24 sept 2017

Estanislao Monte, símbolo de una agricultura sin alma



La Voz del Interior (24/09/2017)
Estanislao Monte, el pumita lastimado que quedó ciego

Fue hallado por una familia en un campo. Se supone que una cosechadora lo lesionó. Ahora, lo cuidan en la reserva de fauna autóctona Pumakawa.
Villa Rumipal. Con los últimos rayos de sol de una tarde de abril, una cosechadora que levantaba soja en un campo de General Cabrera –200 kilómetros al sur de Córdoba– pisó algo inusual. El maquinista y el agrónomo lo advirtieron. Bajaron del rodado y los vieron: eran dos cachorros de puma muy asustados, que asomaban de adentro de un pozo.
Preocupados pero sin querer intervenir en sus vidas, Julio Leurino (42), el ingeniero encargado de ese campo, y su mujer María Florencia Bertola (37), comenzaron a “hacer guardia” para observar si la mamá iba a rescatarlos. Cada vez que podían, recorrían en su camioneta el lugar, rodeado de pastizales. Pero nada. Al tercer día decidieron acercarse: los caranchos sobrevolando la zona no eran buena señal.
Cuando empezaron a quitar la tierra, a pala y mano para no lastimarlos, se toparon con una sorpresa. Dentro de la cueva sólo había un pumita malherido. Al otro se lo habría llevado su mamá, en el mejor de los casos. O algún vecino para tenerlo de mascota, una alternativa menos deseada pero posible. A esa edad, un mes, los felinos son muy dependientes de su madre.
“Tenía las dos patitas traseras como trituradas, a una de sus manitas le faltaba un pedazo, y se le veía un tajo grande debajo de su mandíbula; su estado era terrible. Ahí empezó un proceso nuevo para nosotros”, cuenta la mujer. De inmediato, le pidió asesoramiento a su padre veterinario, quien los fue orientando. Consumía una leche para gatos huérfanos y alimento procesado mezclado con leche y vitaminas.
La pareja es oriunda de Santa Fe, pero está radicada en General Cabrera desde hace dos décadas. Estanislao, como lo bautizaron, era un bebé. “No tenía dientes, no caminaba, lloraba todo el día”, describe la mujer y abogada.
Estaba en brazos todo el día, se alimentaba con un gotero y dormía en la habitación del matrimonio, en una caja con bolsa de agua caliente, aunque después comenzó a hacerlo en la cama grande. Desde el primer momento, la familia tuvo en claro que la permanencia era temporaria. Lo curarían y devolverían al mejor lugar adonde pudiera estar.
“Llevó mucho tiempo que se pare y camine”, señala María Florencia. Durante tres meses vivió dentro de la casa, recuperándose de a poco. Con el paso de los días, los llantos por los dolores fueron cesando.
Decidieron mantenerlo en secreto, para evitar que la gente se interesara en visitarlo como si fuera una mascota.
“Estamos acostumbrados a verlos en el campo, es fantástico verlos sueltos. Pero sabíamos que Estanislao no iba a poder tener esa vida”, apunta Florencia.
Asegura que nunca supieron de alguna agresión de un puma al hombre, pero sí de gente que se los lleva como mascotas y al crecer se desprende de ellos. “Es una locura tenerlos encerrados”, opina.

A Pumakawa
En esa búsqueda de lugares posibles apareció Pumakawa, la reserva de flora y fauna autóctona de Villa Rumipal, donde viven pumas que no pueden retornar a su hábitat natural.
Días atrás, la familia viajó a visitarlo. “Tenerlo fue una experiencia fantástica, salvar una vida y enseñarles a mis hijos que trajimos un animal enfermo a casa, lo curamos y lo devolvimos”, apunta.
Desde julio, Estanislao vive en Rumipal bajo el cuidado de personas especializadas. Llegó pesando tres kilos y en dos meses aumentó hasta llegar a ocho. Ya tiene seis meses. Diez días atrás le diagnosticaron ceguera total e irreversible y otros daños neurológicos.

La metáfora del monte
“Lo recibimos con el nombre de Estanislao y le agregamos Monte, porque creemos que este cachorro es una metáfora del monte, arrasado por una cosechadora que nos interpela y nos hace repensar nuestra relación con flora y fauna nativas”, expresa Kai Pacha, directora de Pumakawa.
En pocos días, se le practicará una tomografía y estudios de retina, para determinar la causa de la ceguera. Las hipótesis apuntan a la herencia genética o a cuestiones neurológicas. Pudo ser el golpe con la cosechadora u otro hecho.
“Es irreversible y debemos construir un habitáculo acorde a un puma no vidente”, agrega Kai Pacha. Sin visión se convierte en un animal vulnerable, sin chance de retornar a la vida silvestre.
La reserva tiene experiencia en el manejo con pumas que fueron víctimas de mascotismo o de situaciones que no les permiten retornar a su hábitat. Allí viven 12 felinos en habitáculos de grandes dimensiones. Pero Estanislao representa un desafío diferente. Al no ver se asusta con sonidos y olores, busca el contacto físico para tranquilizarse y al dar dos pasos pierde de lugar la comida o el agua.

Una campaña para ayudar al pumita
Habilitaron una página para recolectar donaciones.
Desde Pumakawa lanzaron una campaña solidaria para reunir fondos para practicarle estudios y desarrollar las herramientas y técnicas necesarias para mejorar su calidad de vida. Se puede consultar más sobre la salud de Estanislao y los estudios que necesita en https://pumakawa.mitiendanube.com/productos/por-el-pumita-estanislao-monte/. En la misma página web se dan los detalles de cómo colaborar. Tiene una aplicación similar a las páginas de comercio electrónico donde se puede subir al changuito un monto de dinero para ayudar con la recuperación del pumita.

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