3 jun 2017

Nuestro Hogar IV, habitar lo inhabitable



La Voz del Interior (03/06/2017)
El barrio que creció en un sitio inhabitable

Barrio Nuestro Hogar IV, o Pueblo Unidos, está en el extremo sur de la ciudad de Córdoba. Nació en 2007, cuando llegaron las primeras familias a ocupar esos terrenos. Hoy es una urbanización más, con una cuadrícula prolija, calles de tierra y casas de material. No hay muchas diferencias con otros barrios humildes de la Capital, salvo por una cuestión gravísima: está sobre un basural que funcionó antes de que se habilitara el enterramiento sanitario de Potrero del Estado.
Se trata de un sitio tan contaminado que el Concejo Deliberante, a instancias del Ejecutivo municipal, lo declaró inhabitable en 2010.
La decisión se tomó luego de que se detectaran altas concentraciones de metales pesados en el suelo y de que una serie de análisis realizados a la población revelaran la presencia de plomo en sangre no sólo allí, sino en personas que viven en Nuestro Hogar III, pegado al lugar.
Sin embargo, desde 2010 se sumaron más familias. El municipio asegura que monitorea la zona, aunque los vecinos indicaron que no se llevan adelante políticas activas de salud.
El terreno funcionó como un basural a cielo abierto en el que se disponían residuos domiciliarios, industriales y hospitalarios. Por eso, surgen a superficie restos de vidrios, ampollas y envases de los medicamentos y desechos que se arrojaban allí sin ningún tipo de tratamiento.
Cuando se hace un pozo, es muy fácil identificar la “capa geológica” de esos elementos, a pocos centímetros de donde se construyeron las viviendas. El peor ejemplo es una pequeña placita donde los niños juegan y desentierran esos peligrosos materiales.

Fundamentos
En 2009, La Voz informó sobre esta situación, ya que un estudio, realizado por la Cátedra de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba, detectó altas concentraciones de plomo y cromo.
En diciembre de 2010, la Secretaría de Salud municipal realizó análisis de plomo en sangre a 30 niños del barrio. A todos se les encontró ese metal pesado: en 18 la concentración fue de menos 5 microgramos por decilitro de sangre (ug/dl.); en ocho, entre seis y nueve ug/dl.; y en los dos restantes más de 15 ug/dl.
“La presente distribución nos muestra un 13,33 por ciento de plombemias superiores a los 10 ug/dl., valor tomado como límite de intervención en salud pública, observándose un 40 por ciento de pacientes con plombemias entre 5 y 9 ug/dl.; valores para los que existe evidencia disponible que plantea la existencia de efectos neurotóxicos adversos”, destaca el estudio.
Ese mismo mes, la Municipalidad declaró la zona “inhabitable”. En los fundamentos del proyecto de ordenanza que se envió al Concejo Deliberante se hace referencia a un estudio del Servicio de Ingeniería Química y Ambiental (Siqa) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que determinó que la mayor parte del barrio estaba en suelo no apto como residencial por la contaminación con metales pesados, superando los límites de residuos peligrosos.
Se tomaron más de 50 muestras en diferentes puntos del barrio, y los resultados fueron más que contundentes: había plomo, cobre, cinc, estaño y cromo.
La presencia de esos metales pesados en algunos puntos superaba hasta seis veces los valores establecidos por las leyes argentinas. Por caso, se encontró cinc en el 88 por ciento de las muestras, triplicando los límites recomendados.
El proyecto contó con el apoyo de casi todas las bancadas, incluida la del radicalismo.
Para entonces, vivían en el sector unas 200 familias. Y en 2011 se decidió que se iba a trasladar al barrio.
En la segunda mitad de ese año, se analizó a 120 personas (niños y embarazadas]) de Nuestro Hogar III y en todos los casos se detectó plomo por debajo de 3,5 ug/dl. Es decir que estaban expuestos al plomo.

Qué pasó después
Lo que vino en los años siguientes terminó en el fracaso de la relocalización del barrio y en un crecimiento exponencial, ya que por lo menos se triplicó su población. Se avanzó en una expropiación de un terreno ubicado hacia el este, pero fue usurpado.
Desde el municipio se describió un panorama complejo: el rechazo de muchos habitantes a abandonar el sitio, la expropiación y construcción de al menos 650 nuevas viviendas, y la demolición de lo construido sobre el basural y su posterior saneamiento.
Fuentes municipales aseguraron que se necesita un trabajo conjunto con la Nación y con la Provincia.
Mientras tanto, unas 700 familias pasan sus días sobre el único sitio declarado inhabitable de la Argentina. Y no hay una solución en lo inmediato.

Metales peligrosos para la salud, en niños
En el caso de Nuestro Hogar IV se detectó en 2010 y 2011 la presencia de cromo, cinc, estaño y plomo.
Hoy viven en el lugar unas 700 familias. Cuando se decidió su relocalización eran 200.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada a altas concentraciones de cromo puede provocar problemas en la piel, cáncer y daños permanentes en la vista.
El cobre, el cinc y el estaño son peligrosos en altas concentraciones o en exposiciones a largo plazo.

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El rechazo a que siga Piedra Blanca
A la situación ambiental que se vivía en la zona de Nuestro Hogar III y IV, a principios de 2010 se sumó el enterramiento sanitario de Piedra Blanca. El sitio de disposición final de los residuos de Córdoba está a unos dos mil metros del índice sudoeste del barrio.

Cuáles son los controles de salud que se realizan
El barrio no se trasladó, por el contrario, siguió creciendo. “Hoy viven unas 700 familias en el lugar”, cuenta Juan Sancci, presidente del centro vecinal de Nuestro Hogar III.

Cómo evolucionó el barrio
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