31 may 2018

Los Manantiales: una reserva en Río Ceballos



La Voz del Interior (31/05/2018)
Los Manantiales, la reserva que sí funciona en Sierras Chicas

En la región de Córdoba donde lo urbano más avanza, la Provincia creó la reserva La Quebrada. En varios municipios hay otras áreas verdes con restricciones de uso para garantizar su preservación. Pero sólo una, la municipal de Río Ceballos, es algo más que un anuncio: tiene presupuesto propio, guardaparques y muestra avances concretos.
Río Ceballos. En todo el corredor de las Sierras Chicas existen varias áreas verdes que se preservan con la figura de reservas naturales, según la Ley de Áreas Protegidas de la Provincia. Algunas son reservas más en los papeles que en la realidad: se quedaron sólo en la intención.
Si funcionan, son claves para aportar sustentabilidad a la región cordobesa de mayor crecimiento demográfico en las dos últimas décadas, con un notorio avance urbano que fue reduciendo la superficie verde original.
Dos reservas, las de mayor tamaño, son ahora del ámbito nacional: las 13.600 hectáreas de la reserva natural de La Calera (que va desde esa ciudad hasta el dique San Roque) y las 3.300 hectáreas de la similar de Ascochinga. Ambas son tierras militares y dependen del Ministerio de Defensa, pero, desde hace unos años, en convenio con Parques Nacionales para su preservación. Son áreas que quedarán salvadas de urbanizaciones, pero les falta un mayor presupuesto para una mejor preservación.
Luego les sigue una reserva provincial: La Quebrada –en torno al dique de ese nombre–, que muestra cierto estado de abandono.
En tanto, a escala municipal se fueron sumando áreas declaradas como reserva por ordenanzas locales. Los Quebrachitos en Unquillo, San Fernando y Pan de Azúcar en Villa Allende, y la de Inchín en Saldán, que se mantienen en cuidado parcial a partir del compromiso de grupos de vecinos preocupados por el ambiente, pero sin presencia de guardaparques ni presupuestos asignados. Mendiolaza también creó la suya, pero nunca superó la etapa de simple enunciado sin traducción en la práctica.
Poco se ha logrado en intervenciones concretas en esos territorios, por falta de apoyo estatal efectivo. Es en ese contexto que sobresale la reserva hídrica y natural Los Manantiales, en Río Ceballos.

Diferente
Son 1.050 hectáreas donde los vecinos establecidos en ellas promovieron esa declaración para garantizar la conservación del espacio como un ambiente natural de bosque nativo.
Los Manantiales ofrece un manto ininterrumpido de molles, cocos y espinillos, entre una diversidad de animales, especialmente aves. Además, protege la cuenca hídrica del arroyo Mal Paso, afluente del río Ceballos.
La diferencia central con el resto de las reservas municipales de la zona radica en que, desde 2014, el Concejo Deliberante de Río Ceballos reglamentó su funcionamiento y le otorga un presupuesto anual específico que le permite mantener guardaparques y cierta infraestructura.
En Los Manantiales se conformó un “comité de gestión”, con representantes del municipio y de organizaciones civiles, que gestiona la reserva con un plan de manejo, que debe contemplar medidas de ordenamiento territorial que prioricen la conservación del ambiente y faciliten la participación de la comunidad.
Se destaca también porque el municipio de Río Ceballos creó una tasa específica para financiar su funcionamiento, que le permite recaudar casi un millón de pesos al año para garantizar la presencia de guardaparques y de recursos para trabajar en sostener el sector.
El último reporte municipal detalla que desde hace dos años esos aportes se destinaron a la compra de una moto y de una camioneta, además de herramientas, equipos, indumentaria y el sueldo de los guardaparques.
Sin presentarse como un caso ideal, a esta reserva le alcanza con eso para destacarse respecto de las otras.

En los hechos
“Los humanos le hemos dado al territorio diferentes disponibilidades; en especial, la propiedad privada, como negocio inmobiliario, y la partición en lotes. Así, un espacio natural es visto únicamente como un espacio a comercializar. Desarmar parte de esa determinación implicó el trabajo de muchas personas a lo largo de años y fue el gran desafío cuando comenzamos a trabajar sobre la cuenca del arroyo Mal Paso”, explica Cristian Escribano, uno de los impulsores de la reserva Los Manantiales.
El proceso se inició con la ordenanza que creó la reserva. Hasta ahí era, como en otros casos, sólo un papel. Luego siguió la sanción de normas concretas de uso de suelo acordes con la protección del bosque y de la cuenca hídrica, la prohibición de subdivisión del suelo y de nuevas aperturas de calles, entre otras aplicadas o por aplicarse en un futuro inmediato.
“La reserva fue impulsada desde abajo hacia arriba, desde la inquietud de la población hacia el Estado”, acotó Escribano.
Un esfuerzo adicional genera que el área sea básicamente de propietarios privados. “El mejor ejemplo es la donación por parte de una propietaria de seis hectáreas a una fundación de conservación de naturaleza, a partir de observar el trabajo que se viene realizando”, citó.
El trabajo se fortalece con actividades sociocomunitarias, coordinadas por la asociación civil Ecosistemas Argentinos y por la Dirección de Ambiente del municipio de Río Ceballos.

Controlar los árboles exóticos, una prioridad
Está entre los objetivos de Los Manantiales para 2018.
El comité de gestión se propuso este año continuar con el rescate de especies nativas y con el control de las exóticas en la reserva, la producción de leña ecológica comunitaria, charlas en las escuelas y talleres para docentes y para la comunidad.
También se proyecta la construcción de un vivero escuela, fomentar las caminatas de reconocimiento de especies y de recolección de semillas y acentuar la reforestación de áreas desprovistas de cobertura vegetal.
Para todo eso, se trabaja con voluntariados abiertos a la participación de la comunidad en general.

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