11 mar 2017

Los que se quieren quedar con la basura



Día a Día (11/03/2017)
Las 8 empresas que quieren quedarse con la montaña de basura

Se preparan para un negocio millonario que durará 30 años: el tratamiento y reciclado de la basura y la obtención de energía.
Bajo siete llaves se disputa la pelea por quedarse con lo más rentable del negocio de la basura: la disposición final, el reciclado y la generación de energía por los próximos 30 años (15 de concesión y prórroga por otros 15). A diferencia de la concesión de la recolección, cuyo trámite se realiza a la luz del público, con doble lectura y audiencia en el Concejo Deliberante, la contratación de la empresa que construirá y administrará la planta de tratamiento se hace con sigilo.
Sí se sabe que son ocho los interesados en el negocio, con capitales argentinos, brasileños, españoles, peruanos y chinos.
Uno de ellos será contratado por Cormecor, la sociedad anónima cuyo accionista mayoritario es la Municipalidad de Córdoba, con nueve municipios del Gran Córdoba como socios “clase B” y un accionista minoritario: el sindicato de los recolectores de residuos (Surrbac).
El 20 de marzo se conocerán las ofertas de estas ocho empresas, y a los pocos días se sabrá a cuál elegirá Cormecor para que construya y administre las cuatro plantas de reciclaje proyectadas (cada una funcionará como unidad de negocio), con una inversión estimada de 700 millones de pesos.
Por ahora, la generación de energía no está autorizada en la licencia ambiental que otorga la Nación, pero la jugada es que ese criterio cambie en el mediano plazo y los biocombustibles y la bioelectridad comiencen a tallar en los números.
Nicolás Caputo, amigo íntimo de Mauricio Macri y su socio político, se presentó junto al brasileño Carlos Leal Villa, del grupo Vega, encargado de la recolección de residuos en Lima (Perú), Santa Cruz de la Sierras (Bolivia) y San Pablo (Brasil), entre otras. Caputo y Leal Villa son socios en Rosario, donde desplazaron del negocio de la basura a Roggio. La clave: los vínculos de Caputo con el Gobierno nacional podrían facilitarle la “licencia ambiental”, el papel más importante de este negocio.
Para la construcción de la planta de tratamiento de residuos y su explotación, el Grupo Roggio compite con Tecsan Ingeniería Ambiental S.A., empresa que integra el ala ambiental del Grupo junto a Cliba y Taym. La empresa parece robusta: debe 272 millones de pesos a distintos bancos, pero paga sus créditos sin demoras, según los informe del Banco Central.
Otro jugador de peso es Juan Carlos Romero. El dueño de Lusa y Ersa quiere todo el combo: a la recolección de basura en la zona norte de la ciudad, busca sumarle el tratamiento final. Para este último negocio se asoció con Enrique Pescarmona, a quien le ganó en 2012, cuando ambos disputaron la recolección en la ciudad. Es parte de la sociedad para este posible negocio la constructora vial Hormicor.
En el lote de los grandes se metió la cordobesa Cotreco, que se asoció con Petramás (Perú), que desarrolla energía eléctrica en una central térmica a base de basura. La Compañía de Tratamientos Ecológicos (Cotreco) recoge los residuos de Córdoba, Carlos Paz y Río Cuarto, entre otras. Debe 187 millones de pesos, y paga en tiempo y forma. No está claro quién lidera Cotreco: Jorge Pedro Pereyra Córdoba Campos es el presidente de la empresa desde agosto de 2015. El ejecutivo es director de la empresa “Grupo Cotreco S.A.”, que desde agosto de 2015 preside Horacio Busso, extitular de Cotreco. Ambas empresas tienen sede en San Lorenzo 47, en Nueva Córdoba.
Otra grande es Ursaber Argentina (recolección en Santa Fe y Morón –Buenos Aires–), de capitales españoles. Es una empresa del grupo ACS, recientemente fusionado con el Grupo Dragados. Los capitales principales son españoles. Una de las empresas que integran el holding es Dycasa, es investigada en el marco de la auditoría que hace el Gobierno nacional a la llamada “cadena de la felicidad de la obra pública”. También tiene concesiones de autopistas en Buenos Aires.
Asociado con capitales chinos, la empresa Los Mallines SRL (recolección en Tucumán) parece correr desde atrás en esta licitación, pero se especula que la oferta conjunta con China Energy Enginnering Group y Electric Construction Co. le den una ventaja. El principal grupo chino es el China Energy Enginnering Group (del Grupo China Gezhouba, que junto con Electroingeniería se quedó con la construcción de represas en el sur durante el Gobierno de Cristina). A los chinos los sancionó el Banco Mundial por corruptos.
E.V.A. S.A. es una empresa familiar con sede en Quilmes (Buenos Aires). En noviembre de 2015 fue contratada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (que conduce el PRO) para la operación y el mantenimiento de una planta de tratamiento de restos de poda y de una planta de orgánicos. Siete directivos pusieron $ 500.000 para la campaña presidencial de Macri.
Con menos chances se presenta Milicic: la empresa se especializa en movimiento de suelos para empresas mineras. En el rubro basura, tiene en su haber la disposición final de residuos sólidos urbanos luego de haber ejecutado y operado los rellenos sanitarios de las ciudades de Rosario y Santa Fe; pero no tiene experiencia en reciclado ni producción de energía alternativa.
Según las estimaciones de la Municipalidad, cada habitante de la ciudad y el Gran Córdoba genera por día 1,370 kg de residuos. Unos 730 millones de kilos al año. Una montaña de plata que hasta ahora se tira.

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