28 ene 2017

Bosques: contando los porotos

La Voz del Interior (28/01/2017)
Que el árbol no tape el bosque

Para aprobar la ley, el PJ espera contar con al menos 10 vo­tos entre radicales y macristas. Sería el piso mínimo para sacar la norma.
En el punto de partida de un año electoral, la gestión de Juan Schiaretti afronta temas cruciales que hacen que el gobernador no pueda pensar en las elecciones legislativas que están en el horizonte cercano.
La cuestión de la seguridad es una preocupación. Pero el debate por la nueva ley de bosques hegemoniza las charlas de los funcionarios en el Centro Cívico.
La cuestión tiene dos puntas que parecen contradictorias. Por un lado, el PJ ya está trabajando para encausar el diálogo con la oposición. Aunque nadie lo admitirá, hay avances con algunos sectores del radicalismo, en especial, con los mestristas.
No todas son rosas en la estrategia del Gobierno para sacar la ley antes de que la campaña electoral recaliente el clima político.
La resistencia de sectores ambientalistas, con el apoyo de artistas reconocidos, pone en riesgo cualquier acuerdo político. Nadie quiere pagar costos en un año electoral.
“Es un problema de la Provincia. Para qué vamos a ser socios de las puteadas”, graficó un encumbrado radical que no pertenece al mestrismo.
Lo que sucede es que la ley vigente está desactualizada y el Gobierno nacional exige una nueva norma para subsidiar las regiones de bosques que se deben preservar. Aunque el monto es irrisorio: 36 pesos anuales por hectárea.
La estrategia del oficialismo es contar con el respaldo de la UCR y del PRO. Saben que no todos los radicales votarán la ley. El PJ se conforma con tener 10 votos opositores, que se sumarían a los 40 de Unión por Córdoba.
Para lograr ese objetivo, Schiaretti le pidió a Mauricio Macri que intervenga. El Presidente ya actuó. Le pidió al ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, que en febrero venga a Córdoba y se involucre en el debate por la nueva ley de bosques.
Dirigentes macristas cordobeses le advirtieron a Bergman que el plan del PJ es que la ley salga sin modificaciones sustanciales al proyecto que intentó aprobar en diciembre.
Los macristas y los radicales más críticos están convencidos de que Schiaretti acordó con las entidades agropecuarias y que ahora exigirá que el proyecto salga sin cambios.
Desde el oficialismo lo niegan. Aseguran que están dispuestos a discutir todo.

Intereses económicos
Que el árbol no tape el bosque. Se trata de una discusión en la que están en juego muchos intereses económicos y políticos.
La actual ley –que se aprobó en 2009–, según coinciden todas las bancadas, es “imprecisa” y abarca un territorio demasiado grande que no se puede destinar  la explotación agrícola.
En la otra vereda, las organizaciones ambientalistas defienden la norma y se niegan a que se modifique el mapa de las zonas rojas (sectores de bosques donde no se puede intervenir).
En el mapa actual, hay dos millones de hectáreas que no se pueden tocar. Según los legisladores peronistas, los ruralistas pretenden que esa área se restrinja a 500 mil hectáreas.
El proyecto del PJ –que pocos conocen– tiene un mapa que llevaría las zonas rojas a 1,4 millones de hectáreas.
Para los peronistas, la discusión no es sólo cuantitativa, en cuanto al número de hectáreas, sino cualitativa. Argumentan que en la ley vigente están incluidas en las zonas rojas espejos de agua y zonas de salinas improductivas; y por otro lado, quedan afuera sectores de bosques que hay que preservar.
Por las posiciones encontradas, se trata de una discusión que puede crecer sin límites: los ambientalistas no aceptarán que se modifique el mapa y los productores agropecuarios presionan para acotar las zonas rojas.
Se mezclan intereses económicos y políticos. Carlos Gutiérrez es el legislador oficialista que lleva adelante las conversaciones con los opositores. “No permitiremos la especulación inmobiliaria rural ni el extremismo de los ambientalistas”. La pregunta, aún sin respuesta, es cómo lo harán.
Por ahora, lo que más preocupa al Gobierno es que las organizaciones ambientalistas concurren a reclamar a los actos en los cuales participa el gobernador.
Temen que la discusión por la nueva ley de bosques se convierta en una causa provincial, como en su momento lo fue la radicación de la multinacional Monsanto en Malvinas Argentinas.
De allí el apuro del PJ por aprobar la ley y que se termine cuanto antes esta discusión.

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Más Información:

La Nueva Mañana  - Edición Electrónica (28/01/2017)
Se realizó marcha por la Ley de Bosques por las calles de Cosquín
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