14 may 2015

3.300 ha de nueva reserva natural en Sierras Chicas



La Voz del Interior (14/05/2015)
Crean reserva natural en Sierras Chicas

Son 3.300 hectáreas en la zona de Ascochinga, pertenecientes a la Fuerza Aérea. No podrán destinarse a proyectos inmobiliarios ni agropecuarios, para preservar el bosque nativo. Se firmó conveniocon el Ministerio de Defensa y se creó el comité de gestión local.
La Granja. Quedó formalmente constituido ayer el comité de gestión local de la flamante reserva natural Ascochinga, que comprende 3.300 hectáreas que pertenecen a la Fuerza Aérea, en el norte de Sierras Chicas.
A fines del año pasado, el Ministerio de Defensa de la Nación firmó el convenio con la Administración de Parques Nacionales, que reconoce a este sector como nuevo “espacio natural de interés para la conservación de la biodiversidad” (Enic).
Esta declaración representa que esos campos militares deberán conservarse en su estado actual, sin que puedan destinarse a proyectos inmobiliarios, complejos turísticos o actividades agropecuarias. La medida apunta al resguardo de la biodiversidad de flora y fauna autóctona serrana, clave para preservar en la región los bosques nativos y pastizales, evitar procesos de erosión y preservar a la vez la captación de agua de lluvia en las cuencas hídricas.
Esta nueva situación no implica que se alteren los tradicionales usos recreativos ya existentes en un sector de esos campos, con un hotel y cancha de golf, concesionados por la Fuerza Aérea.
El convenio se firmó ayer en La Granja, en un encuentro de las autoridades de las ahora nueve reservas naturales que el Ministerio de Defensa de la Nación tiene en el país.
En el país, se crearon en los últimos años otras ocho reservas de este tipo, dependiente del Ministerio de Defensa, sobre campos que son propiedad de esa cartera o de las Fuerzas Armadas. En Córdoba tiene el mismo estatus legal la reserva de La Calera, sobre los predios del Tercer Cuerpo del Ejército.



 



El valor
“A partir de ahora contamos con una herramienta que es un paraguas de protección para ajustar los diagnósticos y definir una guía concreta de planes. Esta zona boscosa es muy valiosa por su biodiversidad, pero no queremos que quede como un área protegida que parezca un mosaico aislado dentro de un ámbito de desmontes y urbanizaciones”, explicó Cristina Armata, directiva de la Delegación Centro de la Administración de Parques Nacionales (APN), que tiene injerencia en la nueva reserva de Ascochinga.
“Queremos que se convierta en un ejemplo de la función que tiene el bosque nativo a los efectos de la protección de las cuencas, de sus recursos vivos y de su suelo. Estamos de acuerdo con el uso recreativo y científico pero tendrá que ser planificado de manera conjunta y participativa con las organizaciones locales”, añadió Armata.
Por su parte, el jefe de gabinete del Ministerio de Defensa, Sergio Rossi, expresó: “Este convenio viene a formalizar que a la voluntad política de preservación se le agrega institucionalidad, y métodos que revincularán al Estado nacional con las autoridades y organizaciones locales. Con la definición de un plan rector se asignarán recursos humanos y materiales para cumplir los objetivos”.
En el proceso de gestión de este proyecto, la Mesa del Agua y Ambiente de La Granja tuvo un rol clave porque aportó conocimientos y estudios de la zona. “Para nosotros es un momento de alegría porque temíamos perder este enorme patrimonio natural ante el acecho permanente de intereses inmobiliarios que vienen avanzando muy rápido desde Córdoba y Jesús María. El compromiso que tenemos por delante como comunidad es proteger el ambiente para que todos podamos disfrutarlo con responsabilidad”, comentó Ricardo Chiavassa, integrante de esa organización vecinal regional.
La Fuerza Aérea –se explicó– no pierde la propiedad sobre esos campos, aunque no podrá disponer cambios de uso de suelos sin acuerdo con el ahora creado comité local de gestión.

Dónde está
El área que comprende esta reserva se encuentra en la zona de Ascochinga, en la pedanía San Vicente, sobre el faldeo este y norte del cordón de las Sierras Chicas, entre las rutas provinciales E-53 y E-66, y contiene en su mayor parte bosque nativo chaqueño serrano en buen estado de conservación, además de sitios de valor cultural que preservan recursos arqueológicos de los sanavirones y muestras de actividades jesuíticas hasta el siglo XVIII. Suma también atractivos turísticos como el sitio Tres Cascadas.

Ver Noticia On Line


Cómo preservar un retazo del paisaje original

El Parque Nacional Quebrada del Condorito es el área con mayor protección de fauna y flora autóctona en Córdoba. Las reservas lo son en menor medida.
A Córdoba le queda poco –demasiado poco– del bosque nativo tal como el que dominaba su paisaje hasta hace un siglo. Apenas algunos reductos se conservan en un estado aproximado al original. En ese marco, sumar áreas realmente intangibles, en las que no puedan discutirse cambios de uso del suelo con otros fines, aparece ya como un salvataje.
Reservas con ese nivel de restricción para su preservación casi no quedan. Las excepciones son las 49 mil hectáreas del Parque Nacional Quebrada del Condorito, y  –con una jerarquía legal mucho menor– las 13.600 hectáreas de la reserva “militar” entre La Calera, Córdoba y Carlos Paz, más ahora las 3.300 de la zona de Ascochinga, también sobre predios estatales,  de las Fuerzas Armadas.
Las creadas por la Nación sobre predios militares tienen una debilidad: falta una ley que las proteja como reservas, porque con el actual estatus jurídico de convenios de un ministerio dependen demasiado de que el gobierno de turno no decida variar el encuadre por simples decretos.
Mientras, las áreas protegidas creadas por la Provincia no llegaron nunca a cumplir fielmente los objetivos anunciados de preservación: tienen el dilema de tratarse de tierras generalmente privadas, con restricciones más laxas y, además, con escaso control y bajo presupuesto.

Ver Noticia On Line


La segunda en Córdoba sobre campos militares

Para Córdoba, esta es la segunda “reserva natural de Defensa”. En el país, hay ocho más.
El esquema legal implica un sistema de conservación mediante convenios entre el Ministerio de Defensa de la Nación y la Administración de Parques Nacionales que permiten proteger recursos naturales y culturales sobre territorios de dominio del Estado. Según sus objetivos, permiten oportunidades para la investigación científica y pueden constituirse en centros de atracción para el turismo de naturaleza. Pero deben conservar su ambiente sin variar el uso de sus suelos.
Desde que fueron creadas en 2007, se llevan reconocidas nueve reservas de este tipo en todo el país: Puerto Península en Misiones; isla El Tala en Corrientes; Campo Garabato en Santa Fe; Mar Chiquita y Baterías en Buenos Aires; El Mollar y Quebrada del Portugués en Tucumán, y Punta Buenos Aires en Chubut.
En Córdoba se encuentran las otras dos reservas “militares”: La Calera, de 13.600 hectáreas, con bosques remanentes sobre campos del Ejército entre Córdoba capital, Villa Carlos Paz y Malagueño, y ahora, estas 3.300 hectáreas en  Sierras Chicas.
Según se indicó, no se analiza la creación de otras áreas similares en el territorio cordobés.

Ver Noticia On Line

Más Información:

Gráfico: Un espacio esencial
.

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs