28 oct 2014
Está en marcha un programa para salvar al aguará guazú
10:32 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior - Edición Electrónica (28/10/2014)
Para que no se extinga el aguará guazú en la laguna Mar Chiquita
Escuelas y la Fundación Temaikén desarrollan un programa para el cuidado de la flora y fauna autóctona de esa zona de Córdoba. Especial enfasis en la protección de especies amenazadas.
Miramar. La Fundación Temaikèn y centros educativos de la región de la laguna Mar Chiquita, en el nordeste cordobés, están trabajando juntos para preservar al aguará guazú, especie que se encuentra amenazada y con muy pocos ejemplares en esta zona.
Este animal, muy parecido al zorro, es el cándido más grande de esta región y se encuentra en peligro de extinción en Argentina, donde solamente quedan 880 ejemplares. Según los estudios su pérdida sigue en aumento.
Estas actividades se llevan a cabo en el marco del Programa Educativo Multiplicadores Ambientales, que lleva a cabo la fundación con establecimientos educativos.
Eduardo Franci, director científico de la fundacióm, explicó que el programa consiste en tres encuentros presenciales y acompañamiento de capacitación junto con las comunidades para la generación de compromiso con estudiantes, docentes y otros actores en pos del cuidado del ambiente, entre otras actividades.
En el departamento San Justo, los colegios seleccionados fueron Instituto Estrada, escuela Vicente López, Centro Educativo Cabrera, IPETyM 261, escuela Pablo Rodríguez y escuela Jorge Solá, de las localidades de Balnearia, Altos de Chipión, Miramar y Monte Grande.
Proyectos cordobeses
Franci destacó que el proyecto que se lleva a cabo en esta región surgió del compromiso de una docente que se involucró con el cuidado y conservación de su entorno. “Uno de los programas para destacar para Córdoba es el del aguará guazú, llevado a cabo por una escuela desde 2013”, contó el director científico. Y agregó: “En julio de ese año un poblador de la zona y Daniela, una docente de una escuela rural de Monte Grande, fueron parte del proceso de notificación de una cachorra de aguará que se encontraba herida y desorientada, y se comunicaron con Fundación Temaikèn para dar aviso”.
La cachorra fue trasladada por personal de Guarda Fauna de la reserva que hay en Miramar a los predios de la fundación para su rehabilitación. “Con este hecho, la escuela sigue trabajando con la docente y toda la comunidad educativa motivando a sus alumnos para ser multiplicadores de acciones vinculadas a la conservación y protección del ambiente. Para esto, toman como eje de abordaje al aguará guazú, sus características y problemática de extinción”, señaló el técnico.
En este momento el programa se encuentra en la etapa de la recuperación del ejemplar. Franci explicó que el animal está alojado en un predio especial de aislamiento de los humanos. “Cuando se recupere nuevamente será insertada en su hábitat natural con un collar para poder seguir realizando estudios y observando como evoluciona su especie”, explicó el director.
Por otro lado, en este viaje de los técnicos a las comunidades, los chicos de las escuelas que participaron del proyecto votaron un nombre para bautizar a la cachorra de aguará cuando vuelva a su hábitat.
Acerca el aguará guazú
El aguará guazú (Chrysocyon brachyurus) es una especie endémica y es la única en su género para Latinoamérica. Se encuentra en peligro de extinción en la Argentina, donde solamente quedan 880 ejemplares, y su pérdida sigue en aumento. Es el cánido más grande de la región, y se encuentra amenazado a nivel nacional e internacional. Lo encontramos en ambientes abiertos como sabanas, pastizales, bosque abierto, palmares, bañados y esteros. Según los estudios de los científicos de la fundación, la zona de la laguna de Mar Chiquita es el límite sur de esta especie que ante la depredación y las modificaciones de los ecosistemas antes llegaban hasta la zona de la ciudad de Córdoba.
Actualmente existen pocas estrategias de trabajo con la especie, la falta de normas y de centros de recate y rehabilitación hacen que sea complicada la recuperación de individuos que se ven afectados por la acción del hombre, y por lo tanto la conservación de la especie.
