29 mar 2015

Lusa y Cotreco ultrabeneficiados



La Voz del Interior (29/03/2015)
Lusa y Cotreco, con prórroga de dos años

La extensión concluiría si antes se adjudica la licitación. En tres años, el servicio privado se encareció 182%, a un ritmo del 60% anual.
Luego de largas deliberaciones, la Municipalidad de Córdoba, las prestatarias del servicio de recolección de residuos Lusa y Cotreco y el gremio de los recolectores (Surrbac) acordaron ayer los términos de una nueva prórroga de los contratos, que esta vez garantiza a las empresas un mínimo de 24 meses, en caso de que antes no se adjudique la licitación a ocho años.
La prórroga se firmará mañana y no supondrá cambio alguno en el servicio que reciben los frentistas ni en la relación laboral de los recolectores, que trabajan para Lusa y Cotreco, pero siguen siendo empleados de la firma municipal Crese.
Según confirmó el secretario de Economía del municipio, Hugo Romero, el precio de los servicios será de casi 105 millones de pesos hasta que comience a regir la suba que solicitarán en los próximos días Lusa y Cotreco, dado el aumento de salarios que rige desde marzo. No obstante, puesto que el pago de la recolección es a 50 días, el gasto subiría recién hacia fines de mayo.

Costo imparable
Lusa y Cotreco comenzaron a prestar servicios como subcontratistas de Crese hace tres años, en marzo de 2012. En ese momento, facturaban entre ambas 37,2 millones de pesos al mes. Ahora, la tarifa de las dos empresas es apenas inferior a 105 millones de pesos.
La suba del costo del servicio fue del 182,2 por ciento en 36 meses, es decir, que la prestación se encareció a un ritmo cercano al 60 por ciento anual. Esa cifra duplica las estimaciones privadas de inflación para el período en cuestión.
La Municipalidad de Córdoba resolvió sobre la hora –la prórroga actual vence el miércoles próximo– y buscó un equilibrio entre las pretensiones de las empresas y del gremio de los recolectores.
Concedió a Lusa y Cotreco los 24 meses que exigían –las empresas aducen que es lo mínimo para poder financiar el recambio de camiones– y al mismo tiempo ofreció garantías al Surrbac y a las prestatarias de que la polémica licitación en marcha no será declarada desierta y en cambio será adjudicada antes de que termine el actual mandato del intendente Ramón Mestre.
A las empresas, esa adjudicación les garantiza el negocio a ocho años. El Surrbac, en tanto, exige que se adjudique la licitación, ya que de ese paso dependen las indemnizaciones que esperan los recolectores.
Según coincidieron tanto desde el municipio como desde las empresas, el Surrbac entendió que la licitación no puede ser adjudicada ahora: su titular, Mauricio Saillen, habría aceptado una nueva dilación porque la otra alternativa era que la licitación fuera declarada desierta, tal como solicitan varios representantes de la oposición.
Diversas opiniones jurídicas sobre la situación en que se encuentra el llamado habrían convencido al intendente Mestre de que una adjudicación inmediata de la licitación garantizaría presentaciones judiciales contrarias. “En la Justicia se podría dar batalla, pero en tiempos preelectorales Mestre no quiere un escándalo en torno al principal contrato que tiene la Municipalidad”, aseguraron fuentes muy cercanas a la negociación.
La semana pasada, ya hubo advertencias del concejal y precandidato a intendente Esteban Dómina respecto de la “grave irregularidad” que supone el hecho de que el intendente Mestre haya modificado por decreto los pliegos licitatorios que había aprobado el Concejo Deliberante.
Esos cambios por decreto fueron los que eliminaron todos los servicios adicionales que había prometido el municipio, redujeron las inversiones que deben hacer las empresas y cambiaron la forma de actualización de la tarifa, entre otros 12 puntos modificados.
Además, en las últimas semanas, a pedido del mestrismo, la Legislatura Unicameral eximió al futuro contrato de la basura del impuesto de Sellos, para reducir costos.

