18 nov 2014

Controlan el 2.4 D en Colonia Caroya

Diario El Despertador de Jesús María (18/11/2014)
Hicieron operativos de control de aplicación de herbicidas hormonales

El ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos desarrolla inspecciones para hacer cumplir la prohibición del uso de 2.4 D y 2.4 DB.
Colonia Caroya. El ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos de la Provincia, a través de la subsecretaría de Fiscalización y Control, está llevando adelante en las últimas semanas operativos e inspecciones en amplias zonas del Departamento Colón.
Estas acciones se realizan en establecimientos agrícolas ubicados dentro del municipio de Colonia Caroya y en áreas rurales. 
En nuestro Departamento rige la prohibición para el uso de los herbicidas hormonales 2.4 D y 2.4 DB Ester, por lo que los controles apuntan a garantizar el cumplimiento de la restricción.
Como resultado de los operativos, se interdictaron cinco máquinas pulverizadoras por no contar con las habilitaciones correspondientes y quedaron inhabilitadas de realizar actividades de aplicación.
Para ello, se precintaron hasta tanto sus titulares regularicen su situación ante la cartera agropecuaria.
Es importante destacar que estas acciones van a continuar durante las próximas semanas y que los aplicadores inspeccionados deberán presentar los certificados que acrediten su habilitación en el registro provincial; y a los productores y usuarios responsables el archivo de las recetas fitosanitarias de los dos últimos años, según lo establece la ley 9164 que regula la actividad.
La posesión de estos herbicidas en las zonas de prohibición se considera ante la ley como presunción de su uso, por lo que el solo hecho de detectarlos en establecimientos rurales implica su decomiso y la aplicación de sanciones.
En su última visita a nuestra zona, el Secretario de Agricultura de la Provincia, Juan Cruz Molina, se refirió al reclamo de los productores vitivinícolas que ven en los viñedos los signos de un nuevo ataque con herbicidas hormonales que se aplican en campos de vecinos a la ciudad y cuya deriva llega a la zona urbana o periurbana.
Los propietarios de las fincas caroyenses pidieron más control en las aplicaciones que se hacen en los sembradíos que no pertenecen a ningún ejido y cuya fiscalización depende solamente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos.
Las hojas arrugadas, como si estuviesen quemadas, se notan hasta en la parra que adorna la explanada de Bodega la Caroyense.
“Nosotros le estamos dando continuidad a lo que venimos trabajando; hay procesos de fiscalización y control que va a continuar con el control de proveedores de insumos, que deben tener registrados las ventas de herbicidas hormonales en sus agroquímicas”, indicó el funcionario provincial.
Molina no quiere descartar nada, pero considera que la principal hipótesis del daño en los viñedos es la deriva del 2-4D.
“El Ceprocor evaluará si los efectos de la fitotoxicidad están asociados a algún herbicida; el 2-4D es la hipótesis más fuerte, no obstante hay otros productos que no tienen la volatilidad del 2-4 D, pero son hormonales y generan síntomas similares; algunos ingenieros agrónomos hablan de una virosis, por eso también estamos analizando con el INTA esa variable”, aseguró.

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