El Diario de Villa María (16/10/2017)
La huerta de La Calera es una salida para algunos jóvenes

Ninguno supera los 20 años y trabajan junto a un especialista del INTA en el espacio comunitario de calle Rucci al 1300. Lo ven como una alternativa para crear su proyecto de vida
Con un diseño en forma de espiral, cerca de 20 jóvenes trabajan a destajo en un lote de calle Rucci al 1300, en el barrio La Calera.
Tal como informó ayer el municipio, allí se destaca la huerta comunitaria que desarrolla parte de la juventud del barrio, apoyada por el propio municipio y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Se trata de una propuesta que permite a los jóvenes no solo aprender a trabajar la tierra, sino también incorporar una salida laboral para su futuro, en tiempos donde el trabajo no sobra.
Los chicos “abren el surco y abren también un camino nuevo, una oportunidad para emprender y acariciar nuevos futuros”, según remarca el Gobierno local.
El grupo de los encargados de la huerta cuenta con miembros que no superan los 18 o 20 años, todos abrazando un proyecto que contagia también en el barrio, donde los habitantes del lugar se acercan también para colaborar.
Para dar el puntapié inicial, el Instituto Municipal de Inversión, el área de Descentralización Territorial del municipio y el INTA cohesionaron esfuerzos y avanzaron para armar una malla protectora, con el objetivo de que los chicos pudieran desarrollar la denominada huerta comunitaria.

Ya germina
La iniciativa arrancó meses atrás y, como las propias especies vegetales, fue germinando para comenzar a dar los primeros frutos.
Descentralización Territorial y el INTA venían desarrollando juntos la entrega de semillas y el apoyo a las huertas familiares.
La dirección está a cargo del ingeniero agrónomo Pablo Luque (INTA), quien interioriza a los chicos sobre las diferentes formas de cultivar, los cuidados y atenciones para llevar adelante el proyecto. En ese contexto, después de la la limpieza del terreno, avanzaron en el diseño circular, que busca emular a la naturaleza en sus principios biodinámicos, que poco tienen que ver con el monocultivo.
En el terreno también se diseñó y concretó un invernadero, donde se llevan adelante las plantineras, y se elabora el compost.
La base de la explotación comunitaria es la rotación de cultivos de aromáticas, hortalizas y flores, generando un microsistema.

A la venta
Durante la Semana de la Juventud, hace un mes, los productores de La Calera tuvieron oportunidad de comercializar algunas de sus mercancías en el centro de la ciudad, más precisamente en la feria que se realizó en la peatonal. Allí ofrecieron principalmente plantines de especies aromáticas y florales.
La huerta nació como una forma de generar parte de los propios alimentos, ofreciendo el excedente a la comunidad.
Algunos meses después, se presenta como una alternativa para crear un proyecto de vida.
En ese sentido, de los jóvenes depende mucho el éxito a futuro y la continuidad de los proyectos para instalar en otros barrios.

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El Puntal de Villa María (16/10/2017)
Una propuesta para mejorar espacios públicos y crear conciencia ambiental


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El Puntal de Río Cuarto (16/10/2017)
Alumnos de Holmberg investigan casos de contaminación en su pueblo

Son estudiantes del Ipem 215 que tomaron como base la proliferación de microbasurales y el impacto en el arroyo Santa Catalina. Además la escuela participará en las Olimpíadas Nacionales Agropecuarias
Holmberg.- Alumnos del Ipem 215 “Raúl Scalabrini Ortiz”, que integran el Centro de Actividades Juveniles, han realizado tres proyectos vinculados con la salud poblacional y la contaminación. La directora del establecimiento, Rossana Pfeifer, explicó que “cuando a los alumnos les dan oportunidades, siempre sorprenden con sus investigaciones”, por lo que los alentó a seguir trabajando.
La profesora Romina Minardi, quien coordina esta labor estudiantil, citó que el tema ambiental es motivo de preocupación por parte de los alumnos, quienes observan la proliferación de basurales y la contaminación de los cursos hídricos, como el arroyo Santa Catalina.
El proyecto tuvo tres etapas. La primera de ellas estuvo vinculada con el impacto que genera en la población la existencia de basurales a cielo abierto. La segunda se orientó a investigar qué grado de contaminación tienen las aguas del arroyo Santa Catalina, principal curso de agua para la población. Y la tercera se vinculó con el crecimiento de las plantas aromáticas en invernadero, para encontrar la mejor producción y pensar en la posibilidad de una biomedicación a escala pequeña.  El objetivo de las iniciativas es de gran importancia ambiental, ya que los alumnos pretenden realizar un saneo del citado curso hídrico.
Desde el año 2012 el Centro de Actividades Juveniles trabaja en conjunto con el Club de Ciencias “Alas Experimentales” .
La alumna Jessica De Haes dijo que al lado del campo experimental hay un basural con caída de sedimentos a las aguas del arroyo, lo que genera un alto grado de contaminación.
Brian Carotta manifestó que a la vera del arroyo, en ambas márgenes, los microbasurales crecen permanentemente,  tema que genera gran preocupación.
Jessica sostuvo que se viene trabajando en el club desde el 2012 y todo indica que el problema ambiental se ha agravado.
Los alumnos pretenden realizar una evaluación para optimizar la calidad del agua, con la idea de utilizar márgenes parquizadas y mejoradas para la recreación en el verano, con aguas saneadas que no impliquen riesgos para la salud.

A las olimpíadas nacionales
En los primeros días de noviembre, una delegación del colegio Raúl Scalabrini Ortiz” viajará a Miramar (Buenos Aires), donde participará de las Olimpíadas Nacionales Agropecuarias.
La profesora Carla Sartori indicó que estima que será con la misma metodología con la que se realizaron recientemente en Almafuerte, y que resultó ganador el equipo de Holmberg, junto con estudiantes de otras regiones.
“Vamos con muchas ilusiones a participar porque forma parte de nuestra formación. Ya rendimos en una instancia previa y nos fue muy bien. El objetivo como técnicos agropecuarios es proponerle al productor mejoras en su producción”, según relató la alumna Stefani Morales.
El equipo constituido en las tareas de investigación por un lado y los que viajarán a Miramar (Buenos Aires) son: Brian Carotta, Jessica De Haes, Virginia Velásquez, Stefani Morales y Jonathan Carotta.

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