8 may 2011

Alta Gracia: El enigma de los arroyos

La Voz del Interior (08/05/2011)
El enigma de los arroyos



Se secan cursos de agua y desde Recursos Hídricos no se dan por enterados de su utilización por manos privadas, a tal grado de no responder oficios judiciales.

- Señor, usted que trabaja en el diario, ¿sabe que se han robado un arroyo en Alta Gracia?

–¿Cómo dice?

–Si, se lo han robado. Yo de niño iba a bañarme, a tirarme bajo la cascada y por Facebook me entero. Hay fotos publicadas, es un horror.

Ése fue el puntapié inicial. Había que constituirse en Alta Gracia y corroborar lo publicado a través de la red social por Esther Burlli. Varios días de recorrida por la ciudad del Tajamar y distintas entrevistas fueron necesarias para tratar de descubrir lo que podría denominarse “el enigma de los arroyos”, cuya muerte lenta es seguida de cerca por vecinos inquietos que han recolectado cinco mil firmas, un fiscal que inició una investigación de oficio, todos los concejales e incluso el mismo intendente, quienes hasta ahora no logran que desde la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia se mueva un solo dedo para poner fin a la utilización indiscriminada de los cursos de agua por sectores privados.
Las cascadas que convocaban a turistas de todas partes han desaparecido. Hilos de agua serpentean entre inmensas piedras como un dulce recuerdo, mientras que en lo que eran espectaculares saltos, hay charcos verdosos de líquido estancado y en largos tramos el curso ya es un recuerdo. En Alta Gracia, confluyen los arroyos Estancia Vieja, Los Paredones y Santa Cruz, que en el centro se unen para convertirse en el arroyo Alta Gracia.
La falta de control ha favorecido a quienes hicieron negocios inmobiliarios del más variado tipo en sitios ubicados fuera del ejido urbano de Alta Gracia, donde se ha llegado a usurpar tierras para venderlas a clientes que querían escapar de la gran ciudad, pero sin brindar ningún tipo de servicio.
Los compradores de lotes que no pagan impuestos municipales han hecho pozos sin ningún tipo de autorización ni pago de canon como establece el Código de Aguas de la Provincia y llegaron al extremo de realizar excavaciones al costado de los arroyos.
El éxodo de Córdoba hacia la zona de Alta Gracia trajo aparejada la construcción de numerosos barrios cerrados, algunos de los cuales incorporaron algún arroyo a la propiedad privada.
“Yo he actuado de oficio y he reclamado a la Subsecretaría de Recursos Hídricos para que informe por qué y con qué autorización el arroyo Los Paredones cruza el country Potrerillo de Larreta y por qué se ha desviado el arroyo Santa Cruz hacia La Hornilla, un barrio cerrado en construcción. Hace más de un año envié un oficio a Recursos Hídricos y no tuve ninguna respuesta”, dice, visiblemente contrariado, Emilio Drazzile, fiscal de Instrucción de Alta Gracia.
El funcionario judicial apunta: “Hace un mes envié otra notificación y ni siquiera me contestaron”.
Remisión de antecedentes. Drazzile adelanta que, de persistir la actitud del organismo oficial, tendrá que remitir los antecedentes a una de las dos fiscalías Anticorrupción, a cargo de Hugo Amayusco y Marcelo Hidalgo, para que se investiguen posibles delitos cometidos desde la administración pública.
A su vez, el intendente Mario Bonfigli salva su responsabilidad en cuanto a lo investigado por el fiscal. “Con Potrerillo de Larreta no puedo hacer nada, porque está fuera del ejido municipal. Ni siquiera puedo entrar a inspeccionar. Es cierto que el arroyo pasa por el country, pero eso es una cuestión de Recursos Hídricos, que tiene el poder de policía. Respecto del caso de La Hornilla, que sí está en nuestro ejido, hemos recurrido y desde Dipas (Dirección Provincial de Agua y Saneamiento) nos dicen que el arroyo no existe, que es un cauce seco. Lo estamos peleando y quisiera saber cómo sus técnicos llegaron a esa conclusión cuando el arroyo figura en todos los mapas”.
Respecto de Potrerillo de Larreta, tanto el intendente como el fiscal coinciden en que el cauce no varía en su paso por el country . “Es el mismo a la entrada y a la salida, no se modifica”, aseguran.
Desde el country –que cuenta con cancha de golf y una laguna para la pesca de truchas– el administrador Roger Nicoli se muestra “sorprendido” por nuestra consulta respecto de la actuación de oficio del fiscal. “No hemos sido notificados de nada; hablen con Recursos Hídricos. Estoy a su disposición por los que les haga falta, pero de esto no tengo ningún conocimiento”.
