24 dic 2014

El balanace ambiental del año



La Mañana de Córdoba  (24/12/2014)
Deudas pendientes en una nueva política ambiental para Córdoba

El impacto sanitario de los agrotóxicos, el miedo a la contaminación de Monsanto, la clausura de Dioxitek, el problema de la basura en el Gran Córdoba, y una nueva ley aprobada en el marco de una virulenta protesta que dejó varios detenidos, fueron los ejes de la problemática del Medio Ambiente en 2014 que lejos de solucionarse, dejó abierto el debate para el año venidero.
Durante el año 2014, varios ejes de discusión se abrieron en torno a la problemática ambiental en la provincia de Córdoba.
Sin dudas, el hecho más significativo lo marcó la aprobación de una nueva Ley de Política Ambiental a nivel provincial, el 11 de junio, que tuvo como trasfondo el caos y los desmanes en las afueras de la Legislatura de organizaciones que aseguraban que la nueva normativa había sido escrita a la medida de “Monsanto”. Fue 15 los heridos y hubo unas 26 personas detenidas, el saldo de los violentos episodios que tuvieron lugar en los alrededores de la Unicameral esa tarde.
Cabe recordar en febrero pasado, la Secretaría de Ambiente de la Provincia resolvió no autorizar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la planta de acondicionamiento de semillas de maíz en Malvinas Argentinas que pretende construir la multinacional. Tras la aprobación de la nueva Ley de Política Ambiental, algunos sectores evaluaron que no había una segunda oportunidad para Monsanto, cuyas autoridades en Latinoamérica dejaron entrever que dejarán para el 2015 la presentación de un nuevo EIA ante la Provincia.
El rechazo a Monsanto también fue motivo de una caótica sesión del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba, protagonizados por grupos encapuchados que agredieron al decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Marcelo Conrero. El motivo fue el acuerdo de cooperación mutua realizada con la multinacional entre Agronomía y Monsanto en agosto pasado, el cual, a raíz del cuestionamiento generalizado, quedó “sin efecto” por solicitud del resto de los decanos y la expresa postura en contra del rector de la UNC, Francisco Tamarit.
A pesar del revés sufrido por la empresa, en Malvinas Argentinas se realizó en septiembre pasado la “Segunda Primavera sin Monsanto”, y se confirmó que se continuará con el acampe de resistencia frente al predio donde se instalaría la planta, hasta tanto no haya una postura política que le cierre definitivamente la puerta a la multinacional.

Agrotóxicos en la mira
Otro de los grandes temas que generaron un fuerte debate ambiental este año fue el relevamiento realizado por técnicos de la UNC en la localidad de Monte Maíz, donde se detectó que los casos de cáncer superaban la cifra normal. Además se observó un alto porcentaje de abortos espontáneos y muchas patologías respiratorias graves. Los casos de cáncer fueron relacionados en forma directo a la presencia masiva de depósitos de plaguicidas y máquinas pulverizadoras en todos los sectores urbanos.
Según ese relevamiento, los casos de cáncer en Monte Maíz son la primera causa de mortalidad ya que representan casi el 40% de los decesos totales ocurridos en los últimos dos años. Esta cifra triplica como mínimo los parámetros medios que existen en otras ciudades del país y a nivel internacional según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Dioxitek, Bajo Grande y Cormecor
A nivel municipal, la problemática ambiental también tuvo un lugar preponderante con un hito histórico que fue la clausura definitiva de planta que elaboraba el combustible para las planta nucleares,  Dioxitek. Ocurrió el 10 de noviembre pasado. La planta funcionó por 32 años en Rodríguez Peña al 3.200, y el municipio efectuó el cierre definitivo días después de la grave explosión en la planta química Raponi ubicada a cuatro cuadras de Dioxitek en el mismo bario de Alta Córdoba.
Por otro lado, el ya eterno problema de contaminación por los efluentes cloacales desencadenó el 14 de agosto pasado en el decreto del intendente Ramón Mestre declarando la emergencia ambiental y sanitaria en la ciudad de Córdoba por 180 días por la contaminación del Río Suquía. Esa declaración respondía a la intimación de la Justicia, que el pasado 25 de julio exigió que se tomaran medidas para atenuar el impacto de la contaminación por el vertido de líquidos cloacales crudos al río provenientes de la planta de Bajo Grande.
Por último, y en materia de preservación del medio ambiente, merece un párrafo aparte la presentación en noviembre pasado del Proyecto Ejecutivo para la instalación del futuro Complejo Ambiental de Tratamiento, Valorización y Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos para la ciudad de Córdoba y su Área Metropolitana, de Cormecor.
La corporación que reúne a los municipios del Gran Córdoba terminó cambiando la ubicación de su futura planta, esta vez al sur de la ciudad de Córdoba y un kilómetro y medio al oeste de la ruta provincial 36, dentro de un sector que ya fue definido como apto en el estudio de selección realizado por el Instituto Superior de Estudios Ambientales (Isea) de la Universidad Nacional de Córdoba.
Cabe recordar que Cormecor había informado meses atrás la ubicación de dos predios, uno próximo a Bouwer y otro en Juárez Celman, al norte, lo que generó polémica y rechazo por parte de los vecinos de Bouwer, zona que ya albergaba el antiguo predio de enterramiento aún no plenamente remediado.

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