31 jul 2016

Alta meta proponen para el reciclado en Río Cuarto

El Puntal de Río Cuarto (31/07/2016)
Buscan que Río Cuarto recicle el 100% de sus residuos para 2032

La asociación civil Educación y Acción Ciudadana publicó un libro en el que propone una serie de medidas para el tratamiento de la basura. Consideran que la educación es clave para conseguirlo
“Gestión social de los residuos sólidos urbanos” es el título de la publicación que coordinó la asociación civil Educación y Acción Ciudadana como parte de un proyecto de tratamiento de la basura que espera el reciclado del 100% para el año 2032 en Río Cuarto. En diálogo con PUNTAL, los autores de la iniciativa se refirieron a la importancia del trabajo sobre la educación de la ciudadanía para que acompañe cada etapa desde la separación de los residuos.
“La necesidad de esta mirada ambiental surge a partir de un largo camino que comienza en 2010, con una multisectorial que se organizó en contra de la solución al problema del enterramiento sanitario por medio de la incineración con recupero de energía que proponía una empresa en aquel momento (Inviron)”, dice en su introducción el proyecto coordinado por Ricardo Gianni y que tiene a varios integrantes de la ONG como coautores.
“Hace dos años presentamos un proyecto de ordenanza referido a la gestión social de los residuos con los recuperadores”, comentó Gianni, presidente de la asociación civil que publicó el libro, y destacó: “Esa iniciativa surgía del estudio que hicimos sobre la ley ‘Basura Cero’ que en Buenos Aires tiene un pliego general y una secundaria de los recuperadores”.
Gianni señaló que “como no sucedió lo que esperábamos sobre la legislación general, nosotros sí avanzamos en la experiencia y profundizamos la mirada del tratamiento de los residuos sólidos, ahondamos en este proyecto que apunta a que con los recursos humanos del Municipio, con el aporte del tercer sector y con sinergia, podemos tener tres centros de transferencia para fin de año, más 30 recuperadores que trabajan en un proceso de formación del empleo”.
- A esta iniciativa se suma el hecho de que cuentan con experiencia en lo práctico, a partir de las acciones junto a Recuperadores Urbanos Río4 y el vínculo con cooperativas de toda la provincia. ¿Qué aporta esto al proyecto?
- Es por esto que se escribe el libro, porque el articulado de la ley es muy frío y quisimos contar nuestra experiencia. Cada artículo de la normativa que proponemos, con la incorporación de conceptos como la gestión social de los residuos o la inclusión sociolaboral de los recuperadores, o el rol de la educación y la posibilidad del valor agregado con el trabajo sobre los residuos, contempla actores que ya están en la sociedad. Las cámaras industriales nos han llamado para preguntarnos cómo reciclar, tenemos contacto con grandes generadores y desde la sociedad civil mostramos la iniciativa, aunque el rol fundamental es del Estado.
Por su parte, Gastón Lagable, uno de los autores y parte del equipo jurídico de la ONG, señaló que en la publicación se demuestra que “con experiencia concreta hemos demostrado que se puede hacer, junto con otras experiencias que cambian sus matices y piensan en los residuos húmedos”. Luego destacó: “Contamos hoy con el conocimiento como para que se trate una normativa desde una mirada general, y no apuntamos a una cuestión económica o abstracta, sino que lo hacemos desde algo concreto y sobre un eje pedagógico, social y ambiental”.

