2 feb 2019

Unquillo y una urbanización que no debería ser



La Voz del Interior (02/02/2019)
El Montecito tiene licencia ambiental, lo frena una denuncia

La Secretaría de Ambiente de la Provincia aprobó el 27 de diciembre del año pasado el proyecto de urbanización Fideicomiso El Cigarral, conocido como El Montecito, en Unquillo, un emprendimiento que desde el año 2014 va y viene con reformulaciones y que fue criticado en una concurrida audiencia pública.
La autorización firmada por el secretario de Ambiente Javier Britch permite utilizar las 125 hectáreas del predio con 44 hectáreas para el loteo residencial, 14 hectáreas para circulación, 12,5 hectáreas para espacios verdes y 55 hectáreas de reserva natural, como principales usos. En el proyecto original, se planteaban 72 hectáreas para viviendas y otras 20 hectáreas para circulación, dejando apenas 20 hectáreas como espacio verde. Entonces se planteaba para 700 lotes, de 800 a mil metros cuadrados. Ahora serán menos de 500, con dimensiones menores: de 400 y 600 metros.
En el proyecto se prevén espacios para banco de tierras municipal, complejo recreativo y comercial, y el aporte de una ruta alternativa a la E-57 para descomprimir el tránsito vehicular entre Unquillo y Mendiolaza.
La iniciativa, desde que el municipio le volvió a dar la prefactibilidad de localización en diciembre de 2016 luego de habérsela retirado tras las inundaciones de 2015, generó resistencia en sectores de la comunidad y en ambientalistas por el efecto que podría tener el desmonte y una mayor impermeabilización del suelo. Estas fueron las principales objeciones planteadas en una concurrida audiencia pública a fines del año pasado.
Desde la Asamblea del Monte de Unquillo (AMU) se sostiene que el loteo es ilegal porque se emplaza en bosque nativo de zona roja.
“Según consta en un informe de 2014 incluido en el expediente del loteo en la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia, 91,5 hectáreas de las 125 que comprende el predio, corresponden a zona roja de acuerdo al mapa de la ley 9.814, por lo que no se puede autorizar el cambio de uso de suelo, y no está permitido construir ni desmontar”, expresan.
Javier Britch explicó que en el año 2014 Ambiente no contaba con el mapa vectorizado de bosques ni imágenes satelitales con suficiente calidad para estimar con precisión el área boscosa. Que en función de las herramientas que se tenían en ese momento se estimó que había 91 hectáreas boscosas, que entraban en algún grado de protección.
Cuando la empresa desarrollista reelaboró el proyecto, Ambiente volvió a calcular las áreas protegidas, esta vez con imágenes satelitales, que se complementaron con visitas al predio. Esto permitió, según Britch, “estimar mejor la calidad de la cobertura vegetal” y permitir el uso para vivienda o circulación de viejas chacras o bosques de siempre verdes.
A su vez, Britch destacó que el análisis técnico reveló que será mejor el manejo de las escorrentías para los sectores que están ubicados en la pendiente de El Montecito si se concreta el proyecto. “Con lagunas de retención y las curvas de circulación se puede permitir desagües con menor impacto”, explicó.
Gonzalo Más, representante de la empresa Cahuana (a cargo del emprendimiento), se mostró cauto respecto a la obtención de la licencia ambiental por parte de la Provincia. “Después de tantos años de idas y venidas es una buena noticia porque todas las partes hicimos esfuerzos para tratar de entendernos. De nuestra parte tomamos nota de todas las objeciones y reformulamos la iniciativa respetando criterios de sustentabilidad. Ahora depende del municipio de Unquillo otorgar la factibilidad definitiva”, expresó Más.
En tanto, los trabajos permanecen paralizados.
Más allá de las objeciones ambientales, desde AMU entienden que el proyecto implicaría excepciones a ordenanzas que suprimen para Unquillo la figura de barrio cerrado o privado.
“Esta urbanización comprende un barrio cerrado de casi 500 lotes que se torna crítico por el modelo de crecimiento que aporta a reforzar en la localidad y la región: ciudades dormitorio, fragmentadas, ligadas al uso intensivo del automóvil, un crecimiento que no aporta a la vida económica, social ni cultural de la ciudad”, plantean.
La asamblea denunció al intendente de Unquillo, Jorge Fabrissin, a los concejales, y exfuncionarios locales y provinciales por incumplimiento de deberes de funcionario público y abuso de autoridad por el otorgamiento de la prefactibilidad. Es esta denuncia la que frena El Montecito.
“Apenas asumimos la gestión rechazamos el proyecto original que había sido aprobado por la administración anterior. Luego fue reformulado y nos pareció muy superador, por eso le dimos la prefactibilidad, que nunca dijimos que iba a ser definitiva. Esperamos el pronunciamiento de Ambiente y ahora nos tomaremos todo el tiempo necesario para estudiarlo y debatirlo con la comunidad”, manifestó Fabrissin.
“Con esa denuncia me pusieron entre la espada y la pared, y hasta que la Justicia no se expida no tomaremos una decisión. Vamos a esperar si se decide si es correcto lo que hicimos con la prefactibilidad”, concluyó Fabrissin.

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