21 nov 2015

Un territorio en pugna: urbanismo descontrolado

La Voz del Interior (21/11/2015)
Un territorio en pugna

Por Liliana Bina (Arquitecta)

Lo que está ocurriendo en las zonas colindantes a Villa Carlos Paz repite las causas que provocaron los aluviones de las Sierras Chicas.
Villa Carlos Paz, enclavada en un territorio serrano de alto valor paisajístico y ubicada en la ­encrucijada de las rutas que unen la ­capital de la provincia con los valles de Punilla y Traslasierra, debe a estas dos variables su condición de principal ­centro turístico de la provincia de Córdoba y el país.
Este rol turístico aceleró su crecimiento, de manera que la urbanización ocupó todo el suelo disponible a los 100 años de su fundación.
La falta de suelo provocó la densifi­cación en altura, una incipiente ocu­pación de las laderas, la elevación del valor de la tierra y el consecuente desborde edilicio hacia las zonas colindantes a su ejido.
Ante esto, el municipio tomó en 1996 una decisión estratégica para su desarrollo: solicitar al Gobierno provincial la ampliación de su ejido urbano.
La ley 8.102 establecía entonces un plazo de cinco años para que el Gobierno provincial definiera los nuevos radios municipales, a fin de dotar de jurisdicción local y eficiente a las por entonces zonas “C” de jurisdicción provincial, a la sazón zonas “grises”, sin regulación de uso del suelo.
Hoy, transcurridos 19 años de iniciado este proceso y de mora del Gobierno provincial, Villa Carlos Paz aún no cuenta con territorio para su desarrollo.
El actual Gobierno municipal continúa la gestión de su ejido presentando cuantiosa documentación (documentación que no fue requerida para aprobar 24 mil hectáreas de ejido a Malagueño contra las sólo 8.600 hectáreas que reclama Villa Carlos Paz).
Ha fundamentado cada requerimiento del Gobierno provincial y logró la no objeción técnica de la Dirección de Catastro de la Provincia al plano del ejido pretendido. No obstante, el Gobierno provincial no eleva la ley para su aprobación por parte de la Unicameral.

Peligros
Esta mora impacta de forma negativa no sólo sobre el desarrollo de la ciudad sino sobre su territorio colindante, con graves daños ambientales emergentes de la aparición de urbanizaciones que no responden a regulación de uso del suelo ni a ninguna lógica racional de manejo territorial responsable. Se acercan las lluvias estivales y el fantasma de las inundaciones acecha.
Lo que está ocurriendo en las zonas colindantes a Villa Carlos Paz repite las causas que provocaron los aluviones de las Sierras Chicas: impermeabilización de suelos por la urbanización, deforestación y la consecuente erosión y arrastre de la superficie y la aceleración de las escorrentías pluviales y el crecimiento de los cauces hídricos por falta de absorción en un territorio degradado.
Estos fenómenos no se resuelven con institutos como el de Cambio Climático, creado hace poco por el Gobierno provincial, que resulta totalmente abstracto si recordamos el fracaso del Instituto de Planificación del Área Metropolitana (Iplam), con su ley de uso del suelo que no logra evitar las urbanizaciones erráticas en las exzonas “C”, por falta de real compromiso del Gobierno de la Provincia en el tema.
Estos fenómenos se resuelven con un cambio de clima político que permita a las localidades de la provincia avanzar en la planificación de sus territorios vitales de manera responsable, en el marco de una Provincia que entienda el territorio como una unidad ambiental y no como una unidad de negocios inmobiliarios o agropecuarios.
Apostamos a que este cambio ocurra en la transición gubernamental que se avecina.

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