5 feb 2015

Piden mantener las plazas de San Francisco

La Voz de San Justo (05/02/2015)
Cuidar las plazas, tarea de todos

Un denominador común tuvieron siempre las recorridas que cualquier vecino podía hacer por la ciudad: reconocer la belleza y cuidado de los espacios verdes que en el centro y en los barrios ostentaban detalles gratificantes a la vista y al ambiente. Las plazas de nuestra ciudad fueron –y deberían seguir siendo- elementos distintivos de una comunidad que se precia de cuidarlas y embellecerlas.
Sin embargo, en este verano especialmente, algunos de estos sitios no brindan el panorama antes descripto. Yuyos altos, descuidos en los senderos, juegos infantiles deteriorados o directamente inutilizados, monumentos pintarrajeados, iluminación inadecuada o inexistente, basura en algunos rincones, son muestras de que podría estar encendiéndose el desdén hacia la preservación de nuestros espacios verdes, tanto por parte del Estado local como especialmente de los vecinos. En algunos barrios sanfrancisqueños el esfuerzo del centro vecinal o de algunos propietarios cercanos se plasma en sitios verdes hermoseados y vistosos. Sin embargo, en otros esto no ocurre. Por ello, es necesario reiterar que el cuidado de las plazas es una tarea de toda la comunidad. Por cierto, el municipio debe vigilar de manera permanente que estos lugares mantengan las condiciones para que puedan cumplir con su función esencial en una ciudad como la nuestra. Pero también el vecindario tiene una cuota parte de responsabilidad en su preservación y protección. Quienes utilizan las plazas para diversas actividades no sólo tienen el derecho de hacerlo, sino que también deben atender a determinados deberes para que ese uso siga siendo provechoso. El rol del vecino se torna, entonces, esencial. Porque pueden existir falencias en la acción del Estado para cuidar una plaza, pero este tipo de espacios urbanos cambian y se renuevan cotidianamente con la gente que hace uso de ella, que la visita, que le da un clima diferente cada día. Las personas que deciden ir a la plaza revalidan la importancia del lugar, con lo que también son responsables de que no se pierda su estética, su higiene y su funcionalidad. De allí surge la importancia de considerar que el cuidado de las plazas es tarea de toda la comunidad, que debe bregar para que el vandalismo no se instale y reclamar para que el municipio u otras entidades vecinales cumplan con su cometido. Si todos los vecinos de San Francisco defendemos las plazas, la situación actual se modificaría rápidamente. De lo contrario, la imagen de desidia y negligencia será la que aparecerá en el horizonte para marcarnos la necesidad de modificar conductas e impedir que la urbanización moderna avasalle nuestras maneras de disfrutar la ciudad.

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