14 ago 2018

Villa María controla los efluentes industriales

El Puntal de Villa María  (14/08/2018)
Más del 60% de las industrias ya trabaja para mejorar los efluentes

Así lo estimó Germán Tissera, del área de Ambiente del Municipio. La firma a la que se le impide ingresar sus desechos a la red incumplió normativas. “Es una cuestión de responsabilidad empresaria”, insistió el funcionario
El pasado jueves, la Dirección de Ambiente y Saneamiento del Municipio clausuró una de las tres conexiones cloacales de una firma láctea ubicada en la intersección de Fitz Roy y avenida Perón, tras registrarse reiterados incumplimientos a la normativa vigente en cuanto al vertido de desechos.
La medida fue tomada luego de que desde la Comuna se insistiera a los responsables de la firma a controlar lo que vierten a la red cloacal, en virtud de lo que generan luego en la planta depuradora.
Germán Tissera, responsable de la cartera municipal, confirmó que continuarán de la misma manera con las industrias que no se acojan a la reglamentación vigente, y que del total de empresas lácteas de la ciudad, más del 60 por ciento ya trabaja en mejoras de calidad de los efluentes. “Es una cuestión de responsabilidad empresaria”, insistió.
En diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, Tissera reconoció que desde el inicio de su gestión trabajó de manera conjunta con el área de inspección de la cooperativa (Aguas de Villa María, concesionaria de la planta depuradora) “principalmente por la situación que nos genera el efluente que llega a la planta. Deben hacerlo en los valores para que la planta pueda trabajar en óptimas condiciones”, dijo; y admitió que en el predio ubicado en proximidades a la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos se está haciendo un trabajo de optimización “mejorando sus capacidades”.
Ante ello, “se empezó a realizar un seguimiento industria por industria. Ese seguimiento consiste en tomar muestras de los efluentes que van a la cloaca, y que de allí terminan en planta”.
Consultado sobre el caso puntual de la industria a la que se le clausuró la salida, Tissera recordó que fue “intimada, se le pidió documentación y hasta incluso una reunión, que en sucesivas acciones no fueron respondidas y los efluentes que largaban estaban con los parámetros muy fuera de lo normado por el decreto 847 de la Provincia, al que nuestra ordenanza 6.271 adhiere”.
“Después de sucesivos reclamos y al no recibir respuestas se procedió de esa manera para que de una vez por todas cumpla con la normativa”, recalcó, y aclaró que el control se repite en el resto de las empresas del sector.

Control, industria por industria
“Cada industria debe tener una planta que hace la depuración para que el efluente baje su contenido de demanda química de oxígeno, y demanda biológica de oxígeno. Son los dos parámetros que nosotros más controlamos y que generan más inconvenientes, más allá de otros aspectos físicos que tienen los protocolos de análisis que mandamos a realizar”, sostuvo el funcionario. 
Sobre la realidad del sector industrial lácteo, Tissera aclaró que cada empresa “está en su etapa”, y detalló que “hay algunas que tienen la planta en funcionamiento y está andando muy bien, tirando efluentes en norma. Hay otras que directamente no lo tienen y hacen un tratamiento diferente por lo que las estamos intimando para que vengan a la Municipalidad y presenten el cronograma de obras y empiecen a terminar su planta. Y también hay otras que tienen variables diferentes, ya que hay algunas lácteas que tienen problemas con aumentos de grasas o sólidos disueltos pero no con esta demanda química de oxígeno. Se van pidiendo que corrijan los parámetros, pero es un trabajo complejo ya que se deben realizar inspecciones, analizar la situación de cada industria, y ver en qué momento están parados, si tienen o no los sistemas apropiados para los efluentes que están vertiendo”.
Abordado sobre si las mayores dificultades que advierten en la planta se generan en el sector lácteo, Tissera explicó que la realidad de esta zona “es que las mayores industrias son lácteas, que generan mucha orgánica que hay que diluir para que ingrese a la planta. Debería entrar con valores de 250 y hay veces que entra con 1.000 o 500, y es lo que tenemos que ir regulando dentro de la planta, con mayores esfuerzos”.
Puso como ejemplo que si hay industrias metalúrgicas u otras que tienen otros elementos más peligrosos, “también hay que analizarlo porque los caudales quizás son menores, pero la peligrosidad es más alta. Estamos controlando todas las industrias, incluidas las estaciones de servicio”.
Tissera detalló que existe un trabajo con mejoras de calidad “en más del 60 por ciento de las industrias lácteas, son pocas las que se tienen que poner en norma. El tratamiento de efluentes no es barato, pero tiene que ser así por una cuestión de salud, relacionada con el medioambiente. La realidad es que las variables económicas de nuestro país son tan fluctuantes que debemos decidir entre poner a todas en norma, o a ninguna. Y en este momento la prioridad es regularizar todo porque el ambiente lo demanda. Es un objetivo propio y de la gestión, que todo quede dentro de los parámetros que tienen que ser”.

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