Silencio oficial. ¿Y qué dicen en Recursos Hídricos? Desde minutos después de las 10 del miércoles y hasta el mediodía, en el tercer piso del edificio del ministerio de Obras Públicas, ubicado en Humberto Primero y La Cañada de la ciudad de Córdoba, no apareció Claudia, la secretaria y única llave para poder entrevistar al subsecretario de Recursos Hídricos, ingeniero Luis Eduardo Salamone. Cerrada esa puerta, este diario contactó el viernes a la encargada de prensa de Obras Públicas, quien al cabo de algunas consultas informó que Salamone no iba a hablar.
Quizá el funcionario lo ignore, pero además de los oficios del fiscal de Alta Gracia, hasta el momento, por excusas formales, no fue posible ingresar a esa área un pedido de intervención del Concejo Deliberante (votado por unanimidad y fechado el 16 de marzo último, por el cual se reclama a Salamone que dé cumplimiento al Código de Aguas de la Provincia, que en su artículo 3 establece que “el control y vigilancia del uso de las aguas, álveos, obras hidráulicas y de las actividades que pueden afectarlos, estará a cargo de la autoridad de aplicación de este Código, a la que se facilitará el uso de la fuerza pública y las órdenes de allanamiento necesarias”.
En su reclamo, los ediles justifican el pedido de intervención del organismo provincial y recuerdan al subsecretario que “sectores de nuestros arroyos se encuentran obstaculizados con alambrados que impiden el acceso a los espacios públicos constituidos por las líneas de ribera”. Agregan que ya se formalizó un reclamo a través de la resolución 012/08, del 22 de julio de 2008, “cuyas copias se adjuntan, encontrándose al día de la fecha archivados los trámites de la misma sin respuesta alguna”.
El escrito de los concejales sostiene que la situación planteada se encuentra en contradicción con el artículo 37 del Código de Aguas, el cual establece: “Toda persona tiene el derecho al uso común de las aguas (...) siempre que tenga libre acceso a ellas y no excluya a otro de ejercer el mismo derecho”. Y agrega: “En tanto que los vecinos estamos impedidos de aprovechar los servicios ambientales que los arroyos generan”.
Fabio Iznardo, uno de los concejales y a la vez miembro del grupo “Todos por nuestros arroyos”, que ha reunido cinco mil firmas de vecinos para avalar la petición del Concejo, destaca la necesidad de que Recursos Hídricos realice un “análisis integral de la cuenca, que permita determinar no sólo lo que está pasando en cuanto al caudal que tienen los arroyos, sino también las perforaciones, los pozos que hace la gente para el consumo propio, como por ejemplo en el valle Buena Esperanza, donde hay un número importante de vecinos, también en la zona del barrio Parque de la Gruta, con mucha gente que tiene perforaciones y pozos cavados y que no tienen ni siquiera agua para el consumo”.
Entiende Iznardo que hay que determinar varios aspectos; entre ellos, “verificar si hay una apropiación del espacio público, por ejemplo en el tema de alambradas y tomas que no estén inscriptas en Dipas. Los que están en condiciones de hacer eso son los de Recursos Hídricos, porque tienen el poder de policía, el personal capacitado y los elementos técnicos. A nosotros, ciudadanos, una tranquera nos frena, es propiedad privada y no podemos acceder allá arriba, donde nacen los arroyos. Ellos, como institución del Estado, tienen la potestad para entrar”.
Agua que no bebas. Al recorrer el arroyo Los Paredones, motivo de postales antiguas con arriesgados bañistas lanzándose de las alturas al fondo de las cascadas, se advierte que corre algo de agua.
En realidad, el agua es arrojada al cauce por la Cooperativa de Obras y Servicios de Alta Gracia (Cosag), encargada del suministro de agua potable y de los residuos cloacales.
La Cooperativa extrae agua del río Anisacate y, como hay sobrantes, vuelca esa agua “cruda” al cauce de Los Paredones; es decir que estaríamos ante un arroyo “virtual” o artificial.
A pesar de todo lo expuesto, de la intervención de la Justicia desde hace más de un año y de los reclamos de autoridades y vecinos, en la Subsecretaría de Recursos Hídricos no se dan por aludidos.
Quizá una frase escuchada el miércoles, mientras infructuosamente aguardábamos que nos recibiera el ingeniero Salamone sirva para sintetizar lo que sucede en ese ámbito. Mientras un particular masticaba bronca porque un expediente iniciado dos meses atrás se había extraviado (le argumentaron que probablemente fue un error de la mesa de entrada del organismo), uno de sus funcionarios, en tono irónico, cuando un compañero le preguntó cómo “estaba la cosa”, respondió: “Las aguas bajan turbias”.
Vaya si lo sabrán en Alta Gracia.

