9 jun 2019

Estudian mejoras en biodiversidad de la cuenca Ctalamochita



La Voz del Interior (09/06/2019)
Relevan qué peces pudieron subsistir en el río Ctalamochita

Una fundación y un equipo de biólogos estudian la fauna del río Tercero. Buscan el repoblamiento de dorados y otras mejoras en la biodiversidad de esa cuenca.
Un trabajo silencioso de aficionados a la pesca comienza a alcanzar algunos logros. Han realizado el primer relevamiento que avanza hacia un diagnóstico, con base científica, sobre la variedad de peces que aún conserva el río Ctalamochita (o Tercero). Conocerlo podrá servir para preservar ese recurso o, mejor aún, recuperar lo perdido.
Con sus tributarios en las Sierras, el río caudaloso de Córdoba recorre unos 300 kilómetros más, pasando por más de 20 localidades, hasta entregar sus aguas (ya en Santa fe) al Carcarañá, que desemboca vía Coronda en el río Paraná.
El relevamiento de campo del último año, a cargo de los biólogos cordobeses Jael Dominino y Miguel Casalinuovo, comprendió más de 100 kilómetros del cauce sobre suelo cordobés, desde el dique Piedras Moras (en Almafuerte) hasta Bell Ville.
La idea de conocer y preservar la fauna ictícola nació de la inquietud original de la Agrupación de Pecadores con Mosca del Club Náutico Río Tercero. Años atrás, se propusieron reintroducir el dorado, que había desaparecido de este río. Como el proyecto ya ampliaba los límites de esa afición deportiva, fueron por más: crearon la Fundación Río Ctalamochita, con el objetivo de “recuperar la biodiversidad” de este cauce.
Diego Colussi, presidente de la fundación, apuntó que el estudio iniciado cuenta con la declaración de interés legislativo a nivel provincial y nacional.
Sobre los primeros resultados, señaló que se han detectado 23 especies de peces, 22 de ellas identificadas y una sometida ahora a estudios para confirmarla.
Son tres especies migratorias, 18 residentes y una exótica. El informe de los biólogos las cita: tachuela, vieja del agua, bagres (blanco, anguila, gris y sapo), sábalo, dientudo, dorado, tararira, cuatro tipos de mojarra (cola roja, chata, fina), tres tipos de orillero (morenita, madrecita), anguila, dos tipos de chanchita (palometa), carpa y sabalito.
Esa cantidad es muy inferior a la que se conoce que habita aguas abajo de una represa construida para generar energía para una empresa molinera, sobre el Carcarañá. Según sostienen, ese obstáculo físico ha deteriorado la biodiversidad de peces en el río en territorio cordobés.

Dorados, de vuelta
Colussi evaluó que las especies ahora identificadas son, en general, las mismas que descubrían de a poco en los distintos relevamientos “caseros” que hacían años atrás. Ahora, el plus es que cuentan con rigor científico.
También mencionó que en el último año se aprecia una mayor población de dorados. Respecto a si tiene relación con las siembras realizadas por el grupo hace más de un año, señaló que no tienen certeza de si es la única causa posible o si puede sumarse también “una creciente que desbordó la represa del Carcarañá”, obra que implica un impedimento para el ascenso de peces aguas arriba y que desvela a la fundación.
Estos aficionados siempre realizaron tareas con fondos propios, según apuntó Colussi. Algunas gestiones se han realizado ante la Secretaria de Ambiente de Córdoba para obtener colaboración económica, más allá de los avales que viene dando esa repartición para los estudios trazados.

Obstáculos
Puntualizó que cerca de los varios minidiques o azudes construidos sobre este río, si se compara con distintos lugares de la cuenca, se observa que “hay un mayor número de individuos, no de especies”. Profundizó que “esos bloqueos físicos hacen que se amontonen más”.
Colussi acotó también que el primer informe no detectó ninguna situación especial en torno de la zona industrial química de la ciudad de Río Tercero. “En la zona de Los Potreros, aguas debajo de ese polo industrial, encontramos una buena cantidad de especies y de individuos, al momento del relevamiento. Y lo mismo se vio en el balneario de Almafuerte, que está aguas arriba”.

Principal barrera: una represa santafesina
El primer informe realizado por la Fundación Río Ctalamochita arrojó que la principal barrera para la repoblación de peces en el sector cordobés del río Ctalamochita la constituye un bloqueo total del cauce provocado por la represa de una empresa privada para generar energía. Está en territorio santafesino y fue construida hace más de un siglo.
Advierten que su impacto es “muy grave” para la biodiversidad acuática y que afecta, sobre todo, a dorados, surubíes y bogas que migran desde el Paraná, para cumplimentar su ciclo de reproducción y alimentación aguas arriba. Por ese obstáculo, “no pueden cumplir su trayectoria”. De ese modo, esas especies dejaron de verse sobre el Ctalamochita.
Según reclaman, en ese punto “las turbinas matan a muchos de los peces que migran río abajo, ocasionando un inmenso desequilibrio ecológico en toda la cuenca”.
Sostuvieron que hay estudios que indican que “aguas abajo de la represa habitan más de 230 especies y aguas arribas sólo 27, con una densidad de individuos muy por debajo de lo normal”.
Infieren desde la fundación que sin esta barrera física se permitiría que vuelvan a poblar el río Ctalamochita todas las especies y en mayor cantidad, como hace un siglo atrás.
Según señalaron, se vislumbra alguna voluntad política de atender esta situación, pero aún no se registraron avances concretos. Hace un año, por ejemplo, autoridades provinciales cordobesas y santafesinas rubricaron una carta intención que plantea eliminar todo tipo de barreras sobre este cauce.
En el relevamiento también se especificó que, sobre Córdoba, hay otras barreras físicas, pero de menor impacto, como los azudes sobre el cauce en San Marcos y en Villa María.
Otra historia es el dique Piedras Moras, un paso infranqueable. Pero el planteo es que, al menos, hasta ese punto pueda ser liberado o regulado el modo en que se facilita el movimiento de los peces.

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