29 may 2013

Ranqueles, otro pueblo que sufre los agrotóxicos

El Puntal de Río Cuarto (29/05/2013)
Ranqueles: denuncian que guardan agroquímicos a menos de 200 metros de una escuela


En un improvisado galpón hay decenas de bidones con agrotóxicos. Según aseguran los habitantes, en los últimos tiempos se secaron muchos árboles y los niños sufren constantes problemas de salud
Ranqueles.- Vecinos de esta comunidad, ubicada a 30 kilómetros de Huinca Renancó, denunciaron que desde hace un tiempo los niños vienen sufriendo afecciones respiratorias y gastrointestinales y aseguran que esto se relacionaría a la existencia de un precario depósito de agroquímicos a metros de la escuela primaria. Asimismo numerosos árboles se habrían secado al estar expuesto a estas sustancias que son utilizadas por productores en los campos.
Uno de los vecinos que dio su testimonio es Carlos Pellat, quien vive con su familia frente a la única escuela primaria de esta pequeña comuna conformada por unos 80 habitantes. El hombre de unos 40 años tiene cuatro hijos, todos menores, dos asisten a la escuela y fue él quien se encontró ayer con un grupo de chapas que conformaban un pequeño habitáculo y en su interior gran cantidad de agroquímicos depositados.
“Está a unos 150 metros. Esta mañana (ayer) sentí el perro que peleaba y me acerqué hasta ahí y me encontré con esto, son cuatro chapas todos deterioradas y adentro están los bidones con los agroquímicos”, relata a PUNTAL Carlos Pellat.
Efectivamente el lugar es un viejo galpón de chapa visiblemente deteriorado y abierto, ubicado en un campo que orilla con el pueblo, hacia el norte, a una corta distancia de la Escuela primaria y de las casa de los vecinos, detrás de un monte. “Los bidones están llenos, inclusive algunos están perdiendo y están al alcance de cualquiera”, dijo preocupado el vecino y aseguró que en los últimos meses muchas plantas del pueblo (olmos y pinos) se han secado extrañamente. “Vos podés ver cómo están las plantas secas en la plaza. Y lo que más llama la atención es el pino de la escuela que se ha secado totalmente”, aseguró Pellat, quien hace más de 20 año vive en Ranqueles.
“Ninguno teníamos conocimiento de ese depósito y estamos sorprendidos con esto, no sé cómo llamarlo a eso, y a quien puso eso ahí”, afirmó y agregó: ”Lo que más me interesa es hacer la denuncia y que esto no quede así porque tengo criaturas y hay muchos chicos. Está la escuela cerca, el comedor a 150 metros de ese lugar, los días de viento no se puede respirar”.
El hombre asegura además que hasta hace poco fumigaban a la par del pueblo pero que a través de unas denuncias que hicieron las máquinas se alejaron unos metros.
“De todas maneras creo que no respetan la distancia de los 500 metros. Acá somos tierra de nadie y si tengo que denunciar no sé a quién”, señaló el vecino.

Alumnos afectados
Quien también manifestó su preocupación por esta situación fue Zulma Ferian, directora de la Escuela Primaria, Narciso Laprida, el único centro educativo de Ranqueles. La docente sostuvo que “tengo conocimiento de la preocupación de los vecinos que a menos de 200 metros se encuentra un depósito por llamarlo de alguna manera, porque serían cuatro chapas con una buena cantidad de recipientes de agroquímicos, pero sinceramente yo no lo he visto porque para esa zona no vamos”, señaló la docente.
La Directora se refirió a situaciones que llamaron la atención como plantas que se secan y alumnos que faltan a clases con distintas afecciones. “El pino que está en el predio de la escuela está totalmente seco, lo cual nos llama la atención al igual que la otra vegetación y otra de las cuestiones preocupantes es que tengo bastantes ausencias semanales de los niños porque se descomponen ya que vienen con algunas falencias. No puede ser que todas las semanas tengan algo con respecto a la salud”. “La reiteración de estos casos hace pensar en que algo hay”, sostuvo la directora.
Y agregó que “de cinco alumnos tres asisten, pero faltan dos un día, dos el otro, o sea, nunca puedo tener el presentismo completo de los alumnos y me suelen traer los certificados médicos con dolores de cabeza, irritaciones en los ojos, gastroenteritis”, explicó.
Los vecinos están preocupados y aseguran que cuando el viento viene del norte el olor “es insoportable” y aparecen síntomas como una fuerte picazón de garganta y alergias que no se van hasta unos cuantos días.
La preocupación mayor es la falta de control sobre estos lugares y el riesgo a que se expone a toda una comunidad.

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