26 may 2014

Los agrotóxicos en sangre pueden estar en cualquiera



La Voz del Interior (26/05/2014)
“Si analizáramos a Merkel, encontraríamos lo mismo que en Malvinas Argentinas”

El bioquímico especialista en toxicología Fernando Manera sostiene que los químicos hallados en los análisis que encargó la asamblea de vecinos están presentes en la mayoría de los seres vivos. Otra mirada a la controversia por Monsanto.
Lejos de querer entrar en polémicas con profesionales o instituciones ambientalistas, el bioquímico especialista en Toxicología Fernando Manera no se sorprende por los resultados de los análisis realizados en pobladores de Malvinas Argentinas a raíz de la controversia por la radicación de Monsanto.
“Los productos encontrados en sangre están prohibidos para el uso agrícola desde hace décadas. Además, estudios realizados en otras partes del mundo muestran que estos productos se los encuentra entre 70 y 80 por ciento de los seres vivos del planeta. Si analizáramos a Angela Merkel (canciller de Alemania), por ejemplo, encontraríamos proporcionalmente lo mismo que en Malvinas Argentinas”, graficó Manera, fundador y expresidente de la Asociación de Bromatología, Ambiente y Zoonosis de Córdoba.
Días atrás, la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida y la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) difundieron los resultados de un estudio que muestran en esa ciudad la presencia en sangre de cuatro productos químicos clorados: Aldrin, Dieldrin, DDT y HCH. A partir de estos hallazgos, la asamblea y la fundación solicitaron la suspensión definitiva de las obras de la planta de acondicionamiento de maíz que allí construye Monsanto.
Sin embargo, los plaguicidas identificados llevan varios años de prohibición para uso agrícola en el país, reveló Manera. El Dieldrin fue prohibido en 1980; el Aldrin y DDT en 1990 y el HCH, en 1998. Todos integran además la lista de formulados prohibidos por la Convención de Estocolmo, en vigencia desde 2004, y ratificada por Argentina. Se trata de agroquímicos que no pertenecen a la agricultura moderna.
“Son disruptores endócrinos, que van directamente a las hormonas, que persisten en el ambiente y que se depositan en tejido graso, tanto en humanos como animales”, precisó Manera. A tal punto que se ha podido encontrar la presencia de estos químicos clorados en osos polares y focas, animales que lejos están de pertenecer a la fauna de una región agrícola.
En su libro Una amenaza invisible, en el que aborda la problemática de estos productos , el profesional menciona estudios internacionales que han detectado la presencia de estos químicos clorados (entre muchos otros) en la leche humana y otros vehículos de materia grasa.
“Si se analizara la sangre de cada habitante del planeta, en muchos se encontrarían estos químicos en diferentes concentraciones”, observó. El uso del HCH en la actividad agropecuaria, por ejemplo, está prohibido por 12 leyes nacionales desde hace más de 40 años. La primera norma en su contra fue sancionada en 1968 e impidió su suministro en el bañado de la hacienda, debido que ingresaba al tejido graso del animal y de ahí se trasmitía al ser humano. Pero, sin embargo, su uso farmacéutico en el país se extendió hasta hace pocos años. Hasta el 1º de febrero de 2011 se lo recetaba para combatir la pediculosis. “En agosto de 2010 presenté la denuncia científica ante la Defensoría del Pueblo de la Nación para que se prohibiera el uso del lindado, medida que se adoptó a partir del 1ª de febrero de 2011. Sin embargo, en otros países aún se sigue utilizando”, observó Manera.
Defensor de las políticas que regulan el uso de los agroquímicos, admite estar preocupado también por la utilización indebida de químicos con uso farmacéutico. Según reveló, en Argentina mueren 62 personas por día por el uso incorrecto de químicos con fines medicinales.

Muestra
Análisis. La Asamblea Malvinas Lucha por la Vida encargó un análisis sobre una muestra de 10 habitantes de Malvinas Argentinas para identificar la presencia de sustancias peligrosas en sangre.
Universo. De los 10 pobladores analizados, siete de ellos mostraron presencia de plaguicidas antiguos como Aldrin, Dieldrin, DDT y HCH, según informó la asamblea de vecinos.

Obras: el TSJ decide
El Tribunal Superior de Justicia se pronunciaría dentro de los próximos 60 días respecto a la continuidad de las obras de la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas. El máximo tribunal debe resolver los recursos de queja interpuestos por la empresa y el municipio.

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