Desguace de Crese
Al inicio de la gestión. Apenas asumido Ramón Mestre, decidió desguazar la empresa municipal Crese. Lo hizo a través de contratos de transferencia de servicios a Lusa y Cotreco para la recolección domiciliaria de basura. La Crese residual quedó a cargo del enterramiento sanitario.
Cuestionado y caro. La selección de esas empresas se hizo por concurso y el precio fue cuestionado desde el vamos por la oposición. Lusa y Cotreco arrancaron en febrero de 2012 cobrando 37 millones de pesos al mes. Hoy, perciben casi 105 millones mensuales: 182% más.

Licitación polémica
Promesas de cambio. Lusa y Cotreco fueron contratadas por 20 meses, mientras se licitó un servicio que se anunció como transformador y más eficiente. Pero esa licitación no convocó a los grandes jugadores del rubro sino que volvió a consagrar a Lusa y Cotreco. El municipio consideró que esos servicios eran “impagables”, pero no dio por caída la licitación.
Ningún cambio. La licitación sigue en pie, pero con modificaciones tales que casi todos los cambios previstos se eliminaron. Si se adjudica, las empresas seguirán por ocho años.

Prórroga a 24 meses
Salida contrarreloj. La Municipalidad de Córdoba optó por prorrogar nuevamente la concesión precaria a Lusa y Cotreco por 24 meses a partir del 1° de abril. La prórroga caducaría si antes se resuelve la adjudicación de la licitación que dejaría en manos de las mismas empresas el servicio por ocho años.
Si no hay adjudicación. Si la gestión Mestre no adjudica la licitación y la declara desierta, podría haber un nuevo llamado. En cualquier caso, la prórroga se interrumpiría ante la adjudicación de un contrato firme a las actuales prestatarias o a otras.

Ver Noticia On Line


Negocio y botín gremial antes que servicio público

Lusa y Cotreco seguirán y mantendrán la fórmula tarifaria que les permitió subas del 60% anual. Los recolectores cobrarán sus indemnizaciones. El servicio a los ve­cinos no mejorará un ápice.
Hace tres años, la Municipalidad de Córdoba prometía una licitación ejemplar para concesionar el más caro de los servicios que contrata: la recolección de la basura.
Convocó a Poder Ciudadano para que supervisara la transparencia y la participación a la hora de elaborar los pliegos licitatorios, y a la luz de esas condiciones establecidas por el Concejo Deliberante, los funcionarios de Ramón Mestre prometieron una verdadera revolución en materia de higiene urbana: inversiones, tecnología, contenerización, separación domiciliaria y recolección diferenciada, entre muchas otras cosas que ahora son dejadas de lado en la ciudad donde los servicios públicos –al igual que los ciudadanos– siempre son menos importantes que los negocios privados y la presión gremial.
Ese servicio superador debería haber comenzado a funcionar en enero de 2014. Pero tal como están dadas hoy las cosas, se plantea el absurdo de que la prestación que reciben los vecinos no mejorará con la prórroga de los contratos precarios de Lusa y Cotreco, y tampoco lo hará si se adjudica la licitación.
Después de elaborar pliegos fastuosos, de prometer mejoras, de llamar a licitación y abrir las ofertas, la gestión Mestre cayó en la cuenta de que ese servicio no se podía pagar. Entonces, en lugar de declarar desierta la licitación, borró con un decreto todo lo que habían escrito los concejales, de tal modo que el “nuevo servicio” sería idéntico al actual, los “nuevos prestadores” serían los mismos que hoy juntan la basura y hasta la forma de pago sería igual: ¿Qué empresa va a querer cambiar la fórmula que a lo largo de tres años le garantizó un crecimiento de la facturación que duplicó a la inflación?

Ver Noticia On Line
.

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs