21 ago 2013

Las derivaciones de limitar la construcción en altura

La Voz del Interior (21/08/2013)
Con tope a la construcción, bajaría el precio de la tierra


Desarrollistas prevén menor valor porque se podrá construir sólo planta baja y un piso en los barrios, en lugar de dos pisos. La tierra se cotiza en función de los m2 construibles.
El proyecto de ordenanza que limita la construcción a sólo planta alta y un piso en el interior de barrios residenciales tendrá, según calculan funcionarios y desarrollistas, un efecto directo: bajará el precio de la tierra.
El titular del bloque de la Unión Cívica Radical, Javier Bee Sellares, presentó en el Concejo Deliberante un proyecto que fija en 7,5 metros la altura en 29 barrios residenciales (categorizados como F1, F2, F3 y F4), lo que equivale a planta baja y un piso. Hasta ahora, se podían hacer 10,5 metros, es decir, planta baja y dos pisos.
“El precio de la tierra se fija en función de lo que se puede construir arriba; entonces, tendrán que bajar los precios”, consideró Carlos Lascano Pizarro, de la Ceduc, la cámara que agrupa a los desarrollistas urbanos de Capital. Si bien advirtió que aún no conocen los detalles del proceso y reclamó un plan directorio para la ciudad, celebró que ahora se puedan hacer exclusivamente viviendas. “Viene a limpiar la obligatoriedad de hacer oficinas y no viviendas, que luego se terminaban convirtiendo en departamentos”, dijo.
En realidad, lo que venía sucediendo, según Mariano de Juan, secretario de Obras Públicas del municipio, es una “tergiversación” del artículo 42 de la ordenanza 8.133 de uso de suelo. “Ahí se regula la cantidad de viviendas que se pueden hacer cada tantos metros cuadrados; pero como hacían viviendas chicas y ‘sobraba’ terreno, construían oficinas, escapando a la normativa”, explica.
Esas oficinas, que pueden tener un mínimo de 35 m2, se vendían o alquilaban luego como monoambientes, que en Córdoba no están permitidos. “A un terreno de 500 m2 le sacabas dos viviendas, dos oficinas y un local. Ahora, sólo podrán hacerse dos viviendas, o una vivienda y un local”, asegura. “De esta forma, como se le hacía mucho, se encarecía mucho la tierra”, dijo De Juan.
“El dueño de la tierra tendrá que entender, lo que no es un tema menor, que su inmueble vale menos”, consideró Sergio Villella, de la inmobiliaria que lleva su nombre. “El valor de la tierra sí va a bajar, pero no va a ser trasladado al valor del inmueble, porque va a valer lo que vale un departamento en el mercado”, sostuvo. “Un piso más o menos le conviene al dueño de la tierra, el constructor se adapta a eso, incluso la nueva norma le dará lugar a constructores más chicos, con necesidad de menor inversión”, agregó.
Lucas Salim, de Proaco, celebró que se expliciten reglas de juego claras para todos y coincidió en que el perjudicado es el dueño de la tierra.
“Por lo general, quien tiene la tierra la tiene hace mucho, quizás no la compró con ese fin y el hecho de que haya especulado implica asumir riesgos: algo que valía mucha plata, ahora valdrá menos... pero son las reglas de juego”, dice.
Pero “independientemente de que estemos de acuerdo o no, lo bueno es que tengamos las reglas sobre la mesa, si no sabemos qué ordenanza regula la zona, no sabemos qué decirle a los propietarios del terreno, en un contexto donde está todo parado”, advierte.
Los límites. Hay barrios en donde sólo se podrán levantar 7,5 metros, justo para dúplex. Es el caso de Poeta Lugones y Marqués de Sobremonte, dónde sólo habrá 10,5 metros sobre Monseñor Pablo Cabrera. Jardín sólo podrá hacer esa altura sobre Valparaíso y Urca, en Menéndez Pidal, Fader, Roque Funes y Sagrada Familia, pero no en Tejeda o Lamarca, por ejemplo. Quebrada de las Rosas podrá tener planta baja y dos pisos sobre la Riobamba y en Juniors y Rogelio Martínez, en ningún lugar.

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