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"Todos por nuestros arroyos", la consigna de los vecinos

Un grupo de habitantes de Alta Gracia se ha movilizado y captado miles de voluntades para que se investigue y se establezca por qué se han secado los cursos de agua.
Empezaron a reunirse porque tenían demasiadas cosas en común, pero por sobre todo porque no se resignan a “seguir presenciando la agonía de los arroyos” donde se bañaban desde muy chicos y después con sus hijos.
Lo que empezó como una inquietud de amigas y amigos fue creciendo y, después de reunir más de cinco mil firmas para apoyar un pedido de investigación del Concejo Deliberante de Alta Gracia, ya han previsto una serie de acciones a seguir para recuperar los arroyos.
“Somos un grupo de ciudadanos comunes, sin ningún tipo de partidismo, y el único hilo conductor es la preocupación de todos los que en algún momento hemos disfrutado del arroyo de Alta Gracia en todo su esplendor. Verlo ahora, en las condiciones que está, nos entristece. Es por un montón de factores, no sólo por la falta de agua sino por la basura, los deshechos que se tiran, aguas servidas; es un poco de lo que estamos hablando. No se regula absolutamente nada, hay muchas ordenanzas pero parece que el arroyo es tierra de nadie”, dice Esther Burlli, quien hizo trascender el problema a través de Facebook, cargando infinidad de fotos que muestran el desastre en toda su magnitud.
María Vidosa, otra de las integrantes del grupo, interrumpe para señalar que el perjuicio “no es sólo a nivel ecológico sino económico. Es realmente patético; a nivel turístico se está perdiendo un recurso importantísimo y también hay un valor patrimonial. El bajo caudal de agua nos llamó la atención a todos los ciudadanos. Si bien sabemos que los countries utilizan el agua para los riegos y muchas otras cosas, ésa no es la preocupación central; todo va mucho más allá. Lo importante es averiguar justamente cuáles son todos los factores que hicieron que el arroyo quedara sin agua. Como es un bien público, tenemos que saber; de allí nuestro apoyo al pedido de los concejales de Alta Gracia a la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, que debe hacer un estudio y analizar por qué la baja del caudal”.
Y agrega: “Eso como primera medida; ya sea por factores climáticos o privados, como ciudadanos tenemos el derecho de saber qué sucede con ese recurso que nos pertenece a todos. Queremos saber cómo se utiliza el agua; no puede ser que un grupo, un sector de gente, haga un uso mayor que otra cantidad de gente, que sólo unos pocos usen el recurso”.
Alejandra Perisssep cuenta que la intención de “Todos por nuestros arroyos” es “aportar y no ir al choque, ni enfrentarnos, ni formular ningún tipo de agravio. Nos ponemos a disposición para ayudar, educar, transmitir todo el conocimiento que se pueda tener sobre este tipo de cuestiones, para encontrar una solución. Acá, los que están haciendo un mal uso de los recursos no se dan cuenta de que ellos también se van a ver perjudicados como nosotros”.
“También hay ideas y proyectos presentados”, indica el concejal Fabio Iznardo. “Está, por ejemplo, el plan director de la cuenca hídrica y queremos que se trate. Tiene varios objetivos: preservar el recurso y hacer un uso sustentable, determinar líneas de ribera, líneas de inundación, zonas francas para la utilización, la gestión de los residuos de todas las actividades que se desarrollen en los arroyos y, fundamentalmente, tener una visión integral, porque el arroyo Santa Cruz, Los Paredones, tiene que ver con la cuenca del río Anisacate, la única fuente real que tenemos de provisión de agua potable para los ciudadanos de Alta Gracia. Si no cuidamos la cuenca en su conjunto, nos vamos a encontrar a la brevedad con muchísimos problemas, porque las aguas subterráneas de acá, de la zona, pueden ser un complemento pero no un sustituto. La protección de la cuenca no tiene que ver sólo con los arroyos sino con la creación de un área de protección ambiental hacia el oeste, evitar la desaparición de los montes nativos, los desmontes, la utilización de agroquímicos. Es una cosa mucho más compleja e integral y es lo que está proponiendo este grupo”.
Lo que empezó como una “locura” de un grupo de amigos ha prendido fuerte en la ciudad de Alta Gracia y ya está participando gente de Anisacate.
“Queremos conocer otras alternativas. Hoy (por ayer), por ejemplo, un grupo de 45 vecinos fue a La Falda y a Cuesta Blanca para conocer la planta de tratamiento de efluentes cloacales; es una jornada de capacitación”, concluye el concejal Iznardo.

