19 ago 2019

La nueva Bajo Grande estará lista para el año que viene



La Voz del Interior (19/08/2019)
La nueva Bajo Grande no arranca hasta fines de 2020

Diciembre de 2020. Esa es la nueva fecha prevista para que entre en funcionamiento la nueva estación depuradora de aguas residuales (Edar) que construye la Provincia al lado de la actual Bajo Grande.
El plazo inicial de 36 meses indicaba que la planta estaría operativa a fines de este año; sin embargo, la crisis, las subsiguientes subas del dólar y los reajustes presupuestarios postergaron el corte de cintas de esta obra que será vital para el saneamiento en la ciudad de Córdoba.
Por estos días, el Ministerio de Servicios Públicos de la Provincia ultima los detalles de una nueva curva de ejecución de obra con el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa).
“Estamos replanteando el esquema de trabajo en función de las variables económicas que se venían sucediendo en los últimos meses”, informó a La Voz Lucía Vázquez, coordinadora de la unidad ejecutora de la cartera provincial.
Una aclaración: tanto la previsión presupuestaria como el nuevo plan de obras se realizaron antes de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), por lo que no se tuvo en cuenta la última devaluación del peso. Cuando el panorama nacional sea más estable, se podrá medir ese impacto.
Sin tener en cuenta la última subida del dólar, el costo previsto para toda la obra de saneamiento de la ciudad capital, que incluye la planta y los cinco colectores troncales, se estima en 6.238 millones de pesos.
En diciembre de 2016, el presupuesto inicial era de 3.272 millones de pesos. En menos de tres años, el costo total de la planta prácticamente se duplicó.
“Se trabajó en un nuevo plan de prioridades y se bajó la curva de inversión prevista inicialmente”, señaló Gerardo Franceschi, coordinador general de la obra.
La reestructuración de los trabajos comenzó a partir de mayo de 2018, cuando se produjo la primera escalada del dólar. El nuevo ritmo del proceso se definió en función de los saltos presupuestarios consecuentes.
La nueva planta de Bajo Grande tiene un estado de ejecución del 58 por ciento, de acuerdo con el último certificado de julio pasado.
Toda la obra de saneamiento está cofinanciada a través de un acuerdo entre la Nación y la Provincia. La primera se encarga del 67,6 por ciento; Córdoba, del porcentaje restante.

Próxima gestión
El grueso de la obra civil ya está terminado y dentro de poco empezaría la etapa para dotarla del equipamiento, de la maquinaria y del software necesario para operar.
En función de la emergencia ambiental y del deficiente funcionamiento de la Edar, la Provincia quería poner en funcionamiento este año al menos una parte de la nueva planta para aliviar la contaminación y habilitar las reparaciones en la estructura existente. Sin embargo, el estiramiento de los trabajos postergó esta apertura parcial.
“Calculamos que, en el primer cuatrimestre del año próximo ya se podrá poner en funcionamiento al menos la mitad de la planta. Posiblemente, se tenga que trabajar en conjunto con algunas unidades de la estación vieja, pero creemos que vamos a llegar”, afirmó Vázquez.
Será entonces la gestión del intendente electo Martín Llaryora la que habilitará la nueva planta. Hasta el momento, no está claro cómo funcionará el sistema de saneamiento: si cada planta estará gestionada por sus correspondientes jurisdicciones o si se buscará un sistema unificado, de gestión municipal o provincial.
El próximo intendente ya se encuentra evaluando esos temas con los funcionarios provinciales, con los que mantuvo encuentros en los últimos días.
En la discusión también surge una incógnita sobre la red de agua potable. En la mayoría de las ciudades del mundo, se la administra de manera conjunta con el sistema cloacal.

El sistema operativo de la estación
La nueva planta tendrá una capacidad para tratar 10 mil litros por hora de líquido cloacal crudo. Está dividida en dos unidades gemelas e independientes que pueden depurar la mitad de los efluentes.
El sistema de tratamiento es diferente del que tiene la actual Edar. En la nueva planta, el tratamiento se realizará mediante aireadores, mientras que en la actual se hace a través de lechos percoladores.
En las piletas de aireación está el corazón biológico del tratamiento de los efluentes. A partir de pequeñas burbujas de oxígeno, se aíslan las partículas que quedan en el agua y comienza el trabajo de los microorganismos sobre las bacterias.
Este mecanismo, que para los técnicos es más efectivo, demandará más energía.
En total, la planta consumirá cinco megavatios. Su producción de gas metano –prevista para una segunda etapa– le permitirá ahorrar un 20 por ciento de los recursos.
La estación funcionará las 24 horas y tendrá grupo electrógeno propio en caso de cortes de luz.
La unidad de ingreso es una superficie de hormigón, ubicada 13 metros bajo tierra, de casi 100 metros de largo y dividida en cuatro andariveles. Contará con una garra mecánica que recogerá el grueso de los residuos que entran a la estación depuradora.
La planta está prevista para tratar efluentes que ingresen con una carga de hasta 250 de demanda bioquímica de oxígeno (DBO).
“Se trata de una planta para dotar de servicio por 20 años a toda la ciudad. Es la obra de saneamiento más grande de la Argentina”, señaló Lucía Vázquez, coordinadora de la Unidad Ejecutora del Ministerio de Servicios Públicos de la Provincia. Además, indicó que la planta es, por su magnitud, una verdadera pieza de ingeniería que lleva casi 40 mil toneladas de hormigón.
Además, los sedimentadores primarios son estructuras de hormigón de 42,5 metros de diámetro y los secundarios tienen 54 metros.
Gran parte del equipamiento que requiere es de importación. El sistema operativo y de control del funcionamiento, que será automatizado, es de origen alemán. El software será de última tecnología. También se evalúa la compra de otros dispositivos de orígenes español y finlandés. Estos precios están atados al dólar.
La obra de saneamiento de la ciudad se completa con los cinco colectores troncales: Norte, Sur, Villa El Libertador, Centro y Noroeste. Los tres primeros ya están finalizados y solamente el tercero está operativo. Los otros dos tienen un grado de avance del 55 y del 45 por ciento, respectivamente.
A pesar de la crisis en el sector sanitario y de que Policía Ambiental prohibió la realización de nuevas conexiones, las redes domiciliarias de Villa El Libertador se conectaron al sistema. La excepción quedó justificada por la emergencia en la barriada, que sufría el hundimiento de las casas.El resto de los colectores que están ya finalizados no entrarán en funcionamiento hasta que la planta esté operativa.

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