25 jul 2014

Justicia obliga a remediar el río Suquía por Bajo Grande



La Voz del Interior (25/07/2014)
Ordenan mitigar la contaminación del río

La Justicia obligó a la Municipalidad y a la Provincia a poner en marcha medidas que protejan a los vecinos afectados por la planta cloacal de Bajo Grande.
La Municipalidad de Córdoba y el Gobierno provincial deberán instrumentar una serie de medidas –principalmente sanitarias– para mitigar los efectos en la población de la contaminación que produce la planta de tratamiento cloacal de Bajo Grande. El área afectada abarca desde el kilómetro 2 hasta el kilómetro 12 del camino a Chacra de la Merced, en el este de la Capital.
Las medidas las tomó el juez Federico Ossola en el marco de una denuncia presentada el 4 de junio de 2010 por el Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha). En la presentación se solicitaba que la Municipalidad de Córdoba se haga cargo del saneamiento del río Suquía.
La resolución de Ossola fue tomada tras los resultados de los peritajes realizados entre 2011 y 2012 sobre el funcionamiento de la planta de Bajo Grande. Allí se detectaron problemas tanto en el tratamiento de los efluentes cloacales como en los equipos que realizan los procesos.
Ahora, el municipio y la Provincia deberán adoptar una serie de medidas, principalmente sanitarias, en un plazo que vence el 26 de agosto.
La primera es la realización de un mapa sociodemográfico y encuestas de factores ambientales de riesgo para determinar la población afectada por la contaminación hídrica.
Ese mapa debe permitir la elaboración de un diagnóstico de base para todas las enfermedades, que permita discriminar patologías producidas por la contaminación del agua y casos detectados para verificar la prevalencia y supervivencia.
También debe servir para crear una base de datos de acceso público de las patologías detectadas en la cuenca. Finalmente, debe utilizarse para especificar las medidas de vigilancia epidemiológicas adoptadas en la zona de emergencia.
Una vez finalizado el mapa, municipio y Provincia tendrán 30 días para elaborar y poner en ejecución programas sanitarios específicos para satisfacer las necesidades de la población vecina a la planta.
Mientras se realizan estos dos trabajos, la resolución judicial obliga a la instalación inmediata de un cordón sanitario preventivo entre el kilómetro 2 y el 12 del camino a Chacra de la Merced.
Se deberán realizar la demarcación y cerramiento de la zona como peligrosa, control de malezas en las adyacencias de la planta, limpieza de obstáculos a lo largo del curso del río para evitar zonas de aguas quietas y la distribución de agua para riego y brebaje de animales en aquellos lugares donde no cuentan con agua potable.
Además, se deberá poner en marcha una campaña de difusión para prevenir sobre el uso o utilización del río debido a contaminación existente.
Juan Picolotti, abogado del Cedha, aseguró que tanto provincia como municipio deberán cumplir la orden judicial, ya que no presentaron ningún recurso para detener la medida.
También recordó que las medidas que adoptó la Justicia en realidad deberían haberse puesto en marcha en el transcurso de 2011, en el marco de un plan de mitigación que habían prometido las autoridades provinciales y municipales.

La planta
La planta de Bajo Grande se denomina Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) y se ubica en la zona de Chacra de la Merced, en el extremo este de la ciudad de Córdoba. Las instalaciones se erigen en el margen norte del río Suquía, que recibe los líquidos cloacales tras el tratamiento de depuración.

Aliviador cloacal para barrio Alberdi
Ejecución. La Municipalidad de Córdoba está ejecutando un aliviador cloacal en barrio Alberdi, en la calle Mariano Moreno-Rodríguez Peña (foto). Con esta obra, se impedirán los desbordes que afectan a una parte del sector. El intendente Ramón Mestre visitó ayer el lugar donde trabajan las cuadrillas, en el tramo de esa calle entre Duarte Quirós y Santa Rosa. La idea es que la obra disminuya los líquidos que circulan por las tuberías existentes, las que habitualmente sufren desbordes por el incremento en la densificación de habitantes que experimenta ese sector. Según anticipó el municipio, los nuevos caños paralelos brindarán una solución efectiva a las permanentes obstrucciones que sufre esa zona de Alberdi, donde hay instituciones educativas, iglesias, comercios, oficinas públicas, edificios y viviendas familiares. La inversión se acerca a 2,5 millones de pesos, y el municipio estima que dentro de 100 días estarán listos los trabajos.

