14 jul 2014

Más sobre Mark Lynas

El Puntal de Río Cuarto (14/07/2014)
Mark Lynas: un ambientalista que defiende el uso de la biotecnología

En su paso por el Congreso de Maizar y otros auditorios del país, dijo que los cultivos OGM contribuyen a reducir el uso de agroquímicos. Rechaza los argumentos extremos que hacía suyos hace unos años
Mark Lynas es un periodista y escritor británico que participó en numerosas campañas contra los cultivos transgénicos en la década de los 90, en Europa. Su convicción de que se estaba haciendo algo monstruoso lo llevó a profundizar sus conocimientos sobre la biotecnología agrícola pero, al introducirse en investigaciones científicas, comprobó que muchas de sus creencias como activista carecían de fundamentos.
Esto hizo que revisara su posición contra los organismos genéticamente modificados (OGM) y hoy se ha convertido en la estrella de los foros de productores e industrias del agro en todo el mundo, según lo definió Cristian Mira (LA NACIÓN), en una entrevista realizada días antes de su visita a la Argentina, para participar del Congreso de Maizar.
El gran cambio en sus concepciones se patentizó en enero de 2013, en un discurso que dio en Oxford, donde hizo una profunda autocrítica y admitió que su activismo contra la biotecnología agrícola no tenía sustento científico.
Lynas abrió su participación en Maizar afirmando que en sus épocas de ambientalista estaba an contra de los transgénicos porque creía efectivamente que constituían una amenaza al medio ambiente. Y explicó: “Empecé a cambiar de idea en 2009, pero en 2013 decidí aceptarlo públicamente; varios años después de mis inicios en el activismo ambiental comencé a ver evidencias científicas que demostraban los transgénicos no producen daño alguno”.
Advirtió que por no ser un científico capacitado, necesitó estar muy informado para entender lo que estaba pasando. “No había leído ningún trabajo científico sobre biotecnología y hoy ya tengo algunos libros escritos; la ciencia es muy clara, el mejoramiento de los cultivos es seguro”.

Ejemplos patéticos
Lynas citó algunos ejemplos que reflejan la ignorancia con que a veces se actúa en estos temas. Dijo que hace algunos años vio que hubo hambrunas en Sambia y el gobierno de ese país hacia “lobby ambiental”, se negaba a aceptar ayudas de alimentos transgénicos mientras la gente se moría de hambre en las calles. “La visión que tienen es que los cultivos matan a nuestros niños; los productores en Tanzania, por ejemplo, se negaron a producir maíz creyendo que los chicos iban a salir homosexuales, cosa que en África es un pecado”, afirmó.
“También dicen que los transgénicos son cancerígenos: las imágenes de los ratones con tumores que usan son falsas; lo hacen con el photoshop”, dijo Lynas, y agregó que “los activistas explotan los temores de las personas analfabetas”.
“Mi cambio fue motivado por tener una mirada más optimista del futuro porque es en definitiva lo que nuestros niños merecen. Hay muchas opciones para que las prácticas agrícolas sean más sustentables”, afirmó el ecologista –en forma quizás demasiado tajante-. Quizás quiso decir “científicamente analfabetas”, o debió decir “desinformadas”.
En su diálogo con Cristian Mira, Lynas había manifestado que los argumentos contra los OGM se presentan en un lenguaje científico, pero no tienen una base científica. “Los ambientalistas que hacen campañas contra los OGM son llamados adecuadamente anticientíficos porque rechazan a los expertos que dicen que los granos transgénicos son seguros. Se parecen a los negacionistas del cambio climático. Esto es lo que hacen grupos ambientales importantes como Greenpeace y los convierte en hipócritas. Debilita sus campañas sobre el clima también. Cualquiera puede creer en la ciencia o no, pero ellos no pueden hacer como si estuvieran recogiendo cerezas del suelo y adaptar la agenda a la ideología”.
Manifestó también que grupos como Greenpeace se dan cuenta de que seguir trabajando contra la biotecnología es “una decisión arriesgada. Esto se ve cuando se oponen a los proyectos de biotecnología humanitaria como el arroz dorado, que podría salvar miles de vidas entre las personas más pobres”.
Se preguntó, por otra parte, de dónde sale el dinero del que hacen uso los ambientalistas. “Hay ONGs que lo único que hacen es campañas anti transgénicas pero que nunca revelan las fuentes de su financiación; yo siempre me he hecho la misma pregunta: ¿cómo se financian?”.

En Córdoba
Luego de su participación en Maizar, Lynas dio una conferencia en la Universidad Nacional de Córdoba titulada “Ambiente, Tecnología y Sociedad: una mirada de la biotecnología desde el periodismo de investigación”.
Su disertación fue organizada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos de la provincia, la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC, Maizar y la Comunidad Agroalimentaria de Córdoba.
Aseguró allí que hoy puede afirmar con certeza que los organismos genéticamente modificados permiten pensar en una agricultura más sostenible y en un mejor y mayor aprovechamiento de los recursos, que son escasos.
Alejándose de los extremos en términos de producción agropecuaria, propone una intensificación de la sustentabilidad. “Sabemos que el modo tradicional de agricultura padece ciertos desafíos en términos ambientales y sabemos que la producción orgánica tiene serias limitaciones a escala, ya que para alimentar a toda la población deberíamos duplicar el área de sembrado y eso implicaría destruir la selva tropical” explicó Lynas y agregó “Intensificar la sustentabilidad significaría aprovechar lo que nos da la tecnología para mejorar la calidad agrícola”.
“Es importante mirar para adelante, evaluar cuáles son los costos de las innovaciones pero sin perder de vista sus beneficios tanto de la calidad de los alimento s como ambientales” reflexionó.
Cuando habla sobre las innovaciones en general y ante cualquier auditorio relacionado con el sector agropecuario,  Lynas hace referencia también al uso de los agroquímicos. Dijo, por ejemplo, que hasta cierto punto está de acuerdo con el deseo de reducir e incluso eliminar el uso de productos agroquímicos, siempre bajo su tesis de que los cultivos OGM contribuyeron a bajar el uso de esta herramienta de lucha contra las malezas o insectos “y lo seguirán haciendo”.

Un problema de comunicación
Para Mark Lynas, el avance ecológico se ve fortalecido por una deficiente política de comunicación por parte de los productores. “Los agricultores tienen que explicar por qué tienen que usar agroquímicos y maquinaria agrícola. Hay gente con la que hablo que cree que los agricultores usan pesticidas porque son como el demonio y están destruyendo la tierra. Entonces los agricultores tienen que convencer a las personas de que están haciendo lo correcto y sólo pueden hacerlo si utilizan las mejores prácticas agrícolas”, afirmó, para añadir que la agroindustria, tiene que convencer a la gente de que no está motivada únicamente por los beneficios económicos y que no destruye la forma de vida de los agricultores. “Las acciones hablan más que las palabras. Esto no se resuelve sólo con agencias de relaciones públicas”.

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