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Para que no se extinga el aguará guazú en la laguna Mar Chiquita
Escuelas y la Fundación Temaikén desarrollan un programa para el cuidado de la flora y fauna autóctona de esa zona de Córdoba. Especial enfasis en la protección de especies amenazadas.
Miramar. La Fundación Temaikèn y centros educativos de la región de la laguna Mar Chiquita, en el nordeste cordobés, están trabajando juntos para preservar al aguará guazú, especie que se encuentra amenazada y con muy pocos ejemplares en esta zona.
Este animal, muy parecido al zorro, es el cándido más grande de esta región y se encuentra en peligro de extinción en Argentina, donde solamente quedan 880 ejemplares. Según los estudios su pérdida sigue en aumento.
Estas actividades se llevan a cabo en el marco del Programa Educativo Multiplicadores Ambientales, que lleva a cabo la fundación con establecimientos educativos.
Eduardo Franci, director científico de la fundacióm, explicó que el programa consiste en tres encuentros presenciales y acompañamiento de capacitación junto con las comunidades para la generación de compromiso con estudiantes, docentes y otros actores en pos del cuidado del ambiente, entre otras actividades.
En el departamento San Justo, los colegios seleccionados fueron Instituto Estrada, escuela Vicente López, Centro Educativo Cabrera, IPETyM 261, escuela Pablo Rodríguez y escuela Jorge Solá, de las localidades de Balnearia, Altos de Chipión, Miramar y Monte Grande.
Proyectos cordobeses
Franci destacó que el proyecto que se lleva a cabo en esta región surgió del compromiso de una docente que se involucró con el cuidado y conservación de su entorno. “Uno de los programas para destacar para Córdoba es el del aguará guazú, llevado a cabo por una escuela desde 2013”, contó el director científico. Y agregó: “En julio de ese año un poblador de la zona y Daniela, una docente de una escuela rural de Monte Grande, fueron parte del proceso de notificación de una cachorra de aguará que se encontraba herida y desorientada, y se comunicaron con Fundación Temaikèn para dar aviso”.
La cachorra fue trasladada por personal de Guarda Fauna de la reserva que hay en Miramar a los predios de la fundación para su rehabilitación. “Con este hecho, la escuela sigue trabajando con la docente y toda la comunidad educativa motivando a sus alumnos para ser multiplicadores de acciones vinculadas a la conservación y protección del ambiente. Para esto, toman como eje de abordaje al aguará guazú, sus características y problemática de extinción”, señaló el técnico.
En este momento el programa se encuentra en la etapa de la recuperación del ejemplar. Franci explicó que el animal está alojado en un predio especial de aislamiento de los humanos. “Cuando se recupere nuevamente será insertada en su hábitat natural con un collar para poder seguir realizando estudios y observando como evoluciona su especie”, explicó el director.
Por otro lado, en este viaje de los técnicos a las comunidades, los chicos de las escuelas que participaron del proyecto votaron un nombre para bautizar a la cachorra de aguará cuando vuelva a su hábitat.
Acerca el aguará guazú
El aguará guazú (Chrysocyon brachyurus) es una especie endémica y es la única en su género para Latinoamérica. Se encuentra en peligro de extinción en la Argentina, donde solamente quedan 880 ejemplares, y su pérdida sigue en aumento. Es el cánido más grande de la región, y se encuentra amenazado a nivel nacional e internacional. Lo encontramos en ambientes abiertos como sabanas, pastizales, bosque abierto, palmares, bañados y esteros. Según los estudios de los científicos de la fundación, la zona de la laguna de Mar Chiquita es el límite sur de esta especie que ante la depredación y las modificaciones de los ecosistemas antes llegaban hasta la zona de la ciudad de Córdoba.
Actualmente existen pocas estrategias de trabajo con la especie, la falta de normas y de centros de recate y rehabilitación hacen que sea complicada la recuperación de individuos que se ven afectados por la acción del hombre, y por lo tanto la conservación de la especie.
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