9 may 2015

Entrevista a Mulet el pro transgénicos y agrotóxicos

El Puntal de Río Cuarto (09/05/2015)
“En 20 años no hemos tenido un solo problema de salud por los transgénicos”

El especialista español José Miguel Mulet recorre el país presentando su libro “Comer sin miedo”, donde apunta a desmontar mitos de la alimentación. Afirma que hoy la comida es más sana que nunca
Polémico y contrario a las reiteradas opiniones que cosechan frecuentemente los alimentos transgénicos y el glifosato, el biotecnólogo español José Miguel Mulet, autor del libro “Comer sin miedo. Mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI”, repasa cuánto hay de verdad alrededor de las afirmaciones habituales que reciben los productos modificados genéticamente.
En diálogo con PUNTAL, el científico expone sus opiniones sobre estos temas y también sobre los movimientos ambientalistas a nivel mundial.
¿Hay razones valederas que sustenten la creencia de que antes se comía mejor, más sano?
La verdad que no y habría que comenzar diciendo que claramente lo que comemos hoy es más seguro. Porque la mayoría de intoxicaciones alimentarias están desapareciendo en todos los países occidentales. Además, lo que comemos hoy es más. En 1950 había mil millones de personas que pasaban hambre y hoy se mantienen esas mil millones de personas con hambre, pero la diferencia es que hoy comen 6 mil millones de personas y en 1940 o 1950 lo hacían 3 mil millones. Por lo tanto, ahora tenemos más y mejor comida que nunca.
Aunque claramente va cambiando, mutando lo que comemos...
Sin dudas, la comida va cambiando. Pero ahora es mucho mejor que la de antes. Y esto todos los datos científicos y estadísticos lo reflejan.
¿Y las opiniones que hacen hincapié en las consecuencias del uso de químicos en la producción de alimentos? ¿Eso no hace a la comida más riesgosa?
Si realmente eso fuera cierto y cada vez comiéramos peor y estuviéramos más intoxicados, lo que pasaría sería que viviríamos menos años; aumentaría la incidencia de muchas enfermedades vinculadas con la alimentación. El tema es que no hay ningún estudio que haya encontrado eso. Por el contrario, hay que mirar las esperanzas de vida de todos los países y se observa que sube en todos. Si tenemos intoxicación, es una que nos hace vivir más años. Y luego dicen que lo de antes era mejor, pero hay que pensar que antes la gente se moría a los 60 o 70 años y ahora llegamos a los 80.
Una opinión que se escucha frecuentemente es que los alimentos con tanta tecnología han ido perdiendo sabores y son cada vez más artificiales...
Eso me causa mucha gracia. Generalmente quienes sostienen eso y reniegan del uso de la tecnología tienen un celular, utilizan permanentemente internet y hasta usa esas herramientas para criticar la tecnología. Pero más allá de esto, la comida siempre fue tecnología. La naturaleza no nos da de comer. Por ejemplo, el maíz es un híbrido y no se parece en nada al maíz salvaje; el tomate era una especie silvestre que vivía en Los Andes, chiquita y tóxica que no servía para comer. Todo lo que cultivamos es el resultado de miles de años de selecciones, cruces y mutaciones. La cultivación siempre fue tecnología. Pero ahora, lo bueno es que esos cambios tecnológicos los podemos hacer más rápido y específicos.
Todos estos cambios provenientes de la tecnología, que ganan velocidad, y las modificaciones en las costumbres alimenticias, ¿hacia donde nos proyectan?
Vamos hacia una comida más específica para cada consumidor. Por ejemplo, ahora se desarrolló en España un trigo apto para celíacos; un tomate que previene el cáncer. Hay muchos que son intolerantes a determinados alimentos y cada vez va a ser más fácil encontrar una alimentación específica para cada persona y eso es porque la tecnología lo permite.
Esa tecnología va de la mano de lo transgénico, que tiene una fuerte connotación negativa, ¿hay razones para eso?
Los transgénicos han sido la tecnología agraria que más rápida implantación ha tenido y en 20 años no hemos tenido ningún problema de salud ni de medio ambiente debido a los transgénicos. No hay nada, cero. Y para Argentina, hay que remarcar que es el primer país productor de soja transgénica. Es decir que para el Estado argentino una de las principales fuentes de ingresos proviene del arancel a la exportación que tiene la soja.
Pero ¿no tiene un fundamento científico válido el temor a lo transgénico?
No, en absoluto. Es un fundamento ideológico. Es neolobbismo. Y tiene motivaciones como por ejemplo muchas organizaciones ambientalistas que en Argentina o en Europa hacen campaña en contra de los transgénicos, y en Estados Unidos no hacen nada. Entonces son intereses de marketing, son organizaciones que vieron un caballito de batalla para organizar campañas de promoción propia. Pero no fueron capaces de aportar ningún fundamento sólido en contra de los transgénicos. Y le voy a decir más, que aquellos que están en contra de los alimentos transgénicos deberían plantearse que la mayoría de los medicamentos lo son. Entonces los grupos ambientalistas deberían protestar por este tema adelante de las farmacias, porque la gente diabética se aplica insulina transgénica debajo de la piel todos los días.
Los transgénicos llevan irremediablemente al tema del glifosato, ¿tampoco es tóxico?
El problema es que, como no han encontrado un argumento sólido contra los transgénicos, han tomado un desvío y tratan de demonizar al glifosato. El glifosato es un herbicida mucho más seguro que otros.
¿Por qué?
Porque es específico de la enzima de plantas, porque se degrada, y porque es muy barato y está libre de patente. Pero como no hay argumentos contra los transgénicos, hay argumentos contra el glifosato.
El último fue que está dentro de la clasificación 2A de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (Iarc) de la OMS...
Debo decirle que el mate lleva 10 años en esa clasificación y nadie pide que lo prohíban.
Argentina es uno de los grandes productores de estos alimentos que mencionó, ¿cómo ve al país en este rol desde afuera?
Lo que veo desde afuera es que gracias a que Argentina produce soja y maíz, en Europa podemos comer carne a un precio accesible. Porque Europa es uno de los principales clientes comerciales de Argentina. Y si no fuera por la soja y el maíz transgénico, no sé de qué se alimentaría nuestro ganado.

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Más Información:

La Voz del Interior - Edición Electrónica (09/05/2015)

La carta con la que Mulet explicó su ausencia en el Pabellón Argentina
Video: los incidentes en la conferencia de Mulet en la UNC

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