídrica



La Voz del Interior (25/10/2017)
Diques en bajo nivel, pero lejos de una crisis hídrica

Los embalses de Córdoba redujeron su volumen en los últimos meses, pero dentro del nivel histórico para esta época. Este año, hubo menos lluvias que en los tres anteriores en la zona serrana. Desde la Provincia plantean que si llueve lo habitual en verano, no habría riesgos de escasez en 2018, como hubo entre 2010 y 2013.
Villa Carlos Paz decretó el “alerta rojo” para reducir los consumos de agua, ante el escaso caudal del río San Antonio del que se provee, mientras una turista quedó “atrapada” en los barros de la costa del lago San Roque, provocados por la bajante de su nivel.
¿Está Córdoba a las puertas de una nueva crisis hídrica luego de tres años en que sobró el agua en sus diques?, ¿es posible que mientras las sierras y el oeste provincial tengan síntomas de sequía, el sudeste cordobés siga con excesos hídricos y campos inundados?
Carlos Paz se provee de agua del río, a varios kilómetros del embalse San Roque. El alerta que decretó su municipio se vincula con el bajo caudal en ese punto, que compromete la provisión si las lluvias no aparecen en las sierras y el consumo se mantiene alto. Con la luz roja, se prohíbe que el agua potable se use con otros destinos que no sea el consumo humano.
El San Roque luce bajo, pero no muy diferente a la imagen que suele presentar en esta época del año. Ayer estaba a cuatro metros de su vertedero, dos metros menos de los que mostraba hace un año pero unos centímetros por arriba de los que tenía hace dos.
En general, todos los diques de Córdoba muestran un nivel similar al promedio de las últimas décadas para esta época. Aunque en los últimos meses llovió por debajo del promedio en la zona serrana, se acumulan tres años en los que las precipitaciones estuvieron por encima de la media.
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Contrastes
Entre 2010 y 2013, Córdoba atravesó un período crítico de falta de agua, con ríos y lagos flacos que provocaron que varias zonas, sobre todo del muy poblado Gran Córdoba, sufrieran hasta restricciones en sus servicios de agua potable. Entonces, la preocupación se orientaba a preservar el agua que ingresaba a los embalses.
Se arrastraba una década de lluvias por debajo del promedio histórico, pero además pasaba factura el deterioro de los ecosistemas serranos que con cada vez menos cobertura vegetal preservan menos agua en sus suelos.
Pero en 2014, 2015 y 2016 el régimen de lluvias varió. Lo caído superó el promedio habitual y las inundaciones y crecientes complicaron a varias regiones de la geografía cordobesa Córdoba.
La paradoja fue que después de años en que la prioridad fue acumular agua en los embalses, en esos tres giró hacia la necesidad opuesta de evacuarla para que pudieran recibir más caudal de las crecientes y evitar que colapsen.
Ahora, para el verano que sigue, la impresión es que se está lejos de repetir escenas de crisis hídricas, aunque tampoco sobrará agua para abrir válvulas y compuertas de los diques antes de que llegue a sus vertederos.

Escenario posible
Edgar Castelló, secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, apuntó como “muy probable” que no se repitan los excedentes hídricos de los últimos tres años. Marcó que la mayoría de los pronósticos indican que en estos meses las lluvias estarán por debajo de la media, pero que a fines del verano se normalizarían. “Si las precipitaciones son las normales, dentro del promedio histórico, no hay motivo para imaginar ningún escenario de crisis”, apuntó.
Castelló comentó que “todos los diques hoy están dentro del promedio de nivel de los últimos 25 años, salvo La Viña, en Traslasierra, que está un poco por debajo”. Acotó además que “el San Roque está incluso un poquito por encima de esa media histórica”.

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Contraste en Córdoba: el oeste con sequía y el este con excesos hídricos

Una singular paradoja muestra la provincia de Córdoba por estos días. Su mitad oeste padece por la falta de agua, con varios meses de escasas precipitaciones que ya complican las actividades agropecuarias. Pero esa imagen convive al mismo tiempo con la de la otra mitad, hacia el este del mapa, que registra excesos hídricos desde hace varios años, con napas que siguen al borde del suelo y decenas de miles de hectáreas de campos anegadas por el agua.
“Es así, al oeste de una línea imaginaria que podríamos trazar entre la laguna Mar Chiquita al norte y la ciudad de Río Cuarto al sur, hay un déficit de agua, con lluvias insuficientes este año, por debajo de la media histórica. Y al este se da lo contrario, con lluvias que siguen por encima del promedio”, apuntó Edgar Castelló, secretario de Recursos Hídricos de la Provincia.

Sin lluvias
En Traslasierra y el arco noroeste del mapa provincial, la sequía hace meses que está complicando sobre todo a los productores agropecuarios. Pero esa preocupación llega también por estos días a zonas agrícolas del norte, centro y sur.
Mientras, todo el este viene registrando dificultades, desde hace tres años en los que llovió por encima del promedio, con las napas altas y los suelos que ya no absorben agua, y amplias áreas rurales inundadas, sobre todo en el extremo sudeste, en los límites con Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires.

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