27 ago 2014
Caroya: fuerte conflicto urbanístico / productivo
8:37 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
Diario El Despertador de Jesús María (27/08/2014)
Productores piden garantías de convivencia entre lo urbano y lo rural
Santiago Lauret presentó una nota solicitando que quien se instale en el sector productivo firme una declaración jurada aceptando las condiciones del entorno.
El debate (mediático) por la ampliación urbana hizo levantar las voces de los productores agropecuarios, que piden normas de convivencia claras.
Ayer, este diario publicó una entrevista a la familia Tabbia, la cual generó el apoyo de muchos propietarios de chacras que temen por su futuro ante el avance de la urbanización.
“La sociedad de Colonia Caroya no está preparada para que conviva lo urbano y lo rural; en Europa no hay ningún problema, pero no estamos en Europa”, dijeron los dueños del viñedo más grande de la Colonia, ubicado en Calle 52 Sur, a metros de donde llegaría lo urbano si se autorizan las nuevas subdivisiones.
En febrero de 2010, unos 200 productores autoconvocados se reunieron en Colonia Vicente Agüero para plantear su situación: “Las constantes interferencias en el desarrollo de nuestras actividades laborales, sobre todo la de la pulverización y uso de agroquímicos, causan conflictos entre vecinos con intervenciones policiales. Queremos seguir trabajando y produciendo como hasta ahora lo venimos realizando, sabiendo que debemos ajustarnos a las normas vigentes en relación a la manipulación y uso de agroquímicos”, decían en un comunicado en el que pedían la contratación de un Ingeniero Agrónomo que los asesore.
Acerca del ordenamiento territorial, sugerían “que quede claramente delimitada la zona rural y urbana y qué se puede hacer o no en cada una de ellas, teniendo en cuenta que muchas producciones, especialmente las frutícolas, son planificadas a 15 o más años”.
La solicitud de hace cuatro años fue “informar a quienes vayan a construir y habitar en la zona rural, que la misma tiene carácter productivo y declarar bajo juramento que acepta tales condiciones”.
Reglas claras
Si bien el tema excede a la ampliación urbana que se discute en estas semanas, ese pedido resurgió ayer ante la expansión de viviendas a sectores productivos que identifican a una comunidad que se creó hace 136 años con el perfil frutihortícola.
Es real que la mayoría de las viviendas levantadas en la zona rural son de hijos de propietarios que no pueden acceder a comprar un terreno urbano, pero hay nuevos habitantes que adquieren hectáreas rurales pensando que van a vivir en un country y no en medio de chacras productivas.
Por este último escenario, el enólogo Santiago Lauret le envió una nota al intendente Luis Grión en la que le pide “reglas de convivencia”.
“Que se haga una ordenanza o algo que establezca las reglas básicas de convivencia -añadió-. Lo hemos conversado con productores, con las Ingenieras Alicia Cavallo y Clara Cragnolini, que todo el que venga a vivir a Colonia Caroya tiene que saber que debe convivir con lo rural”.
Sugiere también que en cada pedido de autorización de planos se agregue una leyenda, en forma de declaración jurada, que explicite la aceptación de vivir en un entorno productivo: “El productor tiene que vivir de su trabajo, no podemos estar en la angustia de ahora; no están las reglas claras y una de esas es aceptar que al lado tuyo tenés un viñedo, maíz o lo que sea y sabés que tenés que convivir con eso”.
Sobre la ampliación urbana, Lauret dijo que “los dos sectores tienen razón en sus argumentos”. Por eso reitera la necesidad de establecer reglas.
“Dentro de cuatro años vamos a seguir con esta discusión que se planteó en San Durí en el 2010, que vos ponés en marcha un tractor y ya te están denunciando; hay preocupación en los productores; ahora, el que compró hectáreas rurales, ¿con qué intenciones lo hizo? Antes de comprar tenés que saber que al lado hay actividad agropecuaria”, concluyó.
Ver Noticia On Line
Más Información:
Ampliación urbana: Vecinos convocan a una asamblea pública
Carta abierta al Sr. Intendente de Colonia Caroya
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Ayer, este diario publicó una entrevista a la familia Tabbia, la cual generó el apoyo de muchos propietarios de chacras que temen por su futuro ante el avance de la urbanización.
“La sociedad de Colonia Caroya no está preparada para que conviva lo urbano y lo rural; en Europa no hay ningún problema, pero no estamos en Europa”, dijeron los dueños del viñedo más grande de la Colonia, ubicado en Calle 52 Sur, a metros de donde llegaría lo urbano si se autorizan las nuevas subdivisiones.
En febrero de 2010, unos 200 productores autoconvocados se reunieron en Colonia Vicente Agüero para plantear su situación: “Las constantes interferencias en el desarrollo de nuestras actividades laborales, sobre todo la de la pulverización y uso de agroquímicos, causan conflictos entre vecinos con intervenciones policiales. Queremos seguir trabajando y produciendo como hasta ahora lo venimos realizando, sabiendo que debemos ajustarnos a las normas vigentes en relación a la manipulación y uso de agroquímicos”, decían en un comunicado en el que pedían la contratación de un Ingeniero Agrónomo que los asesore.
Acerca del ordenamiento territorial, sugerían “que quede claramente delimitada la zona rural y urbana y qué se puede hacer o no en cada una de ellas, teniendo en cuenta que muchas producciones, especialmente las frutícolas, son planificadas a 15 o más años”.
La solicitud de hace cuatro años fue “informar a quienes vayan a construir y habitar en la zona rural, que la misma tiene carácter productivo y declarar bajo juramento que acepta tales condiciones”.
Reglas claras
Si bien el tema excede a la ampliación urbana que se discute en estas semanas, ese pedido resurgió ayer ante la expansión de viviendas a sectores productivos que identifican a una comunidad que se creó hace 136 años con el perfil frutihortícola.
Es real que la mayoría de las viviendas levantadas en la zona rural son de hijos de propietarios que no pueden acceder a comprar un terreno urbano, pero hay nuevos habitantes que adquieren hectáreas rurales pensando que van a vivir en un country y no en medio de chacras productivas.
Por este último escenario, el enólogo Santiago Lauret le envió una nota al intendente Luis Grión en la que le pide “reglas de convivencia”.
“Que se haga una ordenanza o algo que establezca las reglas básicas de convivencia -añadió-. Lo hemos conversado con productores, con las Ingenieras Alicia Cavallo y Clara Cragnolini, que todo el que venga a vivir a Colonia Caroya tiene que saber que debe convivir con lo rural”.
Sugiere también que en cada pedido de autorización de planos se agregue una leyenda, en forma de declaración jurada, que explicite la aceptación de vivir en un entorno productivo: “El productor tiene que vivir de su trabajo, no podemos estar en la angustia de ahora; no están las reglas claras y una de esas es aceptar que al lado tuyo tenés un viñedo, maíz o lo que sea y sabés que tenés que convivir con eso”.
Sobre la ampliación urbana, Lauret dijo que “los dos sectores tienen razón en sus argumentos”. Por eso reitera la necesidad de establecer reglas.
“Dentro de cuatro años vamos a seguir con esta discusión que se planteó en San Durí en el 2010, que vos ponés en marcha un tractor y ya te están denunciando; hay preocupación en los productores; ahora, el que compró hectáreas rurales, ¿con qué intenciones lo hizo? Antes de comprar tenés que saber que al lado hay actividad agropecuaria”, concluyó.
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