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La intervención judicial ante un Estado ausente

Por Juan Miguel Picolotti - Asesor del Centro de Derechos Humanos y Ambiente

Que un juez exija a las autoridades medidas de protección para la población y el río Suquía es un hecho sin precedentes.
En la causa judicial llevada adelante por la Fundación Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha) con el objeto de recomponer el río Suquía, se logró otro resultado de gran relevancia; esta vez vinculado con la salud pública.
Desde el punto de vista jurídico, es sumamente importante destacar cómo el tribunal que interviene en una causa cuyo objeto es la recomposición ambiental se preocupa también por la salud pública, luego de haber comprobado el alto grado de contaminación con materia fecal que tiene el Suquía.
Que un juez exija al Gobierno provincial y a la Municipalidad de Córdoba un mapa sociodemográfico, encuestas de factores ambientales de riesgo por la contaminación hídrica, programas sanitarios para proteger la salud de los vecinos, la instalación de un cordón sanitario en la ribera del río y una campaña de difusión que informe sobre la situación de ese curso de agua es un avance sin precedentes para la garantía de los derechos humanos.

Excepción
Este tipo de intervención judicial se da en forma excepcional cuando hay prueba fehaciente, como en la presente causa, de que el Estado se encuentra ausente, que no hay política ambiental sobre el río Suquía, ni tampoco una política sanitaria para los vecinos de la zona.
Una vez que se cumplan las medidas mencionadas, el próximo paso será exigir a la Municipalidad de Córdoba que realice las inversiones suficientes sobre la estación depuradora de Bajo Grande, para comenzar luego con la recomposición ambiental del río.
Esperemos que lo que no se hizo como política de Estado se logre a través de la intervención judicial.

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Vecinos denuncian olores y temen por el agua

En Chacra de la Merced aseguran que el río Suquía desprende olores cloacales, y temen por el agua potable.
Este diario recorrió ayer por la tarde las riberas del Suquía aguas abajo de la planta cloacal de Bajo Grande, en el extremo este de la ciudad de Córdoba.
Se puede apreciar que se multiplicaron los asentamientos de personas en sectores adyacentes al río. Además, las aguas siguen presentando turbiedad y desprenden un fuerte olor cloacal.
No hay cartelería que advierta sobre el peligro del agua contaminada, y tampoco se pudo apreciar la presencia de controles para evitar que las personas se acerquen al río.
“Todos los días notamos que se largan al río líquidos, y que los olores son distintos”, comentó Delia Weht, vecina de Chacra de la Merced.
La planta de Bajo Grande se construyó en 1987, con una capacidad de tratamiento de cinco mil metros cúbicos por hora. En 1998 ya se encontraba al límite, y fue sobrepasada en sus posibilidades de procesamiento.
En 2006 se comenzó a construir una ampliación, que permitiría tratar 10 mil metros cúbicos por hora y que debía finalizarse para mediados de 2009. Sin embargo, recién se terminó de construir y se puso en funcionamiento en el primer trimestre de 2011.
Pese a las inversiones, el río Suquía sigue recibiendo efluentes con altos grados de contaminación.
Tampoco se pusieron en marcha medidas que protejan a la población de las aguas contaminadas con bacterias fecales.
“Nunca se hizo nada, esto está cada vez peor. Nadie viene a preguntarnos cómo estamos, y sabemos que hay problemas de salud sobre todo en los chicos”, comentó Delia.
Para peor, el agua que recibe Chacra de la Merced baja desde una perforación de Villa La Merced, a través de un caño que corre junto a un vertido cloacal.
Esos líquidos proceden de una planta de tratamiento desbordada ubicada en el barrio Ciudad de mi Esperanza.
“Nosotros no sabemos si esos líquidos no están contaminando el agua que viene por los caños”, dijo la mujer.

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