Valor del recuperador
“Los dos encuentros que hicimos con cooperativas de reciclado de la provincia sirvieron para mostrar experiencias que están funcionando y, a la vez, pensar en las claves de la inclusión social y el valor agregado”, sostuvo Gianni, quien agregó: “Además está la gestión social, no sólo la de los cartoneros, sino en el bien común de toda la sociedad, donde el tercer sector se debe responsabilizar de trabajar un buen diseño en el que se monitoree permanentemente el servicio de higiene urbana”.
En este sentido, Lagable reflexionó que cuando se le muestra a un recuperador que puede ser un trabajador, “incluido en la sociedad, con dignidad y acceder a más de lo que conoce, estamos evitando problemáticas sociales que van más allá de una política concreta”.
- ¿Qué lugar tiene el trabajo sobre la educación en este proyecto?
- Nosotros queremos poner un piso, y hemos logrado como sociedad que la discusión no pase por definir si una empresa sigue funcionando o no, sino que es ambiental y sobre el sistema, pero con la educación como eje transversal -indicó Gianni-. Esta educación debe estar anclada presupuestariamente; nosotros planteamos que un 4% del total del presupuesto de higiene urbana por ley se dedique a la educación, a una publicidad anclada a la productividad y el impacto que tienen la sociedad. Para medirlo, desarrollamos un índice de conciencia ambiental en el que se plantea: material reciclado sobre potencial reciclable, que nos dará la evolución de cuánto recicla la gente. Todos los funcionarios deben visualizar que nadie puede solo, se debe gestionar entre todos, hacerlo en red con el potencial de cada organización. Para esto, se hace una campaña de concientización y se mide la cantidad de kilos reciclados durante la campaña.
Los realizadores de “Gestión social de los residuos sólidos urbanos” destacaron que el modelo “Basura cero” establece cotas en el tiempo; “si bien se apunta a que Río Cuarto recicle el 100% de sus productos para 2032, en el medio debemos llegar a diferentes instancias”, destacaron. Actualmente, el índice que tenemos en el Roque Sáenz Peña en un mes de trabajo es del 1%, mientras que en 4 meses se alcanzó entre un 10 y un 15% en el potencial de Santa Rosa, sin recursos. Los vecinos tienen un desafío muy grande para el trabajo.
- ¿Cómo serán los premios que han planteado para quienes aporten para el reciclado?
- Creemos que este esfuerzo debe ir con un trabajo del Estado, porque no puede ser todo esfuerzos aislados de la sociedad civil, por más que se articulen redes -indicó Lagable-. Por lo tanto, se debe pensar en una política de grandes generadores de secos o húmedos, que tienen un costo para hacer reciclado, y a ellos se los debe incentivar de algún modo, con incentivos fiscales, por ejemplo.
- Nosotros tomamos la idea del Consejo Económico y Social, del rol del incentivo fiscal -sostuvo por su parte Gianni-. Nos parece que hay que segmentar, hoy las ciencias han logrado desarrollar un marco teórico que nos permite armar una teoría en ese sentido y no es un incentivo porque sí, sino que se pueden hacer incentivos acordes. Es valioso también si se lo hace sobre especias y no sólo sobre el cedulón inmobiliario, como con premios del estilo de baldes o escobas a las cuadras que tienen buen índice por su reciclado. Las penalidades, en tanto, deben ser fuertes pero conmutables en trabajo comunitario, porque lo que intentamos hacer es conciencia ambiental, con la posibilidad de canjear la multa con un trabajo con los recuperadores en sus plantas.
- ¿Cómo se piensa financiar todos estos avances en materia de recolección y reciclado?
- Es una cuestión compleja -explica Lagable-; tenemos una escala chica en Río Cuarto, pero creemos en una cuestión productiva en la que se diferencie, aparte de la recolección, la colocación de plantas en distintos puntos de la ciudad que funcionen como centros de transferencia para luego mandarlo a una generadora de valor agregado única.

Corresponsabilidad fiscal
Gianni continuó el análisis sobre cómo debe ser el financiamiento de estas iniciativas, y consideró que se debe trabajar sobre una “corresponsabilidad fiscal”. El presidente de la ONG destacó: “Hay dos puntos a tener en cuenta: el costo del servicio, que debe convertirse en un cedulón, en clave de la corresponsabilidad fiscal, el vecino debe internalizar el costo de su actividad, así como hay derechos también debemos contribuir; y los esquemas de eficiencia, siempre con equidad y progresividad, quienes más producen, más deben pagar”.
No obstante, la propuesta no se queda sólo en esto, contempla también la realización de inversiones para la prestación del servicio, “para lo que se puede acceder a fondos internacionales del BID, que se consiguen a través del Ministerio de Ambiente de la Nación, con el plan Girsu, que hace 12 años está instalado en Argentina”, explicó el coordinador del libro.
Comentó que, del mismo modo, “está el plan Córdoba Limpia, que se encara desde el Gobierno provincial”, y aclaró: “Si nos quedamos solamente en la parte de infraestructura, sin la conciencia o la red ambiental, no pueden funcionar en el programa Córdoba Limpia al no llegar al volumen necesario. Por esto, el desafío es no armar megaplantas de acopio, sino definir centros de transferencia y plantas que pueden ser con intervención de capitales privados, para generar valor”.
Gianni explicó que, de este modo, no resulta necesario mandar el cartón a Córdoba, o el PET a Rosario o el vidrio a Mendoza para su tratamiento, directamente se puede procesarlo en el Gran Río Cuarto.
- ¿Qué expectativa tienen sobre este proyecto en relación al Municipio?
- Esta semana tendremos reuniones con el secretario de Servicios Públicos y con miembros del Concejo Deliberante para presentarlo en detalle -destacó Lagable-. Tenemos muchas expectativas y creemos que encontramos en este camino mucha gente e instituciones que están trabajando en el tema. Sobre todo, creo que hay una clara conciencia de que acompañan en la discusión, como la Diócesis, desde el obispo Adolfo Uriona, y la Universidad, con el rector Roberto Rovere.

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