10 mar 2018

Los siempreverdes en las Sierras Chicas son un problema

La Voz del Interior (10/03/2018)
Piden controlar la invasión de siempreverdes en las Sierras Chicas

Un estudio de la UNC y el Conicet reveló que esta especie foránea ya ocupa el 20 por ciento del área del bosque nativo. Señala que está impactando de manera directa sobre la flora y sobre la fauna de la región.
Un estudio conjunto entre investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Conicet reveló que los bosques autóctonos de las Sierras Chicas están siendo literalmente invadidos por una especie foránea: el siempreverde (Ligustrum lucidum).
La investigación estuvo liderada por Laura Bellis, docente de la cátedra de Ecología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, quien en diálogo con La Voz alertó sobre la necesidad imperiosa de controlar el avance de esta especie.
“Si no hacemos algo rápidamente, el siempreverde continuará invadiendo el bosque serrano, afectando no sólo a la flora sino también a la fauna del lugar”, explicó la investigadora.
Según el estudio, esta especie tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años en las Sierras Chicas, pasando de ocupar apenas 50 hectáreas en 1983, a 3.850 hacia fines de la década de 2000. De esa manera, llegó a ocupar el 20 por ciento de la superficie del bosque nativo de la zona.
“El siempreverde se caracteriza por su capacidad para expandirse velozmente y por ser altamente competitivo para las especies nativas”, señaló Bellis, quien explicó que su avance está generando cambios drásticos en el ecosistema local.
“No sólo reduce la diversidad de árboles nativos, sino que empobrece la estructura vertical del bosque, derivando en una simplificación estructural de la vegetación”, explicó Bellis, en un trabajo que fue publicado por el portal Unciencia, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
El trabajo tomó como base unos estudios cartográficos realizados por Gregorio Gavier Pizarro, que muestran con claridad el avance de esta especie caracterizada por tener copas altas y de un follaje cerrado y tupido que limita el paso de la luz. Asimismo, absorbe más humedad que otras especies autóctonas, lo que afecta los reservorios de agua y el ecosistema integral.
Las zonas próximas a las localidades de Río Ceballos, Unquillo y Salsipuedes han sido las más invadidas.

Un árbol chino
El siempreverde es un árbol de origen chino, introducido en América a través de Europa como una planta para ornamentación de parques y jardines, que llega a medir hasta 15 metros de altura. Pero rápidamente logró expandirse, gracias a su enorme capacidad reproductiva. Sus frutos, en forma de ramillete, funcionan como alimento de pájaros que los diseminan con sus heces a kilómetros de distancia.
“El siempreverde se expande más fácilmente en períodos en los cuales el bosque nativo está seco o afectado por talas o incendios. Además, no tiene predadores naturales en la zona”, indicó.
Frente a esta invasión, las especies autóctonas más afectadas en las Sierras Chicas son el tala, los aromitos y, en particular, el molle, que es el árbol más emblemático de la región. “El molle es un árbol de crecimiento lento, que ve limitado su crecimiento por la falta de luz que provocan los siempreverdes”, destaca la investigadora.
El impacto también se siente a nivel de la fauna local, ya que la vegetación es la base de la cadena biológica. Así, hay especies de aves que están sintiendo de manera directa la expansión del siempreverde, como el cuclillo canela, el chinchero grande y el rey del bosque, pájaro que ha visto reducir de manera dramática su número de ejemplares en los últimos años.
El estudio reveló que las áreas no invadidas por el siempreverde albergan 24 especies más que las que han sido invadidas.
“Es imperioso realizar acciones que logren controlar la invasión del siempreverde en Sierras Chicas. Es una especie muy difícil de controlar. Se lo puede combatir de manera mecánica, colocando velos negros sobre sus copas, o apelando a la tala selectiva. Pero lo cierto es que muchas veces rebrota”, lamentó Bellis.
“Si no se hace nada, el crecimiento explosivo de esta especie foránea va a continuar debilitando el bosque nativo”, finalizó la especialista universitaria.

Ya ocupa 4 mil hectáreas e invade el monte nativo
El siempreverde compite con las especies autóctonas.
Entre 1983 y 2009, la superficie dominada por siempreverdes creció 76 veces, pasando de apenas 50 hectáreas a casi 4.000. La superficie ocupada por esta especie se midió con estudios cartográficos realizados por el especialista Gregorio Gavier Pizarro. Sierras Chicas, la más invadida.

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