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Ampliarán el ejido urbano en Alta Gracia

Mientras los vecinos y organizaciones ambientalistas se movilizan, el intendente Mario Bonfigli admite que “está atado de pies y manos”, porque los estragos se producen fuera del ejido municipal.
El desastre ecológico provocado por las perforaciones indiscriminadas, muchas de ellas realizadas a la vera de los arroyos que confluyen en la ciudad de Alta Gracia, se ha tornado imparable. Mientras los vecinos y organizaciones ambientalistas se movilizan, el intendente Mario Bonfigli admite que “está atado de pies y manos”, porque los estragos se producen fuera del ejido municipal.
Para el intendente, la solución es ampliar el ejido de la ciudad, que es muy reducido. En ese sentido se ha estado trabajando desde hace bastante tiempo. Según Bonfigli, la “ambiciosa” ampliación del ejido ya está en la Legislatura Provincial y podría aprobarse a la brevedad. Confía en que antes de finalizar mayo saldrá la ley, y cuenta que tuvieron que superarse muchas trabas porque desde las áreas técnicas del Ministerio de Gobierno pusieron demasiados reparos y hubo que defender y justificar cada punto que se reclamaba.
“No nos aprobaron rápido, porque nos exigieron que fundamentáramos una, dos y hasta tres veces por qué queríamos ampliar tanto el radio”, precisa.
El intendente dice que hay terrenos que se han usurpado. “Tenemos grandes problemas por la falta de aprobación del ejido, porque fuera de éste no podemos resolver los problemas, no podemos exigir nada. A todo lo que está afuera, no podés intimarlo, no podés cobrarle”, explica Bonfigli.
Para dar un ejemplo sobre la imposibilidad de actuar para revertir problemas de suma gravedad, el intendente dijo que se está construyendo cada vez más sobre el río San José. “Nosotros tomamos agua de ahí y sabemos que hay muchas casas que tienen las cloacas al río y no podemos intervenir; de ahí la importancia de ampliar el ejido y poder tener poder de policía para mejorar la calidad de vida de la gente”.
Alta Gracia cuenta con una población que ya supera los 50 mil habitantes y en sus alrededores se advierte la migración proveniente de Córdoba Capital, con importantes emprendimientos que, de ser incorporados al ejido de la ciudad del Tajamar, harían crecer la recaudación en materia de tasas de una manera más que importante.
El ejido pretendido por Bonfigli se extendería hasta Bosque Alegre por un lado, camino a La Paisanita hasta el Crucero Sur, hasta lindar con Villa Los Aromos, La Bolsa, y La Marianita, lindando con Anisacate. “Estamos hablando de una ampliación muy importante”, dice el intendente.
La postura de Bonfigli no tiene contras y el grupo de vecinos “Todos por los arroyos” está de acuerdo con la ampliación del ejido.
Fabio Iznardo, concejal opositor al intendente, se lamenta porque el proyecto aún no fue aprobado por la Legislatura. “El municipio no tiene poder de policía sobre aspectos que tienen que ver con los códigos de edificación, pero sobre los cursos de agua sí lo tiene Recursos Hídricos”, dice.
“Cuando el ejido sea aprobado –remarca–, la Municipalidad podrá determinar el tipo de edificación, qué tamaño tendrán los lotes, distancia de la ribera y tratamiento de efluentes, aunque esté reglamentado por la Dipas. La Municipalidad podrá intervenir en forma conjunta con la Subsecretaría de Recursos Hídricos.
De hecho, ya hemos intervenido en algunas oportunidades, como cuando se producía el volcamiento de efluentes de curtiembres dentro del ejido municipal de Alta Gracia y las hicimos clausurar”.

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